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Vox reclama que la Alhóndiga de Getafe sea declarada BIC

El último edificio de Miguel Fisac quedó dañado por el colectivo de arte urbano Boa Mistura en septiembre, por encargo del consistorio

A la izquierda, parte no pintada de la Alhóndiga de Getafe. A la derecha, parte del edificio tras la intervención de Boa Mistura.
A la izquierda, parte no pintada de la Alhóndiga de Getafe. A la derecha, parte del edificio tras la intervención de Boa Mistura.David Expósito

Vox pone contra las cuerdas al PSOE por el caso de la pintada de Boa Mistura en el polideportivo de la Alhóndiga de Getafe: acaba de introducir en la Asamblea de Madrid una Proposición No de Ley (PNL) para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) el último edificio construido por Miguel Fisac y dañado por el colectivo de arte urbano el pasado septiembre por encargo del consistorio.

La propuesta pone en marcha una nueva guerra cultural en la que Vox pretende enfrentar al equipo socialista de la Comunidad con el de la Alcaldía getafeña. La alcaldesa Sara Hernández no ha cedido ante las reivindicaciones sociales que le han reclamado limpiar la colorista intervención de Boa Mistura y devolver las fachadas de hormigón a su estado original. La comunidad arquitectónica ha mostrado su repulsa, las asociaciones de patrimonio también y los coautores del proyecto ultiman la denuncia que presentarán la próxima semana, como aclaran a este periódico, contra la alcaldesa por la destrucción de la piel original del edificio.

La pelea ha terminado trascendiendo a la Asamblea de Madrid, donde el portavoz socialista de cultura es Juan Miguel Hernández León, afamado arquitecto y presidente del Círculo de Bellas Artes, que concedió a Miquel Fisac la Medalla de Oro del Círculo en 1999, el año en el que el Ayuntamiento de Madrid, entonces gobernado por José María Álvarez del Manzano (PP), no impidió la destrucción del emblemático edificio La Pagoda. Hernández León, amigo personal de Fisac, tendrá que responder el próximo martes al envite de Vox, salvar el patrimonio del arquitecto que considera “imprescindible” para comprender el relato de la modernidad de la historia de la arquitectura española y hacer rectificar a la alcaldesa Sara Hernández y al concejal de Cultura, Luis José Domínguez Iglesias, quien dijo a este periódico que el edificio es del Ayuntamiento y no tenía intención de revertir la pintura.

Hernández León adelanta que han registrado este viernes una enmienda de sustitución a la PNL de Vox, para que la Asamblea inste al Consejo de Gobierno a incoar la Alhóndiga como Bien de Interés Patrimonial (BIP). Es un grado de protección menor que el BIC, pero muy alto. El Teatro Albéniz está declarado BIP. Es una protección de la que carece el edificio en estos momentos y en cuanto fuera incoado como tal pasaría a ser custodiado por la Consejería de Cultura. Entonces Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura, podría reclamar a la alcaldesa cuestionada la restauración profesional del edificio.

El polideportivo de la Alhóndiga, en una imagen de 2004.
El polideportivo de la Alhóndiga, en una imagen de 2004.

Hace un mes, en pleno municipal de Getafe, el PSOE rechazó limpiar el edificio de Fisac alegando que “no es una obra singular, porque la construcción es de carácter ordinario”. Es decir, un polideportivo no podía ser entendido, según el concejal, como un hito arquitectónico, a pesar de que suele ser visitado por alumnos de arquitectura de escuelas internacionales. En aquel pleno Vox se abstuvo de la propuesta del PP que instó a la alcaldesa a revertir la estridencia colorista que ha dañado la fachada. También se abstuvieron Podemos y Más Madrid.

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A favor de la protección

Jazmín Beirak, portavoz de cultura de Más Madrid en la Asamblea, adelanta una postura distinta a la del grupo municipal: “Vamos a registrar una enmienda para declarar el conjunto BIP, porque creemos que es un edificio que hay que proteger, aunque no como BIC. Es muy importante que no se protejan solo iglesias, también debemos cuidar polideportivos como éste”. Sobre si hay que devolverlo a su estado original prefiere no posicionarse en ese debate. El PP, explica el diputado Pedro Corral, defenderá la declaración BIP “porque una piscina cubierta no puede tener la misma protección que la Catedral de Burgos”, y reclamará a Getafe una rectificación para que incluya la Alhóndiga en el catálogo de sus edificios protegidos.

Ciudadanos no quiere adelantar el sentido de su voto, pero aclara que “el edificio debe ser restituido a su estado original, aunque el daño ya está hecho debido a la absoluta negligencia de la alcaldesa de Getafe, que ha sido señalada por el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España”. Hace una semana, en la última Comisión de Cultura, Elena Hernando, directora general de Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura, mostró su “desaprobación y rechazo a la actuación cometida por el Ayuntamiento de Getafe”. Apuntó también que Marta Rivera de la Cruz envió una carta en octubre a Sara Hernández para manifestarle su rechazo a la intervención e instando a la recuperación original del inmueble. Hernando declaró que no debería haberse acometido esta intervención, pero también señaló que el edificio “no cumple con los requisitos para ser declarado dentro las categorías que la ley reserva para los bienes más relevantes del patrimonio histórico de la Comunidad de Madrid”.

Por su parte, los coautores del edificio de Fisac, Sara González, Blanca Aleixandre, Fernando Sánchez-Mora y Leonardo Oro, explican a este periódico que la propuesta de la declaración de protección les parece bien, porque “serviría para devolver al edificio su aspecto original y también para proteger la arquitectura contemporánea de la Comunidad”. Creen que los arquitectos relevantes del siglo XX, aunque no estén en un catálogo, deberían formar parte del patrimonio y “ser protegidos de ocurrencias o intervenciones que no son necesarias”.

Una piel única

La incansable capacidad de Miguel Fisac, Premio Nacional de Arquitectura 2003- para utilizar el hormigón concibió este bloque de la Alhóndiga como una estructura de luz cenital, con seis vigas de 51 metros de longitud que la cierran y vuelan sobre las fachadas. La manera en la que empleó su material era marca propia y calificó la realización de este proyecto como “una ejecución impecable”. Pero es el exquisito tratamiento de su fachada lo que destaca sobre todo el conjunto, porque en su extrema preocupación por el brillo y la textura del hormigón hizo crear unos paneles prefabricados exclusivos, que ya no podrán ser reemplazados porque los moldes ya no existen. Era el acabado que Fisac quería. En 2006, en la revista Formas de Arquitectura y Arte, deja escrita su intención acerca de la expresiva fachada en gris: “El color se lo añaden las camisetas de los jugadores en movimiento”.


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