Santiago Motorizado: “El rock argentino es muy solemne, el español tiene más humor”

Llega desorientado a la entrevista, como si aún sufriera de falta de sueño por el jet lag. Santiago Motorizado (La Plata, Argentina, 41 años) admite haber dormido poco en las últimas dos semanas, aunque asegura que no es por el viaje desde su país: son los nervios y la emoción de volver a tocar en España. El músico y cantante platense —Santiago Barrionuevo, conocido dentro y fuera de su país con el nombre de su banda, Él Mató a un Policía Motorizado— está acostumbrado a alojarse en pisos pequeños y bohemios del centro de la capital. “Siempre que veníamos con la banda conseguíamos los apartamentos más básicos y baratos. También los más cómodos para salir y vivir las noches madrileñas”, recuerda el argentino.

Esta vez, sin embargo, el viaje lo ha hecho en solitario para presentar Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro, su primer álbum como solista. Hace tan solo un mes tocó en el histórico Teatro Coliseo de Buenos Aires, un concierto único e irrepetible en el que tuvo que salir de la piel de héroe del indie rock y convertirse en músico popular. “De los 20 años que llevo haciendo música, nunca había tocado en solitario para tanta gente. Ha sido una locura”, reconoce. Este martes actúa en el teatro La Latina de Madrid, una de las últimas fechas de la gira que lo está llevando a tocar por toda la península.

Canciones no es un álbum cualquiera. Reúne las melodías que el líder de El Mató compuso para la mítica serie Okupas, que la plataforma Netflix ha remasterizado este año después de 21 años de su estreno original en la televisión pública argentina. “Bruno Stagnaro [el creador y director de la serie] me convocó para proponerme colaborar en la banda sonora con siete canciones de Él Mató, para reemplazar a las originales, que no se podían utilizar por un tema de derechos de autor”, explica Motorizado. A Unas vacaciones raras, el álbum que sacó con su grupo, le siguió una segunda colaboración, esta vez como solista.

La casa, los amigos y el perro del título les resultarán familiares a todos los argentinos que, como Motorizado, vivieron de jóvenes el fenómeno de Okupas, la serie que cuenta la historia de cuatro jóvenes que acabaron ocupando una casa antigua del barrio de San Nicolás, en Buenos Aires, cuando el país afrontaba una de las peores crisis económicas de su historia. “Cuando la vi por primera vez en la tele me explotó la cabeza. Tenía 20 años, crecí con esto. La segunda vez la grabé en VHS, y cuando me cruzaba con un amigo que no la había visto aprovechaba para hacer maratón”, explica el argentino, que todavía tiene guardadas los casetes en la casa de su padre, en La Plata. “Fue una revolución en todos los sentidos para la cultura Argentina, no solamente en el audiovisual. No es casualidad que Él mató arrancara tan solo dos años después, cabalgamos la ola del progreso”.

Cambio radical

“Espero que el público español entienda este álbum como otra faceta de mí, y no simplemente como un lado B de El Mató”, confía Motorizado. Para hacerlo posible, en Canciones ha experimentado con géneros que se alejan de su zona de confort. Tonto corazón, la cumbia que cuenta con la colaboración de Vicentico, es probablemente el más atrevido de estos experimentos. “Históricamente, o te gustaba el rock o te gustaba la cumbia, eran cosas que se enfrentaban. Pero cuando se me ofreció la oportunidad de incursionar otros géneros, una voz en mi cabeza empezó a insistir y decirme: ché, tienes que hacer cumbia, es algo que te pertenece”. La investigación de sus raíces musicales no terminó aquí: Melingo presta su voz a La Juventud, un tango nostálgico que evoca un amor perdido en una fría noche de invierno. “Yo siempre pensé que cuando un artista cambia radicalmente, tiene que meterse de lleno, no hacerlo porque sí”.

El reto más grande, sin embargo, ha sido tocar con Felipe Barrionuevo, su padre. “Siempre quise hacer algo con él, tener una grabación de los dos juntos para siempre.” Para hacerlo posible, recuperó una canción que compuso hace tiempo y que nunca editó, con ciertos aires folclóricos. “Me pareció perfecto, ya que mi padre es del norte de Argentina, donde el folclore está muy presente en los bares, en las reuniones entre amigos”. El deseo de Motorizado de inmortalizar para siempre su voz junto a la de su padre ha dado como resultado Un día no vas a estar, una zamba argentina que Barrionuevo canta con acento salteño.

A pesar de quedarse durante largas temporadas en Madrid, nunca ha pensado en mudarse fuera de su país, como hicieron los grandes rockeros argentinos de los noventa. “Celebro muchísimo que en los últimos años haya habido un intercambio mucho más fluido entre la música alternativa argentina y la española. El rock español me parece fascinante, tiene más humor y juega con el pop. El argentino es muy solemne…”, reconoce el cantante, que se declara un fan de primera fila de Guille Milkyway, que con La Casa Azul mezcla indie pop y disco. “Quizás, para una próxima colaboración”, puntualiza.

Antes de volver a Argentina y tocar en el Festival Fardo, Motorizado —acompañado por Felipe Quintas a los teclados y guitarra, que también grabó y mezcló el álbum; Pablo Mena a la batería y Diego Cendra al bajo— pasará por Sevilla, Granada y Murcia. Sin embargo, ya tiene billete de vuelta a España, esta vez para el festival Primavera Sound, con El Mató a un Policía Motorizado.

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