El 65% de las aceras de Madrid no permite mantener distancia interpersonal de dos metros

En las recomendaciones del Gobierno para las personas que tienen que seguir saliendo a trabajar pese al estado de alarma y también de cara a los paseos con menores de 14 años se incluye la de “guardar la distancia física de un metro y medio a dos metros”. No sería un límite siempre asumible en la mayor parte de la ciudad de Madrid. El 65% de las aceras de la capital tienen menos de 3,5 metros de ancho y no permitirían mantener la distancia interpersonal de dos metros, según el análisis de la compañía tecnológica de geointeligencia, Inspide, que ha lanzado una herramienta de consulta gratuita con el ancho de las aceras en cada punto de la ciudad a partir de los datos del Ayuntamiento de la capital.

La idea de los creadores de esta herramienta es mostrar si es posible transitarlas siguiendo las recomendaciones de distancia interpersonal de dos metros entre los ciudadanos. “Estamos viendo cuántas cumplen y la verdad es que no muchas”, reconoce Juan José Cabrera, CEO de Inspide. Sus datos revelan que el número de metros lineales de aceras que no cumplen las recomendaciones de distanciamiento en caso de cruce (menor a 3,5 metros) representan el 65,6% del total de la ciudad, y “un 9,8% ni siquiera son accesibles para una silla de ruedas” (menor a 1,2 metros).

El ancho de las aceras está representado por colores que van desde el amarillo de las más estrechas hasta el morado de las que permiten guardar mayor distancia, además de especificar lo que miden. Al posarse sobre la acera aparecen tres iconos para saber si su amplitud es la adecuada: el primero representa la distancia entre dos adultos, el segundo la distancia entre un adulto acompañado de un menor y otro adulto, y el tercero la de dos adultos acompañados de menores. Así, la herramienta marca en rojo la figura que no puede respetar la distancia recomendada en ese punto.

“Vemos muchísimo amarillo, sobre todo en los barrios donde la renta es menor”, indica Cabrera. Desde su mapa se advierten zonas enteras donde los residentes no cuentan con ninguna alternativa para ir al supermercado o la farmacia por una acera que les asegure mantener el distanciamiento recomendado en caso de cruzarse con otro transeúnte, con El Goloso, Ensanche de Vallecas y Valdebernardo encabezando la lista de los barrios con las calles más estrechas. “La M-30 es una barrera física, los que están al otro lado son sistemáticamente amarillos. Esperamos que la gente que puede tomar decisiones se pueda apoyar en datos objetivos y no lanzar medidas porque sí, que sean conscientes", añade Cabrera.

Se trata, agrega, de “una palanca para que los ciudadanos tomen decisiones objetivas sobre dónde ir y si se van a sentir cómodos”. Por ejemplo, explica, “si vas a buscar un supermercado y tienes que hacer cola en la puerta, te dice si la vas a hacer en una calle en la que te sientas cómodo como usuario o es una acera muy estrecha y decides irte a otro sitio para realizar la compra”.

Tras el anuncio de las futuras ampliaciones de terrazas en Madrid, asegura que también puede servir para conocer si son recomendables esos metros de más. “Es tanto para el ciudadano como para la administración pública. Si tienen que hacer más anchas las terrazas, las comunidades de vecinos o responsables del barrio pueden verlo y decir ‘oye, tenéis que ampliar esta acera’”, indica.

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