DomusVi anuncia el refuerzo “sanitario” de su plantilla para dar “seguridad” a las familias ante un rebrote en otoño

El grupo DomusVi asegura que está “diseñando una nueva estrategia asistencial encaminada a frenar la entrada del virus y a controlar su propagación si se produce un nuevo rebrote”. Ante un posible repunte de las infecciones por coronavirus en otoño o invierno, la empresa con más residencias de ancianos de España, 30 de ellas en Galicia, dice que busca dar “seguridad a los residentes y a sus familias” y responde con un comunicado enviado a El País a los parientes de los mayores de la residencia de Aldán (Cangas, Pontevedra), que el sábado se concentraron en la puerta para pedir “trato digno” en lugar de “negligencia, abandono y desnutrición”. Dentro del centro cangués murieron una veintena de ancianos, en total 37, si se suman los que llegaron a ser evacuados antes de fallecer cuando la pandemia se adueñó de las instalaciones.

La compañía anuncia que formará a su personal conforme a las “exigencias” de la covid-19, con un “Catálogo de Buenas Prácticas Asistenciales” y protocolos “por cada categoría profesional”. Lo que llama “bolsa de trabajo covid-19” permanecerá, dice, “abierta permanentemente”, con “aulas con ponentes en sesión virtual” y “programas de gestión emocional, resiliencia o trabajo en equipo”.

Según la nota de DomusVi, las nuevas medidas de seguridad frente a la pandemia “se están plasmando en diversos protocolos de actuación y se van a aplicar de manera sistemática" desde el momento en que se aprueben. Estos procedimientos, sigue la empresa, “van a ser certificados por Bureau Veritas”. El objetivo, siempre según la marca, es “reforzar el perfil sanitario de los profesionales” que trabajan en las residencias “sin que estas pierdan su carácter asistencial y de hogar”. “Los centros de Galicia cuentan además con un porcentaje de camas, el 5% de la ocupación, con toma de oxígeno y vaciado, las llamadas Unidades de Cuidados Especiales”, destaca el grupo.

Ante la posibilidad de un rebrote en otoño, DomusVi afirma que “se están creando espacios más seguros” y haciendo “habituales” medidas como el control de la temperatura “a residentes, trabajadores, proveedores y, en el futuro, a familiares”. También se pondrá en marcha, según el grupo que dirige desde Vigo Josefina Fernández, un “doble circuito asistencial” con la finalidad de “contener la propagación del virus en aquellos centros donde se produzca algún caso”. Esto se afrontará, detalla, con “la sectorización por cohortes de los centros, para separar a los residentes en función de su situación epidemiológica”; “la asignación de personal a cada sector”; “desinfecciones periódicas”; “procedimientos especiales de limpieza y lavandería”; “el incremento de las valoraciones clínicas”; y, “en los casos que sea necesario", la permanencia "en las habitaciones”. Por último, la compañía explica que ha habilitado “un almacén central para evitar el desabastecimiento” de “material y equipos de protección” en residencias.

De las tres decenas de residencias que suma en la comunidad autónoma, según informa DomusVi ya solo quedan dos usuarios positivos por coronavirus en el centro coruñés Concepción Arenal. La evolución de estos dos pacientes es “favorable”, mientras que el resto de residentes y trabajadores han dado negativo en los últimos test.

Hoy han regresado a DomusVi Barreiro de Vigo, una de las dos residencias del grupo intervenidas por la Xunta durante la pandemia, los nueve residentes que habían sido evacuados al centro público integrado de Nigrán (Pontevedra). Los pacientes pudieron volver a su residencia de origen al cumplirse 15 días de cuarentena desde que sus últimas pruebas del virus dieron negativo. Según explica el grupo empresarial, está previsto que el próximo sábado regresen a la residencia de Aldán, también desde Nigrán, los últimos 10 supervivientes que faltaban. En ese momento, aclara DomusVi, “la intención de la Xunta es que esta residencia deje de estar intervenida”.

Este retorno, el momento en que la Administración gallega devuelva las riendas de la residencia de Aldán al grupo privado, es temido por el colectivo Vellez Digna, integrado por familiares de residentes y víctimas de la pandemia. El grupo ha anunciado que seguirá movilizándose a la entrada del centro los próximos sábados, hasta obtener respuesta al menos a dos objetivos: que la empresa refuerce el personal sanitario y que la Xunta de Feijóo explique por qué se dejó morir a una veintena de ancianos en la residencia sin darle la “oportunidad” de ser asistidos en un hospital. “Antes de votar, queremos la verdad”, pedía Xosé Bernárdez, el portavoz de las familias, en la anterior concentración.

Los familiares denunciaban, además, que según los datos de que disponían el fin de semana pasado, DomusVi Aldán no tenía “enfermeras para cubrir 24 horas” ni “atención nocturna”. “Ahora que se marcha la Xunta y la residencia deja de estar intervenida, de 12 enfermeras pasan a tener solo tres, una de ellas en prácticas”, aseguraba en un vídeo difundido a los medios el líder de Vellez Digna. Cuando las residencias de ancianos se convirtieron en el gran foco del coronavirus en Galicia, el Gobierno autónomo decidió intervenir, en primer lugar, las residencias DomusVi de Vigo (47 muertos, aunque no todos diagnosticados de covid-19) y Aldán (37 fallecidos durante la pandemia), que fue la que sumó más casos de infectados en Galicia. Sin embargo, la mayor tragedia, en número de víctimas, se vivió en la residencia del grupo en Santiago, DomusVi San Lázaro, con 51 ancianos muertos, 22 sin llegar a abandonar el edificio para ser auxiliados en unidades hospitalarias.

Este lunes por la tarde, DomusVi responde en su comunicado que el centro de Cangas “tiene en la actualidad servicio de enfermería 24 horas y personal suficiente para atender a sus residentes", y que "cumple todas las ratios de personal fijadas por la Xunta”. A continuación, desmenuza: “la ratio que marca la Xunta es de 0,35 trabajadores de atención directa. Según esto, la plantilla de DomusVi Cangas tendría que ser de 30,85 profesionales y, sin embargo, es de 56. Cuarenta y dos auxiliares de enfermería, siete enfermeras, una coordinadora de auxiliares de enfermería, dos médicos, un fisioterapeuta, una trabajadora social y un psicólogo”. La empresa habla también de la existencia de una “bolsa de trabajo” con una “amplia red de fuentes de reclutamiento” que cubre las bajas por enfermedad y las vacantes en un plazo “máximo de 24 horas”.