Las exparejas del Rey del Cachopo dibujan el perfil de un hombre “manipulador, mentiroso y agresivo”
Tanto la exmujer y madre de la hija de César Roman como la novia que tuvo justo antes de Heidi reclaman declarar sin ver al acusado, que ha pedido perdón por su actuación en la sesión anterior mientras hablaba la madre de la víctima
Natividad R., exmujer de César Román, el Rey del Cachopo, y madre de su hija ha narrado en la cuarta sesión del juicio por el asesinato de Heidi Paz el infierno que vivió con el acusado los 14 años que compartió con él. “Mentía muchísimo, era muy celoso, es una persona manipuladora, agresiva. Por supuesto que tengo miedo de que sepa dónde vivo”, ha respondido a las preguntas del abogado de la familia de la víctima. Lo mismo ha relatado Sara L. que tuvo una relación durante seis meses con Román antes de que empezara a salir con Heidi Paz, la mujer cuyos restos aparecieron en la nave del acusado. Ambas han pedido que un biombo las separara de Román para no tener que verle.
“Desde que empecé a salir con César él siempre aparecía donde yo estaba. Yo salía del trabajo con mis compañeros y estaba ahí. Si yo quedaba con cualquier amigo, se presentaba donde yo estaba, él decía que era casualidad”, ha explicado Natividad. La exmujer de Román ha tenido que interrumpir su testimonio varias veces por la dureza de lo que contaba. “Me decía que me acostaba con todos, que era una zorra, llegó a tirar a mi sobrina de un taxi en marcha. Hay muchas cosas que he tenido que olvidar”, ha señalado. Natividad ha relatado una ocasión en la que el Rey del Cachopó le arrojó una bombona de butano. “Como no me dio, me refugié en el coche y entonces rompió el retrovisor”. Eso sucedió cuando la pareja vivía en Málaga, de donde Román también desapareció tras dejar de pagar a los empleados del bar que regentó allí.
César Román, que no pierde detalle desde la cárcel de todo lo que se dice de él en los medios de comunicación, ha pedido perdón al inicio de la sesión por los aspavientos que había realizado en la jornada anterior, cuando declaró la madre de la víctima. “Parece que mis gestos se han tomado como ofensivos, no era mi intención faltar al respeto a nadie y pido disculpas sinceramente”. Este jueves ha evitado ser tan expresivo, pero sí ha arqueado las cejas en algunos momentos de la sesión. No ha dejado de apuntar en un papel y de hablar con su letrada. El Rey del Cachopo vestía una camiseta blanca ajustada que dejaba ver que ha recuperado los diez kilos que perdió mientras estuvo oculto en Zaragoza, donde fue detenido dos meses después de asesinato de Heidi Paz.
La exmujer de Román también ha contado que en la primera quincena de julio, un mes antes de la muerte de Paz, un intermediario de la pareja le dijo que César no podía quedarse con la niña que tienen en común, como le correspondía por los términos de custodia. Tampoco se la llevó el 1 de agosto, cuando volvía a tocarle. “El día 13 me llamó (el intermediario) para decirme si podía quedársela la segunda quincena, pero dos días después dejó de contestar y no volví a saber de él”, ha añadido. El 13 de agosto de 2018 fue cuando la policía halló los restos de Heidi Paz.
El mismo perfil ha dibujado Sara, la última pareja que tuvo el Rey del Cachopo antes de comenzar su relación con Heidi Paz. “Miente muchísimo. Es la persona perfecta para hacer lo que quiera con quien quiera, te dice en todo momento lo que quieres oír. Yo ahora lo pienso y no me reconozco cuando estaba con él”, ha asegurado. La mujer ha insistido en que Román era una persona capaz de anular a su pareja: “He llegado a la conclusión de que no sé con qué persona he estado conviviendo, no le conozco”. “¿Usted tiene miedo de él?”, le ha interrogado el abogado de la acusación. “Me fui a vivir a 200 kilómetros de Madrid cuando lo dejamos y he pedido un biombo porque no lo quiero ver, no sé si eso contesta a su pregunta”, ha respondido.
Sara y César comenzaron a salir a finales de 2017 tras conocerse a través de Facebook, una red social a la que el Rey del Cachopo estaba enganchado. Al poco tiempo, se fueron a vivir a un chalet en el que la mujer, gran amante de los animales, tenía varios perros adoptados. “De repente todos empezaron a desaparecer en extrañas circunstancias. A una le pegó hasta romperle la mandíbula porque le molestaban los ladridos”, ha relatado. El empleado de mantenimiento Adrián I. ha admitido que fue testigo de este episodio. Un hecho por el que tuvo que declarar a principios de 2019, cuando ya estaba detenido por el asesinato de Heidi Paz.
La mujer también ha recordado que un día que llegó una hora tarde a una cita que tenía con Román, lo encontró iracundo. “Se montó en el coche y empezó a dar golpes tremendos contra el salpicadero y a gritarme sin parar. Yo no paraba de llorar y su hija, que iba detrás le pedía que dejara de insultarme”, ha apuntado. Sara ha especificado que su relación terminó cuando se arruinaron y tuvieron que dejar de vivir juntos porque no podían pagar un alquiler. “Nos empezamos a distanciar y ya me enteré de que había empezado con Heidi”, ha señalado. La abogada del Rey del Cachopo ha hecho notar al tribunal que no veía pertinentes estos testimonios para juzgar el asesinato de la última novia de su defendido.
En la sesión de hoy también ha declarado Juan Miguel M. otro de los empleados, que ha explicado que la mañana del día en que fue hallado el cadáver de Heidi Paz estuvo tomando un café con Román y que este le habló de ella e incluso le enseñó una foto en el móvil. Poco después, se esfumó.
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