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Un homicidio sin culpables: archivado de nuevo el ‘caso Jimmy’ porque la nueva testigo no resulta “fiable”

Tras escuchar a la mujer que afirmó haber oído cómo un miembro del Frente Atlético se atribuía los hechos, la jueza considera que no hay indicios suficientes para inculpar a nadie

La hinchada del Deportivo reclama justicia para Jimmy, en una protesta en 2019.
La hinchada del Deportivo reclama justicia para Jimmy, en una protesta en 2019.

“Yo tiré a Jimmy al río, yo lo tiré”. Una mujer se presentó en 2017 ante la policía y aseguró que había escuchado a un miembro del Frente Atlético decir esto mientras veían el vídeo en el que Francisco Javier Romero Taboada, Jimmy, es arrojado al río Manzanares en 2014. Una juez de la Audiencia Provincial de Madrid acaba de archivar de nuevo esta investigación, al considerar que el relato de esta testigo “no es creíble ni fiable” y no hay indicios suficientes para acusar a nadie. Se trata de un nuevo cerrojazo a una causa, que ya se cerró en 2018 por falta de pruebas.

El homicidio de Jimmy, de 43 años e hincha del Deportivo de la Coruña, se produjo tras una paliza mortal de los seguidores ultras del Atlético de Madrid. Se trata de una muerte violenta que hoy sigue sin culpables condenados. Hasta cuatro jueces se han hecho cargo de estas diligencias. De hecho, es la segunda vez que se interroga a esta testigo después de que la investigación se archivara en 2018. Una nueva jueza consideró que no se había prestado suficiente atención en su momento a su declaración pero, tras escucharla, ha llegado a la misma conclusión. “El propio instructor hubo de apercibir a la testigo a decir la verdad desde el comienzo de su declaración ante las contradicciones en que iba incurriendo”, especifica el auto.

La testigo es expareja de un hombre que ya estuvo detenido en su momento como autor de los hechos y al que luego se dejó en libertad. La magistrada manifiesta su desconfianza acerca del relato de la mujer porque contó a la policía que le había escuchado afirmar esto al mismo tiempo que presentaba una denuncia por malos tratos contra el hombre. El auto reconoce que “la testigo ha manifestado su temor a posibles represalias”, pero también recalca que nada ha cambiado en estos años que pueda haber hecho desaparecer ese miedo y que por tanto no justifica el retraso en su testimonio.

Además, sentencia la magistrada, incluso en el caso de que ese hombre hubiese arrojado a Jimmy al río, tampoco se le podría acusar de homicidio, pues la autopsia dictaminó que la causa de su muerte fue la paliza previa. En concreto, por la rotura del bazo por los golpes, y no por ahogamiento en el Manzanares. El hincha del Deportivo aún tenía un hilo de vida cuando le rescataron del río.

La otra prueba por la que se había reabierto el caso fue un nuevo análisis del vídeo grabado desde la otra orilla en el que se ve la pelea y la caída de Jimmy. El nuevo estudio fue encargado por LaLiga, personado en la causa como acusación particular. La policía utilizó en un primer momento esta grabación como pieza fundamental para identificar y detener a cuatro sospechosos que finalmente fueron liberados.

La jueza se extraña en su auto del tiempo que ha transcurrido entre los hechos y el informe pericial aportado por LaLiga, lo que denomina como un “intento desesperado” por “dar cobertura” a las conclusiones de la policía. Para la magistrada, ya ha quedado probado que es imposible identificar a los participantes en la pelea por la baja calidad de los vídeos. Por eso, considera que no tiene sentido tratar de demostrarlo por “unos datos tan genéricos como el color de la ropa”.

A Jimmy lo mataron a palos en las inmediaciones del estadio madrileño la mañana del 30 de noviembre de 2014. Los hinchas gallegos de Riazor Blues habían llegado aquel domingo a Madrid en autobús para acudir a las 12.00 al encuentro —no calificado de alto riesgo— entre el Atlético y el Deportivo. Los ultras del Frente Atlético, de extrema derecha, esperaban a sus homólogos, de extrema izquierda, en la zona. Supuestamente, unos y otros, se habían citado por WhatsApp y acudían a la cita armados con porras, puños americanos, bengalas, y todo cuanto encontraron a su paso.

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