Vuelve la fiesta de La Maya de Colmenar Viejo

Ni siquiera la lluvia pudo empañar el regreso de la tradicional fiesta de La Maya de Colmenar Viejo. Tras dos años de pandemia, este 2 de mayo el pueblo madrileño ha vuelto a celebrar la llegada de la primavera con el montaje de seis altares florales distribuidos por el casco histórico de la ciudad. Cada altar lo preside La Maya, una niña vestida con mantón de manila, camisa blanca y enaguas y rodeada de flores de tomillo, margaritas y amapolas típicas del campo de Colmenar. La Maya decora con flores también su pelo y su traje con adornos brillantes como homenaje al renacer de la naturaleza a principios del mes de mayo. La Maya permanecerá inmóvil durante horas mientras el pueblo festeja la llegada de la estación de las flores al son del canto típico: “¡Para la Maya, para la Maya, que es bonita y galana!”

La Maya es una niña de entre los 5 y 14 años de edad que preside hierática un altar lleno de flores. Junto a ella, otras niñas vestidas de blanco, piden cepillo en mano, “para la Maya”, una propina al visitante. La jornada de fiesta comienza con la instalación de los altares y el montaje de flores, que constituye un espectáculo en sí mismo. Los preparativos comienzan semanas antes, cuando las familias de las niñas protagonistas acuden al campo para controlar el crecimiento de las flores y así diseñar e idear el diseño que tendrán los altares. El día 1 de mayo las flores se cortan y el montaje se inicia el mismo día 2 de mayo, por lo que el nerviosismo es palpable. Es un día ajetreado y mientras unos se esmeran en la preparación de los puestos donde se exhibirán las Mayas más tarde, otros disfrutan de la inauguración de la feria de productos locales en el centro de la localidad. La plaza del pueblo se convierte en un mercado de degustación de productos locales con puestos donde se vende miel de flores, hortalizas y fruta de temporada y alimentos típicos del campo colmenareño. Al mismo tiempo, el concierto de la Banda Sinfónica de Colmenar da comienzo oficial a la fiesta de La Maya de Colmenar Viejo.

La tradición dicta que la Maya tiene que permanecer sin gesticular ni moverse, lo más quieta posible, y presidir la escena como un busto sobre el fondo de flores. Mientras tanto, el grupo de niñas que le acompaña junto al altar tiene la misión de jalear a los visitantes de la exposición y cantar la conocida petición “para la Maya, para la Maya, que es bonita y galana”. Al mismo tiempo, un grupo de dulzaineros ameniza la velada con música folclórica, lo que hace que para las protagonistas en sus altares sea complicado mantener el gesto serio. Este año se ha sumado la dificultad de la lluvia, que ha estado presente durante toda la jornada de celebración en Colmenar. La exposición de las Mayas terminó con una ofrenda floral en la basílica de la Asunción de Nuestra Señora, en la que las niñas entregaron ramos de flores a la patrona de Colmenar Viejo, Nuestra Señora de los Remedios. A las puertas del templo se podían ver pétalos amarillos de flor de piorno, rojos de amapolas, hoja de lilas, chupamieles, tomillos, laurel y madreselva. Después de dos inviernos malos, por fin, la primavera.

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