La pregunta del millón: ¿de dónde saldrán los médicos del nuevo hospital de Ayuso?
Faltan solo cinco días para el fin de la obra y aún es un misterio qué hará la Comunidad de Madrid para cubrir la plantilla
El tiempo corre y el enigma sobre la plantilla del nuevo hospital para la pandemia en Madrid continúa. La Comunidad recibe la llave de las empresas constructoras este sábado pero a última hora del lunes nadie había revelado aún de dónde saldrán los sanitarios. Sí sabemos que el hospital abrirá algún día de noviembre: “Acabamos la obra el 31 (de octubre), metemos camas y equipamientos que ya tenemos listos en pocos días y ahí terminamos los de infraestructuras y arranca la parte asistencial. Días”, responde el director general de Infraestructuras Sanitarias, Alejo Miranda de Larra.
Pero la pregunta sobre el personal no la conoce ni la presidenta Isabel Díaz Ayuso a pesar de que se ha involucrado de lleno en el marketing del hospital: ella hizo el anuncio y se hizo la foto el 8 de junio, volvió a la obra el mes siguiente y de nuevo la visitó el viernes pasado. Este domingo en una entrevista en Telemadrid dijo que la plantilla estará formada por sanitarios de otros hospitales, pero no entró en detalles porque, añadió, ella no es la responsable de recursos humanos de la Consejería de Sanidad.
“La proeza de construir en tan solo tres meses (son cuatro en realidad) un hospital que va a sorprender al mundo es lo que a mí me debe ocupar”, explicó ella.
Según Ayuso, la persona que tiene “la letra pequeña” que a ella no le compete es la directora general de recursos humanos. Ese puesto lo ocupa Raquel Sampedro, que a pesar de las críticas a la presidenta por evadir el tema, no dio la cara este lunes para informar de su plan de personal para el hospital y de ese modo cubrir esta clamorosa laguna informativa. Un portavoz de la consejería de Sanidad declinó este lunes una petición de este periódico para entrevistar a Sampedro y remitió a declaraciones del consejero Enrique Ruiz Escudero en las que sigue sin concretar cosas tan básicas como cuánto personal tendrá el nuevo centro o qué especialidades ocuparán.
“Lo que pretendemos es que el personal de los hospitales que ya conozca bien cómo es el funcionamiento de este hospital, puesto que es un modelo de hospitalización totalmente distinto, se va a poder activar y realizar una actividad complementaria”, dijo Escudero en Antena 3 según palabras recogidas por la agencia Europa Press. “De manera paralela también se reforzará en esos hospitales de donde salga ese personal”.
Sampedro podría desvelar su plan de recursos humanos este miércoles a la mesa sectorial de sanidad, la reunión mensual con los cinco mayores sindicatos médicos. Pero durante los cuatro meses de construcción ha esquivado una y otra vez la pregunta de los representantes sindicales. Este lunes recibieron el orden del día de la reunión del miércoles a las 12:00 y por fin la Comunidad ha incluido un punto llamado “información sobre el hospital Isabel Zendal”. Así se llama este nuevo centro que tiene el nombre de la enfermera española que se considera fue la primera en tomar parte en una misión humanitaria internacional.
Temen que el proyecto de Ayuso va a suponer desvestir un santo para vestir otro, lo mismo que sucedió mientras operó el hospital de campaña del Ifema, durante la primavera. Ahora, Madrid se enfrenta a una segunda ola menos arrolladora pero más constante que está dejando exhaustos a sus médicos y enfermeras. Se preguntan si otro servicio podría verse mermado por culpa del nuevo hospital. La apertura del Ifema supuso el cierre de los 37 servicios de urgencia de los centros de atención primaria. Siguen cerrados más de siete meses después.
El problema de la Comunidad es que lleva meses luchando por encontrar sanitarios para reforzar un sistema de salud pública al que se le han visto las costuras durante la pandemia. Los sindicatos critican que los madrileños pagan ahora más que nunca las consecuencias de los años de recortes. La presidenta se defiende diciendo que en España faltan médicos pero los sindicatos reponen que durante la pandemia se ha producido un éxodo de sanitarios hacia otras comunidades que pagan mejor. Las bolsas de empleo del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) tenían a decenas de miles de candidatos antes de la pandemia pero el Gobierno regional solo ha reclutado a 7.869 nuevos sanitarios. El Sermas ha pasado de 73.815 profesionales en febrero, incluido personal de gestión, a 81.684 a 30 de septiembre.
Una incógnita clave es conocer el tamaño de la plantilla del nuevo hospital. Va a tener algo más de 1.000 camas de hospitalización, 48 para UCI y críticos. Es una capacidad parecida a la que tuvo el hospital de campaña de Ifema. Eso lo convertirá en uno de los mayores hospitales de la Comunidad. El Hospital de la Paz tiene algunas camas más y más de 6.700 empleados en plantilla. Pero el Isabel Zendal necesitará menos personal porque no es tan complejo. Se trata de un hospital monográfico, que en principio según la Comunidad se dedicará por ahora enteramente al tratamiento de la covid-19.
La Comunidad ha dicho que la reorganización será voluntaria pero los sindicatos dudan de que los sanitarios fijos acepten su traslado fácilmente.
Pero desde luego lo que no va a pasar es el ridículo de que el hospital abra sus puertas en noviembre sin personal, según los sindicatos. El Gobierno regional tiene varias opciones para salvar la cara.
Una es contratar a nuevos facultativos que no cumplan con los requisitos habituales de la ley, gracias a la habilitación aprobada en un real decreto ley del 29 de septiembre al que se opuso el Partido Popular de Ayuso. Las comunidades pueden ahora reclutar a sanitarios extracomunitarios o sin MIR. La Comunidad también puede recurrir a lo que Amyts tacha de “militarización” del personal: el traslado forzoso de sanitarios. Es otra opción contemplada en esa nueva norma. Los sanitarios de toda España llevan semanas protestando contra estas dos reformas porque, entienden, precarizan la profesión médica.
Pero la salida más probable es enviar al Isabel Zendal a parte de los casi 8.000 refuerzos de la pandemia contratados eventualmente. Tienen menos capacidad para oponerse. “Cuando tú eres eventual te conviene obedecer para que te sigan llamando”, dice Julián Ordóñez, portavoz de sanidad de UGT Madrid. También lo ve así Julián Ezquerra, secretario general del sindicato médico Amyts: “Son los mas débiles y por miedo serán ‘voluntarios forzosos’”.
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