A Coruña declara la emergencia sanitaria por la basura acumulada en las calles

Sube la tensión en la guerra de la basura que se libra en A Coruña. La alcaldesa, la socialista Inés Rey, ha firmado esta mañana el decreto que declara la emergencia sanitaria y contratará a una empresa para retirar las montañas de desperdicios que se acumulan en las aceras. Los paros parciales que realizan los trabajadores de la recogida de residuos desde hace casi un mes han llenado las calles de desechos y malos olores. También se han sucedido peligrosos incendios nocturnos en contenedores que han afectado a edificios de viviendas, locales comerciales y vehículos estacionados. Ya van unos cien depósitos quemados.

Pese al paso dado por el Ayuntamiento, los trabajadores de la concesionaria PreZero mantienen la convocatoria de huelga indefinida desde el domingo, según ha confirmado a este periódico su portavoz, Alfonso Seijo. “Es algo más que una huelga, es un chantaje a una ciudad que lleva aparejados actos de extrema violencia, actos vandálicos”, ha subrayado Rey tras rubricar el decreto. La medida de urgencia adoptada por el gobierno local, que entrará en vigor este lunes a las 15.41 horas, permite al Ayuntamiento encargar la limpieza a una compañía ajena a la adjudicataria del servicio “por las consecuencias para la salud pública”.

La retirada de los residuos no será inmediata debido a los plazos que exige el proceso de contratación. Rey ha explicado que hasta las 10 horas de este miércoles podrán presentar ofertas las compañías interesadas, que deberán demostrar que tienen medios para iniciar este servicio de urgencia de forma inmediata. Tendrán que aportar 13 vehículos y 32 operarios. Es la segunda vez que la alcaldesa declara la emergencia sanitaria en la ciudad por una huelga de basuras. La anterior fue en 2022. Entonces, esgrime, tomó la decisión antes porque no había convocada una huelga como ahora y la “seguridad jurídica” estaba garantizada. En esta ocasión, ha tenido que encargar “informes medioambientales, de seguridad y de servicios jurídicos” para hacerlo “con todas las garantías posibles”.

Hay otra diferencia significativa con respecto a 2022. El líder del Sindicato dos Traballadores da Limpieza (STL), mayoritario tanto en la concesionaria de recogida de basuras como en la de limpieza viaria e impulsor de la protesta, está siendo investigado ahora en dos causas judiciales por corrupción, una en A Coruña y otra en Ourense. Los asuntos que protagonizan el pulso de estos días están relacionados con esas pesquisas a Miguel Ángel Sánchez Fuentes. Diversas fuentes cercanas al conflicto explican que lo que está en juego en las negociaciones entre la adjudicataria PreZero y la plantilla es el control de las contrataciones de personal eventual en la concesionaria. Sánchez Fuentes está acusado de enriquecerse ilícitamente durante años cobrando una cuota a los operarios a los que colocaba en la empresa con el beneplácito de sus directivos. Ahora la compañía pretende retirarle definitivamente esa potestad. “Ya se verá si efectivamente hay culpabilidad”, responden los huelguistas sobre la relación entre sus demandas y esa presunta trama corrupta.

El STL señala que en 15 años ha protagonizado 21 conflictos laborales similares, se declara “apolítico” y presume de que haya sido con gobiernos locales en manos de PSOE, PP, BNG y Marea Atlántica. La actual alcaldesa confiesa que esas protestas tuvieron poco que ver con la defensa de los trabajadores y las califica de “extorsión”. Reconoce que pese a ser “huelgas salvajes”, también acompañadas de actos vandálicos e incumplimiento de servicios mínimos, siempre se resolvieron con el gobierno de turno cediendo a las pretensiones del líder del sindicato investigado ahora por corrupción. Rey advierte al STL que esta vez no ocurrirá lo mismo: “Esta vez la respuesta es no, no va a haber más cesiones, no vamos a aceptar más chantajes y vamos a estar todos unidos y vamos a ser fuertes en una situación muy difícil. Llevan 18 años extorsionando a una ciudad y creo que ya está bien”.

Si los anteriores conflictos se solían zanjar retirando los expedientes sancionadores contra Sánchez Fuentes y sus colaboradores, la alcaldesa de A Coruña sostiene que en esta ocasión no será así. “Se acabó el tiempo de las huelgas salvajes y de volver al ‘aquí no ha pasado nada”, subraya Rey. “Se acabó ese juego”. Hasta hoy han ardido un centenar de contenedores de basura en la ciudad, lo que ha ocasionado unos daños valorados en unos 280.000 euros, según datos del Ayuntamiento. La policía nacional está colaborando en la investigación de esos sucesos y Rey espera que haya pronto avances para identificar a los culpables.

En la declaración de la emergencia sanitaria, la regidora cuenta con el apoyo de la oposición. PSdeG-PSOE, PP y BNG coinciden en que la protesta es un “chantaje” ajeno a la defensa de los derechos de los trabajadores. Desde que la alcaldesa anunció el pasado viernes la medida, los incidentes nocturnos con la basura han continuado. En la noche del sábado al domingo, ardieron entre la una y las cinco de la mañana 16 contenedores en distintos puntos de la ciudad y las llamas calcinaron un vehículo y dañaron varias fachadas, según datos de los bomberos coruñeses.

El comité de huelga insiste en que no tiene “nada que ver” con estos actos vandálicos que le “perjudican profundamente”. Y tacha de “falso” que hace unos días cuatro de sus trabajadores fueran identificados por la policía cerca de donde se incendiaron colectores. El dato lo dio Rey con ironía en rueda de prensa: “Casualmente estaban cerca, muy cerca de los contenedores que se estaban quemando, y se ofrecieron voluntariamente para la extinción del fuego. Hay que reconocer ese espíritu solidario. La casualidad, estas cosas que tienen el azar y la vida, hizo que estuvieran cerca. No estaban tan cerca cuando había que ir a recoger la basura”.