El rechazo hacia la OTAN en la Puerta del Sol: “No a la guerra imperialista”
Cientos de personas se manifiestan en el centro de Madrid en solidaridad del pueblo ucranio bajo ataque ruso
En la segunda jornada de la ofensiva rusa, la indignación hacia la invasión de Ucrania ha llevado a españoles y ucranios a manifestarse en la Puerta del Sol bajo la consigna de no a la guerra. Al grito de “OTAN no. Bases fuera” y “No a la guerra imperialista”, cientos de personas se ha concentrado en la tarde de este viernes para expresar su solidaridad hacia el pueblo ucranio, bajo ataque ruso desde la madrugada del jueves, y para pedir la desmilitarización de la Alianza. Una gran pancarta blanca en la que se lee “OTAN culpable, OTAN criminal” presidía la plaza. “Estamos en contra de la Alianza. Esta guerra es producto de la confrontación entre los distintos bloques imperialistas”, dice Dolores Val, española de 72 años.
Este viernes se celebró una reunión extraordinaria de los líderes de la Alianza, al término de la cual el secretario general, Jens Stoltenberg, anunció que la OTAN ha incrementado sus posiciones defensivas y que se hará “lo que sea necesario” para defender a los aliados. Carlota Álvarez, de 27 años, se manifestaba en el kilómetro cero de Madrid en contra de esta decisión. “Defendemos la no injerencia del Estado español en la guerra”, afirma.
Eva Fedusova y Oleg Kirsanov se enteraron en las redes sociales de la convocatoria, que habían lanzado diversos colectivos con el apoyo de Izquierda Unidad Madrid y del Partido Comunista de Madrid. Rusa y ucranio, estudian y viven en Madrid. “Es impresionante que una cosa así pasé en nuestros tiempos, en 2022. No es normal”, denuncia Eva, de 19 años. La joven nació en Moscú, pero creció en Ucrania, de donde son sus padres. “Mi hermano tuvo que huir al oeste. Tengo a toda mi familia y amigos allí”, dice afectada. “Los ucranios tenemos muchos amigos rusos y viceversa. Es un conflicto de políticos, no de la gente”, sentencia su amigo. Oleg, de 21 años, está muy preocupado por su familia que se encuentra en el oeste del país y por los amigos que quedan en Kiev: “Están obligados a estar encerrados o bajo tierra”.
La ucrania Ruslana Dyashychyn, de 42 años, vive en Madrid con su marido, pero su madre sigue en su ciudad natal, Ternópil. La mujer cuenta la última conversación que ha tenido con su madre: “Solo pueden salir a la calle por la mañana. Me ha dicho que ya falta pan en los supermercados”. El padre y la abuela de Liubov Nuzhna, de 18 años, siguen en Ucrania. Ella, que estudia en la universidad, se siente desbordada por la situación. “No puedo quedarme en casa. Necesito salir a la calle y gritar”, confiesa. Y, sin embargo, no encuentra las palabras para expresar su angustia.
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