La Xunta de Galicia pide evitar las actividades al aire libre por el humo de los incendios de Portugal

Por segundo día consecutivo, buena parte de Galicia —incluso el norte de la costa atlántica de la comunidad— no ha visto más que una luna llena y un sol rojizos sobre un cielo encapotado y no ha respirado otro olor más que el del humo. Si este miércoles al mediodía las estaciones meteorológicas lanzaban un mensaje de tranquilidad, desde la mañana de este jueves emiten señal de alerta por la calidad “mala” y “muy mala” del aire en más de media docena de puntos de medición. En especial, esta situación se hace sentir en Vigo y su entorno, la mayor área urbana de Galicia, al sur de Pontevedra, ya que la masa de humo contaminante procede directamente de los fuegos que están arrasando Portugal, declarada en estado de calamidad desde el miércoles. Ante los pronósticos desfavorables, la Xunta de Galicia ha recomendado evitar las actividades al aire libre, en especial el deporte intenso; cerrar puertas y ventanas; y tratar de mantener el ambiente húmedo en las casas. Muchos vecinos de Vigo han vuelto hoy a sacar las mascarillas que usaban a diario durante la pandemia.

Según MeteoGalicia, el organismo público encargado de las mediciones, las estación del barrio vigués de Coia y la que se localiza el las inmediaciones de la fábrica de Stellantis, al este de la ciudad, se encuentran en situación “muy mala” por la alta concentración de partículas contaminantes PM10 y PM2,5 (en referencia a su tamaño en micras), relacionadas con el humo de los incendios forestales. Otras estaciones viguesas alertaban del estado “malo” del aire al igual que la de Areeiro, en Pontevedra, al tiempo que mucho más al norte, en los puestos de medición de Cee y Dumbría (oeste de la provincia de A Coruña), los resultados eran también “muy malos” según los datos difundidos por Meteogalicia.

El cielo, que el miércoles estaba cubierto de humo también a la altura de la comarca de Santiago, amaneció opaco este jueves en la ciudad de A Coruña y los municipios limítrofes. No obstante, y aunque en Pontevedra y Ourense había estaciones en situación calificada “regular, la mayoría en la comunidad seguían dando un resultado “favorable” o “bueno” esta mañana, a la espera de la llegada de una masa de aire africano que hace prever a los meteorólogos un posible empeoramiento de la situación por incremento de partículas en suspensión.

Tanto MeteoGalicia como la Consellería de Sanidade de la Xunta piden seguir una serie de recomendaciones para la proteger la salud de la población. Numerosos centros educativos se han sumado ya al consejo de no practicar actividades al aire libre y han suspendido los deportes en el exterior. En los inmuebles, la Xunta pide cerrar las puertas y ventanas para evitar la entrada de polvo, y mantenerse en ambientes húmedos e hidratarse, sobre todo en el caso de la población de riesgo.

Meteogalicia explica que el tamaño de las partículas (PM) determina la peligrosidad de polvo para la salud. Las de 10 micras (PM10) producen síntomas como irritación en los ojos, nariz, boca y garganta. Las menores, de 2,5 micras, tienen capacidad de introducirse en los pulmones y en el torrente sanguíneo lo que puede llegar a desencadenar una disminución de la capacidad para respirar, tos, palpitaciones o fatiga. En los barrios que rodean las estaciones donde la calidad es muy mala, con partículas PM2,5, Meteogalicia advierte de que las condiciones son de “emergencia para la salud pública” y que “la población entera puede verse seriamente afectada”. Más allá del grado de calidad “muy mala” existe otra calificada como “pésima” que no se ha detectado en ninguna estación gallega.

Al mismo tiempo que Portugal lucha contra los devastadores fuegos que se han cobrado ya varias vidas, Galicia trata de hacer frente a las llamas de varios incendios en las cuatro provincias. El fuego se ha cobrado en torno a 500 hectáreas esta semana entre los incendios declarados en los ayuntamientos de A Gudiña, Chandrexa de Queixa, Cerdedo Cotobade, Palas de Rei o Toques.