La doctora agredida responde a Ayuso: “Debería estar preocupada de mi seguridad y no de buscar basura en mi vida privada”
La presidenta de la Comunidad de Madrid cuestiona en la Asamblea de Madrid el testimonio de la médica y ofrece datos personales de ella
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en lugar de calmar los ánimos tras la agresión a una sanitaria el pasado domingo en el Centro Sanitario 24 horas de Guadarrama, Guadalupe Pajares, los ha encendido aún más. La líder del PP se ha referido a ella en la Asamblea de Madrid como la “sanitaria decepcionada que había votado a Ayuso y luego resulta que era de Ciudadanos de Boadilla del Monte”, en una respuesta a Mónica García, la líder de Más Madrid. “Se pasan la vida llenando los medios de comunicación de personas afines que lo único que quieren es boicotear la sanidad porque lo único que buscan es el caos”, ha insistido la presidenta de forma despectiva.
Estas palabras han actuado como gasolina con la doctora, que se encuentra de baja en estos momentos porque el domingo recibió una paliza de un paciente mientras le gritaba que los médicos eran unos “vagos” y que merecían que les dieran “de hostias”. “La señora Ayuso debería estar preocupada de mi seguridad en el trabajo, de preocuparse de mi estado, si resulta que tiene corazón, y de decir que está en contra de las agresiones a los sanitarios en vez de buscar basura en mi vida privada”, ha respondido Pajares. Hay una cosa cierta, aunque la doctora piense que eso carece de importancia. Estuvo en las listas de Ciudadanos en 2019 en su municipio, en el puesto número 20. Pero en las elecciones siguientes, las de 2021, decidió cambiar su voto y confiar en Ayuso, como tanta gente que, según palabras de la propia presidenta tras ganar las elecciones, le “prestó” su voto. De hecho, al cabeza de lista de aquella lista de Boadilla del Monte, Ricardo Díaz, el PP le nombró Director General de Universidades en junio de 2021; y la que fue cabeza de lista en las anteriores (2015), Patricia Reyes, Directora General de Igualdad con Concepción Dancausa, actual consejera de Familia, Juventud y Política Social.
Ahora Pajares no puede estar más arrepentida de confiado en Ayuso.
Primero, porque la investiguen en lugar de preocuparse por ella. Y, segundo, porque la misma presidenta del Gobierno regional está aireando datos personales que le hacen sentir aún más vulnerable, ya que teme que el agresor, que está detenido y ha pasado a disposición judicial, la localice a ella y a su familia.
“Ruego a la señora Ayuso que evite dar datos privados en la Asamblea que pueden facilitar al violento que me apaleó acercarse a mí y a mi familia”, ha dicho, muy afectada. “Lo que me llama la atención en ella es que se haya interesado tanto por rebuscarme mierda. Que sigan buscando. No la van a encontrar. Mientras, nadie de esa consejería ni de ese gobierno se ha puesto en contacto conmigo para saber cómo estoy. Hoy [por este jueves] he recibido una llamada de un número corporativo y pensaba que eran ellos y no, era una persona de Recursos Humanos que me llamaba para confirmar si hoy iba a presentarme en mi guardia”, ha lamentado la sanitaria, que cree que al mando de la Comunidad de Madrid hay, dice, gente sin alma, que solo se preocupa de rellenar huecos y de mentir a la sociedad.
Un “plan suicida”
Pajares tiene 49 años y nunca se había pedido una baja hasta ahora, salvo cuando tuvo a sus hijos, aunque espera volver a ocupar su puesto la semana que viene. Cumplió con el nuevo horario impuesto de un día para otro, pese a saber que era un “plan suicida”. Y le duele sobremanera que a ella o a sus compañeros que están de baja porque se sienten incapaces de realizar correctamente su trabajo les llamen desleales. Con todo lo que han demostrado. Así que cree que su vida política es irrelevante en este caso. Es verdad, admite, que explicó que había votado a Ayuso porque preveía que el Gobierno regional podía tergiversar su testimonio, aduciendo que se trataba de una boicoteadora que solo quiere el caos de la sanidad pública. O que provenía de la marea blanca. O que era “una comunista peligrosa que solo quiere crear el caos”. Pero por lo visto no ha servido de mucho.
La Comunidad de Madrid ha desligado el incidente en Guadarrama de su gestión en el nuevo plan de las urgencias extrahospitalarias, que consiste en abrir el mismo número de puntos de urgencias extrahospitalarias que había antes de la pandemia, pero con la mitad de sanitarios, con el argumento de que se trató de un hecho puntual. Sin embargo, Pajares vincula las palabras del agresor sobre que los médicos son unos vagos y merecían una paliza a las del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y la propia presidenta sobre el boicot encubierto y las bajas que van a investigar “una a una”.
“Gracias a sus palabritas sobre nosotros y a que nos llamen vagos y desleales, tenemos que soportar esto. Los que gestionan son unos mamarrachos y a los sanitarios no nos llegan ni a la suela de los zapatos”, lamentaba la doctora todavía nerviosa, pocas horas después de salir de la guardia a las ocho de la mañana.
Cuatro días después de recibir una paliza, la doctora no ha recibido ni una sola llamada de apoyo. Tras las palabras “despectivas” de Ayuso, en las que airea públicamente datos personales, ella le exige que diga “alto y claro que rechazan las agresiones a los sanitarios en sus puestos de trabajo”.
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