Por unas horas, Vigo fue la noche del jueves la capital de la más aguerrida derecha. En la primera ciudad de Galicia, la que tiene el alcalde socialista más votado entre todas las españolas —Abel Caballero—, coincidieron mitineando la presidenta de la Comunidad de Madrid, la popular Isabel Díaz Ayuso, y el líder de Vox, Santiago Abascal. El penúltimo día de la campaña gallega ilustró el otro duelo que en esta recta final mantiene el PP en su lucha por conservar la mayoría absoluta. Su gran adversario está a la izquierda, pero la confusión sembrada tras la confesión del equipo de Alberto Núñez Feijóo sobre sus contactos con el independentismo catalán amenaza con abrirle otro flanco por la derecha.
Según Ayuso, sobre Galicia se cierne en estas elecciones “el proyecto de desmembramiento de España organizado desde La Moncloa”. Definió el “cóctel” del BNG como “comunismo de base para apropiarse de la propiedad y el trabajo ajeno porque les encanta vivir de los demás; con una dosis de terror para infundir miedo e imponerse por la vía fácil; bien aderezado con el nacionalismo para construir falsas identidades y decidir quién es buen y mal gallego; y unas gotas de socialismo para repartir pobreza y superioridad moral”.
El partido de Ana Pontón, prosiguió la presidenta madrileña en Vigo, “no es amor a Galicia, es el odio a lo ajeno”, se presenta a las elecciones europeas “en una lista encabezada por un etarra” y “se inventa problemas” con “falsas divisiones” entre “lo público y lo privado” o “los ricos y los pobres” para “perpetuarse” durante “décadas”. Si gobierna el Bloque, pronostica “persecución a la Guardia Civil” y fuga de médicos. A los nacionalistas gallegos, alerta Ayuso, “no les gusta la gente que se esfuerza” y “no soportan la libertad, la apertura, la alegría y el mestizaje”: “Todo tiene que ser miedo”.
Ana Vázquez, diputada gallega en el Congreso, se había sumado el miércoles a la catarata de dirigentes del PP que vinculaban al BNG con ETA por las relaciones de la formación de Ana Pontón con EH Bildu. Vázquez publicó un vídeo en las redes sociales en el que apelaba a los votantes de Vox: “Sus votos van a quedar huérfanos y solo van a servir para apuntalar el separatismo”. Vox no tardó en salir al quite en X (antes Twitter). Publicó una foto de Vázquez charlando en el Congreso con la vicepresidenta Yolanda Díaz y el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu con el siguiente texto: “Tu manera de luchar contra el separatismo y la izquierda deja mucho que desear”.
A Vox le han dado alas las revelaciones del propio PP sobre los intentos de Feijóo de buscar alguna clase de apoyo en Junts para su investidura. Abascal ha acuñado una nueva denominación para burlarse de su socio en autonomías y ayuntamientos: la “derechita cobarde” es ahora la “derechita estafadora”. En Vox, según fuentes del partido, han detectado en los últimos días un ascenso en las encuestas, hasta ahora casi unánimes en situarlo fuera del Parlamento autónomo. La consigna interna es pisar el acelerador en las horas que quedan. La extrema derecha reparte por los domicilios una carta escrita en gallego, y su líder recorre Galicia diciéndole a la gente que pueden dirigirse a él en la lengua autóctona porque es en lo que le habla su abuela orensana.
Feijóo y el candidato popular, Alfonso Rueda, también han multiplicado los mensajes para insistir en la idea de que todo lo que no sea concentrar el voto en el PP favorece al nacionalismo. Sus destinatarios son tanto Vox como posibles electores del PSOE reacios a la alianza de esta formación con el BNG. El señuelo de ETA lo agitó el jueves el expresidente Mariano Rajoy en Alfoz (Lugo): “Pontón se presenta al electorado como si fuera Teresa de Calcuta, pero va en una lista con ERC y Bildu [a las europeas], que es lisa y llanamente ETA”. La candidata del BNG ignora olímpicamente los ataques y repite: “Vamos a seguir con nuestra campaña de ideas y en positivo”.
El debate del miércoles en TVE, en el que Pontón y el socialista José Ramón Gómez Besteiro escenificaron sus puntos en común en ausencia de Rueda, fue el programa más visto de la noche en Galicia, con un 17,4%, casi equivalente al de la anterior semana en TVG en el que sí participó el candidato popular. “Se ha demostrado que va a haber cambio y que se va a pasar página a 15 años de un PP ausente”, concluyó Besteiro, que sigue recibiendo cada día un desembarco interminable de miembros del Ejecutivo central, el jueves con el propio Pedro Sánchez a la cabeza. Desde A Coruña, el presidente del Gobierno pidió a los gallegos que le votaron el 23-J que el domingo vuelvan a coger la papeleta del PSOE: “Votar al PSOE es un doble seguro, porque seguro que habrá cambio y porque ese cambio será seguro”.
También Yolanda Díaz trata de revertir las malas previsiones de los sondeos y acudió en respaldo de su candidata, Marta Lois, para insistir en que sin Sumar no puede haber alternativa. Puso el ejemplo de lo ocurrido en las generales. “En La Moncloa tardaron, pero se dieron cuenta de que con Pedro Sánchez no llegaba”, manifestó. “Sin Sumar, Feijóo sería hoy presidente”.
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