El caos de Bicimad en cifras: Madrid recoge una bicicleta desaparecida cada 10 minutos, 3.000 desde el nuevo sistema
El Ayuntamiento lanza ahora una campaña de comunicación en las estaciones para tratar de disminuir estas cifras
Los operarios de Bicimad recogen una bicicleta desaparecida por las calles de Madrid cada 10 minutos. Esta es la cifra que el Ayuntamiento ha mantenido bajo llave hasta este jueves, y que el propio concejal de Movilidad, Borja Carabante, ha revelado a preguntas de la prensa en la Junta de Gobierno. “Recogemos una media de 150 bicicletas al día”, ha dicho. Es decir, 3.000 desde que el nuevo sistema de bicicletas público de la capital de España entrara en vigor, el pasado 7 de marzo. Desde este día, el servicio municipal y público de transportes que usan a diario cerca de 14.000 madrileños ha caído en picado. Apenas existen bicicletas en las estaciones. Una, dos. Cero. Todas están desaparecidas, sobre todo en el centro. Solo en la primera semana desaparecieron 500, según un documento al que tuvo acceso este diario.
Desde entonces, el Ayuntamiento ha tratado de establecer un plan que el propio Carabante tildó de “urgencia”. El área de Movilidad contrató el martes a seis trabajadores y seis conductores que se sumaron a los 14 que había hasta ahora. 20 camiones de Bicimad recorreren ya las calles de Madrid en turnos de 24 horas. El objetivo es localizar los cientos y cientos de bicicletas que hay desaparecidas por la capital. Según sus propias cifras, desde que el nuevo sistema entró en funcionamiento, uno de cada cinco usuarios abandona la bicicleta por la calle. “Quizá teníamos que haber hecho una mejor campaña de comunicación”, admitió el martes Carabante. “Hemos reforzado esto con correos electrónicos para poder solucionarlo”.
Esta es la tercera medida que toma el Ayuntamiento en 72 horas tras el anuncio de las primeras multas. Desde este lunes, los usuarios que no terminen su viaje en una estación serán sancionados con un aviso de información. Si repite, se cobrará una multa de 5,30 euros. Si reincide por tercera vez, el sistema suspenderá la cuenta. No hay previstas más sanciones, según fuentes municipales.
Villacís plantea el fin de la gratuidad
No es una guerra en el Gobierno de coalición, pero sí un cambio de rumbo potente. A 60 días de las elecciones del 28 de mayo, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha roto con el planteamiento estrella del PP de cara a los comicios municipales. Un giro sin precedentes. Villacís cuestiona ya la gratuidad del servicio municipal de transportes de bicicletas eléctricas vigente hasta el 31 de julio. El coste de la gratuidad del sistema ha supuesto para las arcas municipales 1,7 millones de euros.
El edil de Movilidad y Medio Ambiente ―con el que Ciudadanos ha chocado constantemente desde el inicio del mandato― está en el punto de mira. Villacís dijo el martes durante un acto que, si la situación no mejora en los próximos días y los usuarios siguen sin poder utilizarlo correctamente, no es suficiente. Plantea por primera vez que se vuelva a cobrar para tratar de atajar el problema de la desaparición de bicicletas. Este jueves, tras la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, el edil Carabante ha sido tajante. Asegura que será gratuito sí o sí y confía en que el sistema mejore con el nuevo plan de comunicación y multas.
Una tormenta perfecta
El nuevo sistema de Bicimad incluye una nueva aplicación para poder usarla y unas nuevas bicis, pero al mismo tiempo se siguen utilizando las viejas y la vieja aplicación. Desde el primer día, esa convivencia está generando caos e incertidumbre entre los usuarios, que han descendido en un 20% desde que Almeida está en el Ayuntamiento. Los últimos datos disponibles son de septiembre de 2022. El área de Movilidad lleva cinco meses sin publicar las cifras. ¿Por qué? “Ahora, Bicimad se opera bajo la modalidad de gestión directa y la Empresa Municipal de Transportes será la encargada de publicar los datos de su gestión, evaluando el lugar de su publicación, la periodicidad y el contenido de los mismos”, asegura una portavoz del área.
Hasta el 31 de julio se verán dos tipos de bicicletas públicas por las calles de Madrid: las nuevas, de color azul, y las viejas, blancas. En 20 días de convivencia, la gestión de ambas ha demostrado ser un caos, según los usuarios y los propios trabajadores de Bicimad. Y todo se debe, según apuntan todos, a la planificación del Ayuntamiento. Las nuevas bicicletas no se pueden cargar en las estaciones viejas, ni tampoco anclar para evitar robos. Y las viejas, lo mismo, pero en las estaciones nuevas.
El martes, durante una pregunta en el pleno municipal, Almeida reconoció que el sistema falla. “No voy a negar que hay un problema, porque es cierto”, dijo. “Es un problema derivado de un ambicioso proyecto. Cualquier madrileño podrá usarlo viva donde viva. Esto es complejo. No hemos hecho los deberes en materia de comunicación, eso también es cierto”.
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