Detenido un presunto violador en Madrid que atacaba a menores en el trayecto hacia su casa

A primera hora de la mañana o a la última de la tarde. Ese era el tramo horario que este joven de 20 años elegía para perseguir a sus víctimas, según ha informado la Guardia Civil. Una menor violada y otras tres que lograron huir. Se había convertido desde octubre del año pasado en el terror del parque La Coruña, en la localidad de Collado Villalba (64.000 habitantes). Pero el acusado nunca ejecutaba el plan en el lugar donde vivía, sino en el punto donde hacía el trasbordo hasta su casa, en El Escorial, o cuando se dirigía a su centro de estudios, en Galapagar. Utilizaba siempre la misma táctica: las arrastraba por detrás con fuerza y las llevaba a un lugar del parque donde no podían escapar. Elegía a chicas delgadas y jóvenes que opusieran la mínima resistencia. Este viernes ha sido detenido dentro de su casa.

En octubre, la denuncia por agresión sexual de una menor reventó sus planes. Se encontraba la mañana del 28 de octubre en ese parque, cuando un hombre la abordó por la espalda y la arrastró con violencia “hasta consumar la agresión”, reza el comunicado de la Guardia Civil. Fue entonces cuando los agentes empezaron a tirar del hilo y constataron que no se trató de un caso aislado: había evidencias que lo conectaban con otras tres denuncias anteriores. Mismo método: en la misma zona, agarradas desde atrás y un chico de apariencia similar. Ellas habían conseguido zafarse y huir de ahí.

Los casos hicieron temer lo peor en el municipio. Que la violación de la joven se repitiera con alguna más y organizaron patrullas improvisadas por la zona. Salían grupos de cinco o seis hombres, preguntaban a los vecinos, hacían fotos. El terror se había instalado en la zona, según contaba una vecina a Telemadrid en noviembre. Estaban convencidos de que tenía que ser del barrio, comentaba otro a la cadena de televisión madrileña. Después de la violación, continuaron los ataques. De poco sirvió que se incrementara la vigilancia de la Guardia Civil y los llamamientos a la calma. Los agentes detuvieron a un presunto agresor, menor de edad, pero anunciaron que buscaban a otro sospechoso. Los vecinos creían que no era suficiente, que necesitaban que se instalaran cámaras de seguridad.

Tras meses de seguir la pista al principal sospechoso, los agentes se percataron de que no vivía en la zona, como sospechaban los vecinos. Si no a unos 17 kilómetros de ahí, en El Escorial. Y que el parque era solo el lugar de paso donde el presunto agresor caminaba para hacer los trasbordos en transporte público de un municipio a otro. Los agentes registraron que los días que había asaltado a las jóvenes modificó sus rutinas de transporte.

Este viernes, la casa del acusado ha sido registrada. En las imágenes difundidas por la Guardia Civil se observa a un joven vestido con un abrigo de plumas rojo, con las manos esposadas al frente y a los agentes seleccionando sudaderas en su armario que pudo vestir durante sus ataques. También le han requisado un ordenador y “dispositivos electrónicos”, que están siendo analizados. El detenido está acusado de agresión sexual y otros tres en grado de tentativa. Contaba además con antecedentes por delitos de abusos sexuales (tocamientos) a dos menores de edad en el verano de 2022.

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