Feijóo pide concentrar el voto en torno al PP para no “perturbar la democracia”
El presidente popular vuelve a lanzar dudas este domingo sobre la limpieza del sufragio por correo en un mitin en Zaragoza
A unas horas de que termine el plazo para entregar la documentación del voto por correo a los electores, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha insistido este domingo —como durante la pasada semana—, en sembrar dudas sobre el sistema del sufragio postal. “Si todas las personas que han solicitado el voto por correo tienen la posibilidad de ejercer su derecho constitucional, que tiene que estar garantizado por una empresa pública, que es Correos, con una excelente plantilla, entonces, si todos los que han pedido el voto por correo pueden votar, entonces es posible [el cambio de Gobierno]”, ha afirmado en un mitin en Zaragoza. Un acto en el que se ha enredado, además, cuestionando la limpieza del sistema democrático bajo el Ejecutivo de Pedro Sánchez. “Vamos a defender la Constitución desde el preámbulo (...) El candidato del PSOE no aspira a ganar, aspira a gobernar. Parece que es lo mismo, pero no es lo mismo. Ganar y gobernar en los países con una democracia y unos políticos muy serios y muy sólidos es lo mismo, pero en España, con la senda del sanchismo, ganar y gobernar no es lo mismo. No cumplen ninguna regla”, ha censurado.
El sistema electoral español y otros de los países europeos permiten que un candidato pueda ser investido presidente sin ser la lista más votada. Para más INRI, en Extremadura, la ahora presidenta, la popular María Guardiola, ha sido designada como la segunda candidata con más apoyos gracias al soporte de Vox y dando paso a la formación ultra en el Gobierno. También el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, de Coalición Canaria, con los votos del PP, que ha entrado a formar parte del Ejecutivo autonómico. “Si el PSOE pierde, puede pactar con todos en contra del PP, que gana”, se ha quejado, sin embargo, Feijóo desde Zaragoza, lo que supone “perturbar la democracia” e impedir “la alternancia política” mediante un pacto de perdedores.
En lo que a él respecta, Feijóo sugiere ya en privado ―y empieza a deslizarlo en público― que incluso una mayoría absoluta al estilo de Juan Manuel Moreno en Andalucía es posible. Ninguna encuesta plantea ese escenario, pero cree que, si traslada esa sensación de euforia, atraería así al votante perdido de Vox, obsesionado con desbancar a Pedro Sánchez, e incrementar el trasvase de votantes socialistas contrarios al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pero el PSOE andaluz de hace un año vivía una coyuntura muy distinta a la del PSOE nacional de ahora, aunque como estrategia de campaña también se esté azuzando el miedo al pacto de los populares con Vox. Algo que en las elecciones autonómicas de Andalucía avivó precisamente la concentración del voto en torno a Moreno. “Lo que pasó fue exactamente lo contrario de lo que decían. Y por eso ahora puede pasar exactamente lo contrario a lo que dicen. Si queremos cambio, y nos unimos en las urnas, es posible”, ha afirmado el líder del PP, este domingo.
Feijóo aspira a exportar el efecto Andalucía al resto de España. Pero el líder del PP reconoce que una mayoría absoluta en las urnas generales es dificilísimo, como así trasladó en la conversación antes de un acto en Pamplona, este sábado. Se hacen cábalas para intentar llegar hasta los 168 escaños. Pretenden crecer en Madrid, Cataluña, Sevilla y Málaga, donde celebrarán uno de los últimos mítines, el próximo viernes, además de en las 18 provincias que reparten cuatro o cinco escaños. “Estamos a menos de 25 escaños de la mayoría, se puede conseguir. No os quiero mentir, será muy difícil, pero si concentramos el voto en el cambio, el cambio sale. Tenemos siete preciosos días para conseguirlo y me voy a dejar todas las horas que me quedan para hacerlo”, ha insistido ante unos mil simpatizantes.
La última semana de campaña la pasarán el PP y Feijóo percutiendo sobre la necesidad del “voto útil”. Según dice su entorno, la consigna es que el líder se acueste pronto. Aseguran que “duerme como un lirón, sin preocupaciones”. Y que ya va diseñando su hipotético Consejo de Ministros por el camino —”tiene decididos los nombres de las carteras de Justicia e Interior”— y ya se permite el lujo de afirmar que la mayoría absoluta no es imposible. Hasta Moreno se mostró más cauto en su campaña andaluza. Y, entre tanta tarea, Feijóo tiene tiempo para escuchar Vuela alto, de Julio Iglesias, de quien recibe consejos en la distancia. “Aquí no regalan nada. Todo tiene un alto precio. Peldaño que vas subiendo, peldaño que hay que pagar”, dice la canción.
El precio que no quiere pagar Feijóo es el de entenderse con la formación de Santiago Abascal. Pero, ante esa posibilidad, el líder puntualizó en una reciente conversación con periodistas en el marco de esta campaña que el criterio fijado hace unos días para integrar o no a Vox en un hipotético gobierno se refería, en concreto, a las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo, y no a las generales del 23-J. El presidente del PP aseguró el 3 de julio que su partido gobernará en coalición con los ultras solo en caso de que necesite su voto a favor. “Mi límite para gobernar en solitario es tener más escaños que la izquierda. Donde necesitemos el sí de Vox, lo lógico es que Vox esté en el Gobierno; si no le tengo que pedir el sí, lo lógico es que no forme parte”, explicó en una entrevista en el Programa de Ana Rosa.
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