Tres hombres jóvenes fallecen en apenas tres días en Viveiro

Tres hombres jóvenes han muerto en diferentes circunstancias en los últimos tres días en el municipio lucense de Viveiro. Esta cadena de sucesos, insólita en la localidad que apenas supera los 15.000 habitantes, ha coincidido en el tiempo con la celebración del macrofestival metal Resurrection Fest, pero las autoridades se apresuran a desvincular las muertes del evento musical y afirman que se trata de vecinos de la zona. El primero de los varones se provocó la muerte a sí mismo en presencia de las personas que se encontraban en la zona de copas. El hombre de 30 años fue trasladado aún con vida, pero falleció en el hospital de A Mariña debido a las lesiones en el cuello que se provocó a sí mismo con una botella rota, en el interior de un bar del centro de Viveiro. Varias personas llamaron al 112 en torno a las 03,50 horas de la madrugada del jueves para alertar de la presencia de un varón que se estaba causando cortes en el local hostelero situado en la calle Melitón Cortiñas.

La segunda muerte tuvo lugar en el puerto deportivo de Celeiro (Viveiro) y la víctima fue un hombre de 33 años. En la mañana del viernes un grupo de buzos de la Guardia Civil rescató el cadáver del interior de un coche que había caído al agua horas antes, y sobre el que dieron alerta al 112 Galicia algunos testigos durante la madrugada. A raíz de la alerta, la central de emergencias activó un dispositivo en el que participaron, además de la Guardia Civil; los bomberos de Viveiro, el GES de Cervo, Policía Local, Gardacostas de Galicia, Salvamento Marítimo y Urxencias Sanitarias 061. Tras comprobar que en el habitáculo había un varón muerto, los profesionales del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil iniciaron las tareas para recuperar el cuerpo y la Policía Nacional abrió una investigación para esclarecer las causas del suceso. La alcaldesa de Viveiro, la socialista María Loureiro, explica que esta muerte “fue una desgracia” y niega que haya ninguna relación entre estas defunciones de hombres jóvenes y el Resurrection Fest. Las muertes “no tienen nada que ver con el festival, que ha transcurrido con normalidad y sin ningún percance”, asegura, “los asistentes son gente pacífica”. Todo ha sido “circunstancial”, defiende la regidora.

La tercera muerte, de un hombre de 38 años y vecino de Foz en el interior de un piso de Viveiro, trascendió el sábado y está pendiente de los resultados de la autopsia. No presentaba señales aparentes de violencia. Fueron los compañeros de vivienda los que alertaron a los servicios de emergencia.