El PP de Madrid se acerca a las iglesias evangélicas para captar voto inmigrante

En septiembre, una delegación de dirigentes del Partido Popular de Madrid, entre los que se encontraba el número dos de Isabel Díaz Ayuso, Alfonso Serrano, asistió a un macroevento evangélico para 3.000 personas en la localidad de Fuenlabrada llamado Invasión Madrid Fest. Allí, entre actuaciones musicales, sermones y milagros (una miope aseguró que de repente podía ver de lejos —“El Espíritu Santo me ha tocado, veo todo con claridad”—), los representantes del PP subieron al escenario para recoger un premio a la presidenta madrileña y al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. Se lo entregó la colombiana Yadira Maestre, una pastora a la que el PP ha ganado para su causa.

Maestre es una pastora evangélica que todos los fines de semana congrega a unos 300 feligreses en su iglesia Cristo Viene, en una amplia nave bajo un edificio de oficinas del distrito sureño de Usera, en Madrid. Su audiencia, proveniente sobre todo de Hispanoamérica, es parte de lo que el PP llama “los nuevos madrileños”, las comunidades de inmigrantes que cada vez tienen más peso en el voto de la región. En los últimos dos años, Maestre se ha reunido en varias ocasiones con dirigentes del PP madrileño, ha cedido su templo para una recogida de firmas contra los indultos del Gobierno de Pedro Sánchez a los independentistas catalanes y ha publicado en su Instagram fotos en actos del PP.

El acercamiento a las iglesias evangélicas ha cobrado fuerza desde que Ayuso se hizo con el mando regional del partido en mayo. En redes sociales, el secretario de Nuevos Madrileños del PP, Gustavo Eustache, ha publicado sobre estas visitas usando la etiqueta #nuevosmadrileños que se refiere a la estrategia del PP para ganar apoyos entre los inmigrantes. Y el vicesecretario electoral, Jorge Rodrigo, participó en junio en una reunión con la pastora Maestre en una sede del PP. El partido conservador también invitó en noviembre a su sede de Génova 13 a varios pastores rumanos de la región.

Sin embargo, y contra estas evidencias, una portavoz del PP madrileño le dice a este periódico que el partido no tiene una estrategia para captar voto evangélico. “Todos los actos con las iglesias evangélicas están dentro de las reuniones que hacemos con distintos sectores de la sociedad. Nos reunimos con todas las organizaciones religiosas, sobre todo con las que tienen labor social. Suelen ser ellos los que nos invitan”.

Tras su reunión con la pastora Maestre en junio, el vicesecretario electoral destacó en declaraciones para un artículo en la web del partido que el objetivo del partido es “unir las relaciones con estas iglesias evangélicas, en torno al proyecto y al programa del PP de Madrid, y desde el máximo respeto, dar a conocer el trabajo que se está realizando por parte del Gobierno regional, así como por parte de los ayuntamientos gestionados por el PP, especialmente el Ayuntamiento de Madrid”. “Queremos acercarnos a lo que representan los colectivos de fieles, especialmente a los nuevos madrileños con raíces hispanas que forman esta iglesia”, subrayó Rodrigo.

Desde ese encuentro, Maestre y dirigentes del PP de Madrid se han encontrado en al menos tres ocasiones: el macroevento de septiembre, una celebración navideña en la sede del PP de Usera y una visita de Eustache y la presidenta de Latinos por el PP, Carmen Cervantes, al templo de Cristo Viene en Usera durante un servicio religioso. La iglesia de Maestre responde por escrito que da la bienvenida a todas las ideologías. “No tenemos ningún tipo distinción entre personas, por razones ideológicas, sexo, razón o condición”. Según ha podido ver EL PAÍS, en una visita y en los vídeos en YouTube, sus servicios religiosos giran en torno a lo espiritual, aunque a veces se habla de política en términos genéricos (por ejemplo sobre las “leyes contra la familia”) y Maestre también ha animado a su iglesia a participar en las manifestaciones contra el aborto. Las referencias partidistas al PP vistas por este periódico se limitan a los ejemplos señalados.

769 templos

Los votantes evangélicos han sido un bloque crucial para partidos conservadores en otros países. En Estados Unidos o Brasil, los presidentes Donald Trump y Jair Bolsonaro ganaron gracias a un amplio apoyo de esas bases. En España, el tamaño de esta comunidad religiosa es mucho menor, pero es cada vez más significativo gracias al creciente influjo de los inmigrantes de Hispanoamérica, pero también de comunidades como la rumana. En la Comunidad de Madrid operan 769 iglesias evangélicas, según el Observatorio del Pluralismo Religioso, que no da cifras sobre el número de creyentes. La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede) estima que 1,5 millones de personas son evangélicas en todo el país, donde hay 4.341 iglesias.

Con todo, Ferede tiene una apuesta clara por la neutralidad. En 2019, viendo que la polarización política estaba llevando a algunos creyentes a pronunciarse sin el talante debido, divulgaron unas recomendaciones en las que se pedía a los pastores que evitasen militar en la política partidaria o pedir el voto para un partido determinado. Un portavoz dice que la mayoría respeta este consejo, pero que debido a la multitud de lugares de cultos, “no es posible controlarlos a todos”.

Stefan Albu, otro de los pastores que se han reunido recientemente con líderes del PP, recalca que su iglesia no es un lugar para hacer política. Una delegación del PP madrileño visitó en enero su templo, Emaus, en el distrito de San Blas, en el este de la capital. Es un recinto con capacidad para 700 personas donde asisten rumanos de toda la región. En noviembre, Albu había asistido junto con un pequeño grupo de pastores rumanos de la región a la sede del PP en la calle Génova.

“La visita del equipo de nuevos madrileños se hizo en virtud de la amistad que tengo con un miembro del equipo y porque otras dos personas del equipo comparten convicciones evangélicas como nosotros”, dice Albu. “En ningún momento se mencionó que deberíamos votar al PP u otro partido. Fue simplemente una visita de cortesía. Ellos participaron en el culto, me escucharon predicar y, al final, se fueron. Nuestra iglesia está abierta a cualquiera que tenga interés en conocernos y escuchar nuestro mensaje”.

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