El adelanto electoral obliga a los partidos de Madrid a un cambio radical de estrategia

El adelanto electoral convocado ayer por Isabel Díaz Ayuso encontró en fuera de juego a casi todos los partidos de la oposición. El PSOE daba por seguro que Ángel Gabilondo no repetiría como candidato en 2023, y ahora tiene que decidir qué hace. Más Madrid está en plena crisis tras la salida de cuatro concejales carmenistas en el Ayuntamiento, y afrontaba un proceso de lenta consolidación de su estructura tras la marcha de Íñigo Errejón y Manuela Carmena. Podemos e IU tendrán que decidir si vuelven a presentarse juntos, una operación que solo resolvieron en el último segundo en 2019. Y Cs deberá evaluar si Ignacio Aguado puede ser cabeza de cartel tras el abrupto fin del Gobierno.

“He venido a servir a los madrileños y si los ciudadanos y los votantes quieren, seguiré aquí”, dijo el líder de Cs durante una entrevista en la cadena Ser, ofreciéndose como cabeza de cartel.

Otras formaciones no tienen tan claro cómo afrontarán las elecciones del 4 de mayo, si es que finalmente se celebran.

El PSOE, por ejemplo, ya daba por hecho que Gabilondo no repetiría como aspirante en las elecciones de 2023, pese a ser el primer candidato socialista en ganar en Madrid desde 1987. La dirección socialista había empezado un sondeo con vistas a dar a conocer a su nuevo cabeza de cartel antes de fin de año, y aprovechando la celebración del congreso del PSM. Visto el éxito del exministro Salvador Illa en Cataluña, donde el extitular de Sanidad ganó las últimas autonómicas, los socialistas madrileños aspiraban a convencer a algún político con tirón nacional y raíces madrileñas. Todo ese planteamiento salta ahora por los aires, y deja el futuro de Gabilondo rodeado de incógnitas.

Lo mismo pasa con Más Madrid. Con Íñigo Errejón, su anterior aspirante, ya en el Congreso de los diputados con Más País, todo apunta a que la diputada Mónica García sería la número uno de su lista. El partido, sin embargo, se ha quedado sin tiempo para afrontar el proceso de consolidación que ambicionaba tras aparecer de la nada para presentarse a las elecciones de mayo de 2019. Sus estructuras aún están por cimentar, y la vida interna del partido está alterada por su propio terremoto: la salida de cuatro concejales vinculados a Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid.

El reto tampoco es menor para la coalición de Unidas Podemos IU Madrid en Pie. En 2015, la izquierda no logró el poder porque IU se presentó sola, obtuvo 130.000 votos y no consiguió entrar en la Asamblea, lo que permitió que el PP y Cs sumaran para hacer presidenta a Cristina Cifuentes. Ese precedente no facilitó una solución en 2019: noqueados por la aparición de Más Madrid, Podemos e IU no alcanzaron un acuerdo para acudir conjuntamente a los comicios hasta el último segundo. Que repitan ese pacto ahora, o no, puede marcar el desenlace de los comicios.

Quienes no tienen dudas son el PP y Vox. Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio personifican los dos proyectos y han coincidido en apostar por el adelanto electoral. Su objetivo, además es compartido: lograr los suficientes votos para formar Gobierno sin depender de Ciudadanos.