_
_
_
_
CAPITAL SALVAJE
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El aire que respira el búho

Madrid tiene más de cien especies de pájaros censados. Durante el estado de alarma, fue más fácil ver buitres leonados, milanos reales...

Panorámica de Madrid tomada desde la Casa de Campo, en las cercanías de Pozuelo de Alarcón, el pasado 18 de abril.
Panorámica de Madrid tomada desde la Casa de Campo, en las cercanías de Pozuelo de Alarcón, el pasado 18 de abril.Ricardo Rubio (Europa Press)
Diego Torres

El estado de alarma fue malo para la vida social y bueno para la vida silvestre. Los piéridos, las mariposas blancas que eclosionan en primavera, volaban con más rabia que nunca coincidiendo con esos días en que el aire de Madrid dejó de oler a queroseno quemado. Entre marzo y abril, los medidores de dióxido de nitrógeno de la Red de Vigilancia de la Calidad del Aire reflejaron que la concentración de este veneno en la atmósfera de la ciudad cayó un 59%.

Los pájaros siguieron a los invertebrados. El ornitólogo Raúl Urquiaga se pasó el confinamiento asomándose por la ventana de su casa en el casco antiguo, para vigilar la franja de cielo que se abría sobre su calle. “Hice observaciones que no había hecho en mi vida dentro de Madrid”, advierte. “Un día pasaron de forma lineal como 30 buitres leonados. Uno detrás de otro, a unos cien metros de altura. Todos los días se veían cuatro o cinco milanos negros. Lo mismo con los milanos reales. Y algún cernícalo vulgar y alguna rapaz más grande que no me dio tiempo de identificar. Creo que no nos fijamos bien en las aves que pasan por nuestras cabezas a diario porque orientamos nuestra mirada al suelo”.

Santiago Soria, jefe del servicio de Jardines y Parques de Patrimonio Nacional, se ufana tranquilamente del fenómeno de la biodiversidad. “Madrid tiene más de cien especies de pájaros censados, que es lo que tienen muchos países de Europa”, observa. “En Madrid se ha visto el águila imperial, porque anida en El Pardo. Y tenemos halcón peregrino, con ocho o diez nidos dentro del núcleo urbano. ¡Y búho real! Los búhos han venido de los montes cercanos, han encontrado un buen cazadero, y anidan aquí”.

En eso, el menú de Madrid, es rico. Ratas nunca faltan, con o sin dióxido de nitrógeno, y los búhos reales, que no se mueven por una mariposa, llegan a pesar tres kilos. Demasiado para la rama de un árbol. “Es un bicho impresionantemente grande”, dice Soria. “Anida en teoría en rocas. Pero un edificio alto, plano y de poco acceso con una terraza o terracina, eso para un búho… es una roca. Anidan en los edificios como si estuvieran en gigantescas rocas de la Sierra, como si estuviéramos en las peñas buitreras de La Granja o en el Yelmo”.

La discreción de la Sociedad Española de Ornitología nos impide saber el domicilio exacto de estos carpantas noctámbulos. Pero una cosa es cierta: a poco que se limpia un poco su perceptible aire tóxico, la villa amenaza con convertirse en una selva.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_