León reclama su leguario de Nuevos Ministerios

Un monolito de más de un metro de altura indica que solo faltan tres leguas para llegar a León, unos 14,48 kilómetros al cambio. Un par de horas a paso ligero si no fuese porque la señal de piedra miente o, más bien, no está del todo bien colocada. Su ubicación, en el paseo de la Castellana de Madrid, se encuentra a 337 kilómetros de la ciudad leonesa, una distancia excesiva para la Unión del Pueblo Leonés (UPL), un partido localista que defiende la independencia respecto a Castilla de este territorio. Este partido no entiende que este “patrimonio” se encuentre en la capital y ha reclamado, sin saber exactamente cómo acabó en Madrid, que sea devuelto a su origen.

El leguario, que se utilizaba antaño para marcar la distancia en leguas entre distintos lugares y que dice exactamente “A León a 3 leguas”, se puso inicialmente en La venta de la tuerta, una antigua posada en Garrafe de Torío (León) en la carretera nacional N-630. La distancia respecto a la urbe encaja con esta marca de piedra. Una placa que acompaña al monolito así lo precisa y añade “Ruta de la Plata y León”, argumento más que suficiente para que UPL haya solicitado que abandone la Castellana y vuelva a casa.

La petición llega sin conocerse muy bien qué pinta un leguario leonés frente al edificio ministerial madrileño. El portavoz de UPL en el Ayuntamiento de León, Eduardo López Sendino, comenta que no hay un argumento aparente para justificar que el leguario se halle en unos jardines de Madrid. “No parece el lugar más adecuado”, destaca, y recurre a un latinajo como in illo tempore (en otros tiempos) para entender que el monolito fuese en su momento construido por un ministerio y pudiese ser desplazado a ese emplazamiento, pero este motivo no le vale para que la señal siga sin formar parte del “patrimonio histórico” de León, ya sea en la ciudad o en la provincia. Los leonesistas piden que el bloque de piedra recale en un lugar donde sea valorado y no sea un mero adorno en un jardín sin que la gente tenga “ni pajolera idea sobre ello”. Las estimaciones históricas apuntan a que se instaló en la vía en el siglo XVIII o XIX porque en el siglo pasado se incorporó el sistema métrico decimal y se abandonaron los antiguos métodos de medidas.

Sendino explica que tuvieron constancia de la presencia de este hito tras el contacto de un “simpatizante”. La teoría que manejan es que cuando se mejoró la carretera general León-Asturias se ensanchó la calzada, se retiró el leguario y lo transportaron a Madrid. La dictadura de Franco, añade, no daba pie a réplica si se decidía arbitrariamente mover el patrimonio. “Al menos no acabó en un vertedero”, se consuela el político. La formación ha emplazado al PSOE, que gobierna en el Consistorio, a que tramite las gestiones para recuperar el anhelado monolito como “recuerdo de un pasado de caballerizas y carretas y que servía, indudablemente, de ánimo y señalización de la proximidad de la ciudad de León”. Los tiempos han cambiado y no quedan caballerizas y carretas sino ruidosos coches y peatones más pendientes del teléfono móvil que de este vestigio leonés.

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