Radiografía del delito en Madrid: suben las agresiones sexuales, intentos de asesinato y peleas, bajan los homicidios y robos violentos

El disparo con una pistola con forma de bolígrafo en un restaurante chino de Usera y el herido en Malasaña por navajazos durante un robo la madrugada del miércoles son los últimos episodios de un verano especialmente convulso en la capital. A los ataques del miércoles se suman varias peleas multitudinarias o incluso agresiones con machete en plena calle que siguen la estela del repunte de la violencia registrado en el primer trimestre del año. Con los últimos incidentes como argumento, la seguridad en Madrid se ha convertido en el nuevo foco de enfrentamiento entre el Gobierno y las autoridades de la capital, que reprochan a la Delegación del Gobierno su desatención ante la inseguridad.

Los últimos datos oficiales ofrecidos por el Ministerio del Interior confirman un aumento de los delitos del 1% en la Comunidad de Madrid durante el primer trimestre del año respecto al mismo periodo en 2022. Aunque la subida está muy por debajo de la media nacional, que ronda el 6%, hay un crecimiento significativo en homicidios dolosos e intentos de asesinato, que suben un 29%. Lo mismo sucede con las peleas y riñas tumultuarias o los delitos de carácter sexual: crecen un 26%.

Descienden, sin embargo, las cifras de homicidios consumados, que caen un 33% al pasar de 12 asesinatos entre enero y marzo de 2022 a ocho durante los mismos meses de 2023. Caen también los delitos de robos de vehículos en un 6% y de robos violentos a casas en un 2,7%, aunque no así el robo a establecimientos, que aumentan un 3,8%. Según estas cifras, otros delitos que también aumentan notablemente en la Comunidad de Madrid son las agresiones sexuales, que pasaron de 337 a 478 casos, lo que supone un incremento del 26%. En la misma dirección, subieron nueve puntos los delitos sexuales con penetración, al pasar de 131 a 143 casos. En el primer trimestre del año subieron también los delitos por tráfico de drogas en un 11% y los de estafas informáticas un 5%. El descenso más destacado se dio en el número de asesinatos consumados, pero que deja algo menos de tres cada mes.

Aunque el aumento de la delincuencia en la Comunidad de Madrid es bajo (un 1%) en comparación con el incremento en Andalucía, que es del 6%, el de Baleares, del 8%, o el de Cataluña, que supera el 11%, esto ha servido al gobierno de Isabel Díaz Ayuso para expresar su “preocupación” al Gobierno, al tiempo que pide policías y patrullas más dotadas.

El consejero de Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, advirtió sobre un “preocupante” incremento de la delincuencia “con tipos delictivos como las violaciones o las reyertas con navajas o armas de fuego”. En la misma dirección, la vicealcaldesa del Ayuntamiento de la capital, Inmaculada Sanz, pidió al Gobierno central que permita al equipo de Almeida contratar más agentes municipales a través de un cambio en la tasa de reposición. “Tenemos un déficit estructural de más de mil agentes en nuestra plantilla”, dijo “pero lamentablemente no hemos tenido ningún tipo de respuesta positiva por parte del Gobierno”.

Según Francisco Pérez, criminólogo y profesor de la Universidad Camilo José Cela, el incremento de algunos delitos tiene varias explicaciones. Entre ellas, que se ha instalado en la sociedad española un cierto “espíritu vindicativo” de desconfianza en las autoridades que lleva a una tendencia “a tomarse la justicia por su mano o el que la hace la paga”. En cuanto a las reyertas, el investigador señala que la violencia de las bandas juveniles es un asunto que “se ha ido de las manos”, debido a que no se ha hecho el trabajo social y preventivo necesario en los barrios “por lo que ahora toca el trabajo de mano dura que no siempre sale bien”, explica.

A los datos del primer trimestre se suman las agitadas noches de este verano, que han dado argumentos al gobierno autonómico para subir el tono de los reproches a Interior. Los ataques más recientes, la noche del martes al miércoles, dejaron dos heridos graves por agresión: uno por un disparo en la cabeza en Usera y otro con arma blanca en el céntrico barrio de Malasaña. Ambos hombres, uno de 46 años y otro de 28, fueron ingresados con pronóstico grave. En el caso de Usera, el hombre, de nacionalidad china, recibió un disparo en la cabeza con un bolígrafo pistola del calibre 22 cuando se encontraba en el interior del restaurante Guo Rong. El apuñalamiento de Malasaña sucedió en la calle San Bernardo durante un intento de robo.

Los meses de julio y agosto están siendo especialmente sangrientos, al registrarse cinco crímenes, entre ellos el de la comerciante de la plaza de Tirso de Molina apuñalada en el mostrador de su tienda, y múltiples sucesos de violencia machista, como el de la mujer a la que su pareja intentó matar con un taladro en el distrito de Villaverde. A ello se añaden varias reyertas entre bandas juveniles de origen latino que han escrito la crónica negra de un verano con temperaturas récord. Los investigadores atribuyen el incremento de la criminalidad durante los meses de calor a la conocida como “ley térmica”, por la que debido a las altas temperaturas aumentan la irascibilidad y ansiedad de la población y en consecuencia el número de delitos violentos y sexuales.

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