Abascal advierte a Feijóo del “enorme error” de pactar con regionalistas como Revilla

El líder de Vox, Santiago Abascal, ha expresado este lunes su “preocupación” por el intento del PP de pactar la abstención de grupos regionalistas, como el del presidente en funciones de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, para conseguir gobernar en varias comunidades autónomas prescindiendo de su partido. Abascal ha lamentado que, existiendo una mayoría alternativa con Vox, el PP prefiera pactar con “la corrupción de Revilla”, y ha asegurado que las consecuencias de esta “decisión errónea” serían “enormemente graves para los cántabros”. No obstante, ha descartado que esto pueda llevar a Vox a romper la baraja y descartar pactos con el PP en otros territorios.

Abascal ha comparecido en rueda de prensa para asegurar que su partido sigue “con la mano tendida”, dispuesto a pactar con el PP una alternativa a la izquierda en todas las instituciones, incluido el Gobierno central. Pero, de nuevo, ha eludido detallar cuáles son sus condiciones para apoyar a los candidatos populares a presidir comunidades autónomas y ayuntamientos y se ha limitado a señalar que el requisito para sentarse a hablar es que “se respete” a sus votantes.

Aunque en muchas regiones “hay conversaciones y diálogo” entre los dos partidos, el líder de Vox ha asegurado que sigue a la espera de que el PP se declare dispuesto a respetar a los votantes de su formación. Ha puesto el ejemplo de la candidata popular por Extremadura, María Guardiola, quien ha descartado gobernar con Vox, pero ha pedido a Feijóo que deje al líder del partido ultra en esa comunidad, Ángel Pelayo, sentarse con ella a negociar. “Todavía no la hemos escuchado decir que está dispuesta a construir la alternativa. La hemos escuchado decir que Vox tiene que hacer lo que el PP quiera. Eso no es una posibilidad”, le ha respondido. También ha preguntado al líder del PP aragonés, Jorge Azcón, que quiere gobernar en solitario, “si tiene una mayoría alternativa” al pacto con Vox: “Esa es la pregunta”.

Abascal recela de que el PP busque el respaldo de partidos regionalistas o insularistas en Cantabria, Aragón y Baleares para investir a sus candidatos y posponga hasta después del 23 de julio la investidura en aquellas comunidades, como Comunidad Valenciana o Extremadura, donde el voto favorable de Vox es imprescindible. Ha pedido “claridad” a los populares y ha criticado a quienes, por estrategia, “quieren evitar tomar decisiones antes de las elecciones”.

El problema para Abascal es que no tiene alternativa al pacto con Núñez Feijóo. Por eso, al inicio de su comparecencia ha anunciado que no saldría de su boca “ni una palabra” que pudiera enturbiar el diálogo entre ambos y, aunque ha reconocido que le gustaría negociar en el nivel nacional, se ha mostrado dispuesto a “adaptarse” y a hablar con los responsables regionales del PP. Aunque ha advertido: “Nosotros tenemos paciencia, pero los españoles tienen urgencia”.

Preguntado por Caminando Juntos, el partido fundado por la ex secretaria general de Vox Macarena Olona y con el que esta aspira a concurrir en una decena de provincias el 23-J, Abascal ha ninguneado la iniciativa. “España está en una situación muy seria. Vamos a hablar de las cosas serias”, se ha limitado a decir.

Vox ha vuelto a impedir el acceso de EL PAÍS a la rueda de prensa de su líder, vulnerando el artículo 20 de la Constitución Española, que consagra la libertad de información como un derecho fundamental, a pesar de que el diario había cumplimentado los trámites para acreditarse y había asientos libres en la sala. Vox negó la entrada de EL PAÍS y la Cadena SER a su sede en la noche electoral, alegando entonces que el aforo estaba completo. Esta vez no ha dado ninguna excusa.