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Vox lanza un órdago y acorrala al PP de Almeida: “Ha traicionado a sus electores y a sus promesas”

Las cuentas de la capital de España para el año que vienen peligran y el Ayuntamiento asume ya la primera prórroga presupuestaria de la legislatura

José Luis Martínez-Almeida y Javier Ortega Smith discuten frente al Ayuntamiento de Madrid durante un homenaje a una víctima de violencia de género, en 2019.
José Luis Martínez-Almeida y Javier Ortega Smith discuten frente al Ayuntamiento de Madrid durante un homenaje a una víctima de violencia de género, en 2019.Europa Press

Nadie sabe poner una fecha concreta, pero tras la vuelta del verano, Vox y el PP de José Luis Martínez-Almeida se dieron un portazo. El matrimonio político, camino ya de su tercer año, afronta estos días un divorcio público con la prensa de por medio como abogada de oficio. No hay diálogo. No hay mensajes. No hay llamadas. La situación, coinciden fuentes de ambos partidos, es crítica. Los últimos días del año, todos los Ejecutivos de España aprueban las cuentas presupuestarias del siguiente ejercicio. Las áreas de Hacienda culminan los ajustes con el cuadro definitivo de ingresos y gastos. Son días de mucho estrés, de numerosas convocatorias de prensa. Los equipos de comunicación preparan con detalle y esmero carpetas con cuadros y titulares para tratar de ocupar grandes espacios en los informativos y diarios, que luego siempre se achicharran con la letra pequeña. Un ejemplo de este año: “Dedicaremos mil millones al área social”. Pero no hay asterisco que explique en qué consiste exactamente esta área social. Son días de mucha política y mucha economía, en definitiva.

La semana que viene Madrid comienza a tramitar las enmiendas de los partidos a las cuentas de 2022. Generalmente, como sucedió el año pasado, el PP y Ciudadanos tratan de amarrar los cuatro votos necesarios para llegar al pleno con las cuentas hechas. Entre los dos suman 26 concejales y necesitan siempre cuatro para sacar la bandera blanca de la mayoría. Pero ahora, al contrario que en la Comunidad, donde el PP y Vox ya han firmado el acuerdo para el año próximo, en el palacio de Cibeles ha ocurrido todo lo contrario. Este año, no. Vox no se sienta en la mesa. Es más, ni responde al teléfono, ni a las llamadas, a nada. “¡Todas las veces dicen que no!”, afirmó el jueves la delegada de Hacienda, Engracia Hidalgo, durante un encuentro con la prensa. “Hay que ser… es una falta de responsabilidad. No contestan al WhatsApp del alcalde. Hemos intentado mantener reuniones y la respuesta siempre ha sido no y no. Esto es una falta de respeto institucional. He estado en negociaciones con sindicatos, asociaciones y temas más arduos. ¡Es la primera vez que alguien me dice de forma tan taxativa que no se sienta en la mesa!”.

El área de Hidalgo, una mujer con una experiencia amplísima en las cuentas por su trayectoria política (fue la mujer que recibió a los hombres de negro de Bruselas durante el mandato de Mariano Rajoy), difundió una carpeta con las “graves” consecuencias que supondría una prórroga de los Presupuestos. El principal escollo, aseguran los técnicos del Ayuntamiento, supondría la pérdida de unos 300 millones de los fondos europeos. Europa exige como condición indispensable que los proyectos ya se incluyan en las cuentas del año próximo año. “Nunca hemos tenido acceso y la prórroga los pondría en peligro”, subrayan.

“Falta al pacto de investidura”

Vox, mientras tanto, no quiere cuentas. El martes, por ejemplo, el concejal Javier Ortega Smith fue tajante contra Almeida en el pleno: “Nosotros le dimos la alcaldía para desterrar las políticas de izquierda, pero han vuelto las políticas comunistas. Que la vaya bonito, porque con nosotros no cuente”. Fuentes de la formación dicen que el rechazo no es una cuestión personal, como quieren hacer ver algunos ediles del PP: “Esto se hace por las decisiones de aprobar el nuevo Madrid Central y la aprobación del Grupo Mixto en el pleno. Almeida falta a sus electores y a las promesas. Es una falta clara al pacto de investidura. Él es alcalde gracias a Vox y le está faltando a este acuerdo de investidura”. Vox no tolera que la ordenanza del nuevo Madrid Central se aprobara con los cuatro votos del Grupo Mixto, formado por los ediles de Más Madrid hasta abril de este año. “No podemos ser su socio preferente cuando les venga. Esta política no nos gusta. No creemos en eso de mucho te quiero perrito, pero pan poquito”.

Y subrayan: “Nos tacharon de novatos, pero nosotros somos honrados. Si me engañas una vez, es culpa tuya; si me engañas varias, la culpa es mía. El PP no puede pensar que somos una muleta. No por ser de derechas tragamos con todo. Tenemos unas ideas que defender igual que él”.

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Almeida, durante el pleno del lunes, estuvo tenso e incómodo ante tanto reproche de su socio prioritario. Incluso, levantó la voz varias veces, hasta que no pudo más:

— ¡Ya está bien! ¡Llevan meses atacando a mi persona!

La situación, según Vox, apunta a que no va a variar mucho en las próximas semanas. El Ayuntamiento, mientras tanto, no se abre a negociar con el resto del arco parlamentario, pese a que considera que estas cuentas son las más prioritarias de lo que va de mandato.

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Sobre la firma

Manuel Viejo
Es de la hermosa ciudad de Plasencia (Cáceres). Cubre la información política de Madrid para la sección de Local del periódico. En EL PAÍS firma reportajes y crónicas desde 2014.

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