Almeida se olvida de Ciudadanos y se lanza de lleno a por la mayoría absoluta en 2023

El PP sigue feliz. Lleva dos días celebrando que recuperó la alcaldía de Madrid hace dos años. Hay tanta ilusión en las filas populares, que el equipo técnico del partido ha instalado este miércoles hasta una cámara aérea que cruzaba con un cable gigantesco la mitad del parque Eva Perón del distrito de Salamanca, donde celebraba otro acto de aniversario. La elección del lugar no ha sido casual. Aquí ganarían hasta sin presentarse. “Esto no es una cámara araña como la cruza el Bernabéu de lado a lado, pero es muy buena”, explica uno de los técnicos, que asegura que alquiler no llega a 1.000 euros. El objetivo aéreo ha sorprendido tanto, que hasta la secretaria general del partido en la región, Ana Camins, subió las escaleras de la entrada del recinto, miró al cielo y dijo sorprendida a sus acompañantes: “¿Y esto?, ¿nos han puesto una tirolina?”. Podría ser. Con el PP nunca hay que descartar nada.

El acto del aniversario ―el tercero en 24 horas― comenzó pasadas las 11.30 con el himno del PP en versión rock and roll. Cerca de 400 asistentes ―la mayoría jubilados― se levantaron de sus asientos y comenzaron a aplaudir a rabiar. Casi todos acudieron ataviados con la bandera de España en las muñecas, en las orejas, en las corbatas, en las camisetas. Los concejales, presidentes de los distritos, vocales y prácticamente toda la corporación municipal del partido se sentó en las primeras filas. José Luis Martínez-Almeida apareció junto al secretario general del partido, Teodoro García Egea, y la concejal de Cultura, Andrea Levy. Es un día de aniversario, pero el acto ha sido un mitin de campaña. El PP viene de ganar unas elecciones hace un mes, pero ya prepara las de 2023. El PP madrileño vive en una campaña electoral permanente.

El himno del partido se baja discretamente. Levy sube al escenario. Toma el micrófono. Bebe agua: “No solo celebramos la victoria de hace dos años [en realidad ganó Más Madrid y el PP tuvo que pactar con Ciudadanos y Vox], celebramos dos años de buena gestión del PP al frente del Ayuntamiento. Por eso, en las pasadas elecciones ganamos en los 21 distritos”. Se refiere a las autonómicas de Ayuso, a la que durante la mayor parte del acto obvian mencionar. “Es un acto del partido municipal y por eso no ha ido”, cuenta por teléfono un miembro del equipo de la presidenta regional. De pronto, un señor del público se pone en medio de uno de los pasillos para ver más de cerca el escenario.

―¡Fueraaaa!―, inquiere un señor desde la séptima fila.

El hombre del pasillo, incrédulo, porque es votante del PP y porque se ve increpado por otro votante amigo, guarda silencio y se echa discretamente a un lado. “Así, sí”, insiste el hombre increpador. En el PP siempre hay fuego amigo. Tras Levy, se subió al estrado Pío García Escudero, el presidente regional y hombre muy querido dentro de la militancia madrileña. “La pandemia ha pegado muy fuerte en Madrid, pero hemos descubierto el estilo Almeida. Un hombre que es capaz de hablar con los hosteleros e inventarse la terraza para ellos”, observó. La terraza, sin embargo, fue un empeño de Ciudadanos, su socio de Gobierno, a los que le deben recuperar la alcaldía que hoy celebran y de los que se olvidaron durante todo el acto. Ni una mención. Ni un guiño. Ni una alabanza. El PP aspira a recoger todos sus votantes cuanto antes. “El otro día nos faltó muy poco para lograr la mayoría absoluta en la Asamblea de la región”, dijo Escudero, “pero si hubiese sido en el Ayuntamiento, la sacaríamos”.

Y llegó el secretario general. Egea salió al escenario directísimo: “Tenemos al mejor alcalde de España”. Aplausos. “Siempre que el Ayuntamiento lo ha pasado mal, José Luis lo ha hecho bien. Con la borrasca Filomena y la borrasca Carmena”. Se hizo el silencio. El chiste no funcionó. Y volvió con el alcalde: “Almeida nos ha reconciliado con el PP porque con él Madrid tiene una luz distinta, mejor que con Carmena, quieras o no”, observó. “Es el referente de los alcaldes de España. La libertad—que antes era de Ayuso, pero ya es como un refrán en el PP— ha llegado a Madrid”.

Los jubilados y miembros del partido comenzaron a corear: “Alcalde, alcalde, alcalde”. Almeida salió al escenario y agradeció uno por uno la labor de sus concejales populares, no así de los de Ciudadanos, que también lo son. “Nos merecíamos una celebración de los dos años. En 2019 sacamos el peor resultado y gobernamos, y ahora vamos a conseguir una mayoría amplía de 2023”. Tras el escenario, una gigantesca pantalla de plasma lanza un vídeo del PP: “Han sido dos años de superación. Para nosotros cada calle, cada persona, cada árbol ―cada árbol, sí— es capital. Cumplimos. Madrid es capital”. Aplausos.

Tras el acto, de poco más de una hora, Almeida se quedó en las escaleras del escenario durante más de 15 minutos. Todos los asistentes querían un selfi con él, como cuando una pareja de novios se fotografía con los invitados en la Iglesia. “Conmigo, alcalde”, “con mi hijo”. “Conmigo, Almeida”. Y Almeida, cómodo en todo momento, les contestaba: “¡Qué alegría verles, están mejor que yo!”.

Suscríbete aquí a nuestra nueva newsletter sobre Madrid.