Feijóo culmina su relevo en Galicia: “Empezamos una etapa dura”
El líder del PP advierte a Rueda de que los gallegos “no votan por inercia” y “los contadores están a cero”
Alberto Núñez Feijóo marcha a Madrid pero también se queda en Galicia. El PP gallego ha elegido este domingo a Alfonso Rueda como heredero de un partido esculpido a imagen y semejanza de su antecesor. Sin salirse del camino marcado por Feijóo, en el recinto ferial de Pontevedra que ha acogido el 18º congreso de la formación, localizar las siglas del PP es un reto casi imposible. Todo es Galicia, Galicia, Galicia y, entre adornos jacobeos y el mismo azul corporativo, la escenografía no se distingue de la de un acto cualquiera de la Xunta. Es el resultado de una fusión fraguada al calor de una mayoría absoluta de 13 años. “Haremos lo mismo con personas distintas”, ha avanzado Feijóo sobre el porvenir en manos de su sucesor. “Empezamos una nueva etapa, una etapa dura porque aquí no se regala nada”.
Feijóo ha presumido de que el suyo ha sido un “relevo ejemplar que estará en los libros de historia de Galicia”, una sucesión amarrada gracias a un pacto con los barones provinciales a los que ha agradecido su “generosidad”. Para mantener el poder, el político que a su vez sucedió en 2006 al fundador del PP, Manuel Fraga, ha llamado a sus fieles a “mantenerse unidos”. “Los partidos que no sobreviven a un líder carismático no son partidos, son movimientos o modas”, ha afirmado el expresidente de la Xunta, quien ha advertido a Rueda de que los gallegos “no votan por inercia”: “Nadie tiene los votos de hace cuatro años. Los contadores están a cero”.
Con la coronación de Rueda como líder del PP gallego con el 97,2% de los votos, Feijóo culmina su relevo en Galicia. Su sucesor, que concentrará el poder en el partido y en la Xunta con dos años de legislatura por delante, no ha lanzado hasta el momento más que señales de continuidad. Ha mantenido en sus puestos a todos los consejeros de Feijóo con una única incorporación: la del presidente del PP de A Coruña, Diego Calvo, que ha tomado posesión como vicepresidente segundo, asumiendo las competencias en Presidencia y Justicia, el grueso de las que gestionaba el propio Rueda.
La entrada de Calvo en la Xunta es parte del acuerdo bendecido por Feijóo para evitar una lucha por su sucesión. Cuando estalló la repentina crisis en Génova que acabó con el liderazgo de Pablo Casado y precipitó la marcha de Feijóo a Madrid, el líder del PP coruñés fue el primero en salirse del guión y reclamar un congreso para que los populares eligiesen nuevo líder. La negociación entre los barones provinciales pilotada por Feijóo culminó en una candidatura única encabezada por Rueda. Su antecesor justificó este domingo el relevo sin rivales ni debate en la “obligación” de mantener la “estabilidad política”.
La caída de Casado no solo ha supuesto en Galicia la marcha del presidente del PP y de la Xunta. Feijóo se ha llevado a Génova a Miguel Tellado, el hasta ahora secretario general de los populares gallegos y ahora vicesecretario de Organización. Para relevarlo, Rueda ha nombrado por primera vez a una mujer como número dos del PP gallego, la compostelana Paula Prado. Esta diputada autonómica vuelve a la primera línea después de haber sido fugaz portavoz de la formación entre 2013 y 2014. Feijóo la destituyó cuando unos pinchazos policiales desencadenaron su imputación por fraude y tráfico de influencias dentro del caso Pokémon, unas acusaciones de las que fue finalmente exonerada, aunque con polémica. Prado es conocida por sus excesos verbales contra la oposición. Del BNG ha llegado a decir que “están al lado de los que disparan a la Guardia Civil”. Cuando Rusia invadió Ucrania, calificó al régimen de Putin de “comunista soviético”.
El relevo en el PP gallego se produce a un año de las elecciones municipales. “Nos tienen que salir mejor que las de 2019″, ha exhortado Feijóo a los suyos. Entonces, con él al frente del partido, los populares gallegos no consiguieron recuperar el poder local perdido estrepitosamente en 2015, cuando fueron desbancados de la alcaldía de tres ciudades (A Coruña, Ferrol y Santiago) y salieron del gobierno de dos diputaciones, una de ellas, la de Pontevedra, después de tres décadas con mayoría absoluta. Actualmente, ningún alcalde de las siete ciudades es del PP.
Durante su discurso de clausura del congreso del PP gallego, Feijóo ha recordado que en 2006 eligió al nuevo presidente de la Xunta como su secretario general “sin conocerlo más que de una entrevista y funcionó bien”. Ha destacado que Rueda era entonces secretario de Ayuntamiento, pero aceptó “empezar a ganar menos y tener muchos más problemas”. Juntos recuperaron el Gobierno gallego para el PP en 2009 y ha sido su consejero y vicepresidente hasta el pasado 29 de abril cuando Feijóo dimitió como presidente de la Xunta. “Te seguiré pidiendo consejo y seguiremos necesitándote”, le ha asegurado Rueda.
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