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El trabajador de Vestas Alejandro Paleo parte en bici a Dinamarca para entregar una carta a la dirección

El presidente del comité pide a la compañía que rectifique con el ERE y el cierre que dejará en la calle a 115 empleados en Viveiro

El trabajador de Vestas y exciclista profesional Alejandro Paleo (en el centro), antes de partir en bici en dirección a Dinamarca.
El trabajador de Vestas y exciclista profesional Alejandro Paleo (en el centro), antes de partir en bici en dirección a Dinamarca.Carlos Castro (Europa Press)

Una caravana de coches ha acompañado este domingo por las calles de Viveiro al trabajador de Vestas que viajará en bicicleta hasta Dinamarca para entregar una carta a la dirección de la empresa, tras su decisión de cerrar la fábrica de Chavín y plantear un ERE para 115 empleados.

El protagonista de esta iniciativa, el exciclista profesional Alejandro Paleo, prevé realizar este trayecto de unos 2.800 kilómetros en 15 días. Ha partido desde la fábrica a las 10.30 horas de este domingo y cientos de bicicletas y vehículos han querido acompañarlo en un primer recorrido hasta los Jardines Noriega Varela, en el centro de Viveiro, para mostrarle su apoyo.

Según estima el presidente del comité de empresa, David Mariño, se ha formado una caravana del en torno de un kilómetro para “hacer un poco de ruido” y protestar contra el anunciado cierre de la planta. En declaraciones a Europa Press, Mariño destaca la “proeza” y la “labor puramente diplomática” que realizará su compañero al viajar a Dinamarca y entregarle a los directivos de Vestas una carta con un “mensaje muy sencillo”.

“Nosotros siempre fuimos buenos trabajadores y rentables. Siempre tuvimos beneficios y demostramos que pudimos con todos los desafíos que se nos planteó”, resume el presidente del comité de empresa, que insiste en demandar a la compañía que dé “marcha atrás” con su decisión.

La mesa industrial, el martes

El próximo paso en el calendario de movilizaciones será la protesta que celebrarán en Santiago de Compostela el martes. Tras una marcha que partirá del centro comercial As Cancelas, acudirán por la tarde a la sede de la Xunta en San Caetano para la constitución de una mesa industrial donde estarán representados tambien el Gobierno central y la empresa.

Sobre la presencia de la Administración estatal, Mariño asegura que “teóricamente” está invitada, pero el comité todavía no tiene “constancia por escrito”. “Pero sería muy indicado que estuviese presente”, advierte. Además, el representante sindical pide a las instituciones públicas una “solución a largo plazo” para la industria de A Mariña. Con el conflicto de Alcoa San Cibrao en la cabeza, el presidente del comité de Vestas en Viveiro insiste en la necesidad de “mantener el empleo” en la comarca. Y es que, si bien las administraciones “no pueden evitar que se vaya” la empresa, porque “tiene una decisión muy en firme”, sí pueden “aportar una solución a los puestos de trabajo”.

Por su parte, el vicepresidente segundo de la Xunta y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación, Francisco Conde, ha tachado de “inaceptable” que Vestas diga a los trabajadores “que la planta es competitiva” y que su trabajo “permite obtener beneficios” al tiempo que anuncia ese cierre.

“Son situaciones inaceptables que no tienen ningún tipo de justificación”, ha recalcado este domingo, en una entrevista concedida a la Radio Galega y recogida por Europa Press, en la que también ha demandado al Gobierno central que “muestre que se quiere implicar en la búsqueda de una solución” con su presencia en la mesa industrial del martes.

Para Conde, “cualquier alternativa de futuro para una empresa eólica pasa necesariamente por que haya una política energética que apueste por el desarrollo eólico”. Sin esto, ha avisado, las compañías buscan “otros mercados” para impulsar sus proyectos.

“Lo que pedimos al Gobierno es que se siente en la mesa e identifique esos compromisos que puedan hacer a Vestas cambiar su decisión”, ha insistido, para seguidamente denunciar que las empresas ya “no se creen la política energética” del Ejecutivo estatal, como demuestra también el conflicto de Siemens Gamesa, en As Somozas (A Coruña).

Esta “pasividad” del Estado la traslada el vicepresidente económico de la Xunta a la planta de Alcoa San Cibrao, en Cervo (Lugo), donde los empleados empezaron esta semana una huelga. “Entendemos que el Gobierno tiene que establecer ese marco eléctrico necesario y atender a la demanda de los trabajadores para intervenir la planta de manera provisional a través de la SEPI, por lo menos hasta que haya un comprador”, ha sentenciado.

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