Debate electoral en Galicia: Rueda encaja con indolencia un alud de críticas del frente de izquierdas
El candidato del PP acusa a BNG, PSOE, Sumar y Podemos de “pintar una Galicia negra” y vincula a Pontón con ETA. “No se lo voy a permitir”, responde la nacionalista, indignada
Tanto Alfonso Rueda como Alberto Núñez Feijóo pedían horas antes que el debate electoral de este lunes no fuera un “todos contra uno”. Su deseo era muy difícil de satisfacer, teniendo en cuenta que el PP lleva 15 años al frente de la Xunta y la totalidad de los adversarios invitados por la radiotelevisión gallega eran candidatos de partidos de izquierda. Y efectivamente no se cumplió. Rueda se defendió con poca energía y cierta indolencia de las acusaciones de BNG, PSdeG, Sumar y Podemos de vaciar Galicia de población, de favorecer fiscalmente “a los ricos”, de “clientelismo”, de gobernar a base de “propaganda” y de casi triplicar la deuda de la Xunta al mismo tiempo que recortaba en educación y sanidad. Su mensaje se centró en contraponer su Gobierno, “que funciona”, con la alternativa de un “multipartito de partidos que compiten entre ellos”.
Esa competición que Rueda pronosticó en el inicio no hizo acto de presencia en el debate. La nacionalista Ana Pontón llegó hasta a cederle su turno a la candidata de Sumar, Marta Lois, que había pedido la palabra. Los golpes fueron prácticamente todos contra el aspirante a la reelección. Rueda empezó más nervioso que sus contrincantes, advirtiendo de que en el debate aflorarían “datos que no son verdad”. Presumió del “mérito” de haber aprobado los Presupuestos autonómicos durante los 15 años de gobiernos del PP, de rebajas fiscales, de menos paro y de salarios que suben más que en el resto de España. “Si Galicia funciona, ¿por qué perdemos población?”, le preguntó Pontón. “La tasa de paro es más baja, pero porque hicieron que emigraran 200.000 jóvenes. Esa es su forma de bajar el paro”.
El candidato del PP acusó a sus rivales de “pintar una Galicia negra”. Les recriminó en varias ocasiones al socialista José Ramón Gómez Besteiro y a Lois que el Gobierno central plantee “recuperar” el impuesto de patrimonio y sucesiones. “Y el BNG apoya cualquier cosa de ese Gobierno”, afeó a Pontón. “Son muy bravos aquí y muy mansos en Madrid”, añadió. Lois le recordó que “hay que tener un mínimo de dos millones de euros para pagar en Galicia el impuesto de patrimonio”. “Yo no conozco a ningún gallego que los tenga. ¿Lo conoce a usted?”, le preguntó a Rueda. No obtuvo respuesta.
Pontón, que parte como favorita en las encuestas para liderar la alternativa al PP, se comprometió a “poner encima de la mesa” del Gobierno central el rescate y gratuidad de la autopista del Atlántico, la principal vía de comunicación de la comunidad y una de las que tiene peajes más caros: “Si se pueden rescatar las radiales madrileñas, es de justicia que se haga lo mismo con las gallegas”. Su promesa fue rematada por Besteiro, que garantizó “influencia en el Gobierno del Estado”: “Voy a garantizar la gratuidad de la AP-9 y de la AP-53″.
Besteiro acusó al PP de “falta de ambición de país” y de endosar “las culpas siempre a los demás”. “¿Cómo se puede decir que se hace una gestión maravillosa si se triplica la deuda pública?”, cuestionó el socialista, que le afeó a Rueda el voto del PP en el Congreso de los Diputados contra la subida de las pensiones y el uso del gallego en esta Cámara. Sobre este último asunto, Besteiro cuestionó la “legitimidad” de un presidente de la Xunta que “vota contra nuestra lengua”. Fue precisamente al abordar el preocupante futuro del gallego cuando Rueda y Pontón se enzarzaron más. “Sigue detrás de la pancarta contra el gallego”, le reprochó la nacionalista. “Eso no es verdad”, contestó Rueda. El popular acusó al BNG de querer “imponer” en la escuela “el monolingüismo” y su candidata defendió que su objetivo es que los estudiantes consigan “la igualdad de conocimiento” de ambos idiomas cooficiales.
El otro gran choque entre los candidatos de PP y BNG llegó cuando Rueda vinculó, con una sonrisa, a los nacionalistas gallegos con el terrorismo de ETA. “No se lo voy a permitir. El BNG estuvo, está y estará en contra de ETA”, afirmó Pontón, indignada. La política con más opciones a encabezar la Xunta si los populares no logran la mayoría absoluta prometió “diálogo y consenso” para negociar con Madrid “un nuevo estatus de nación para Galicia”, para que no esté “ni un milímetro por detrás de otras naciones históricas”. “Su gestión no se sostiene, por eso quiere hablar de Cataluña”, le espetó a Rueda.
La candidata de Podemos, Isabel Faraldo, reprochó al PP su historial de casos de corrupción y su “seguidismo madrileño”, y aseguró que Rueda “está más pendiente de la carrera presidencial de Feijóo que de los intereses de Galicia”. La representante del partido morado sí lanzó alguna crítica a los socialistas: los acusó de “decir” una cosa en campaña y luego “hacer” otra.
En el debate se coló el conflicto que vive la televisión autonómica por las protestas de sus trabajadores por las injerencias políticas de la Xunta. Pontón lamentó que TVG se haya convertido en “tele PP” y prometió devolver la cadena “a sus propietarios, los gallegos”. Lois criticó la “falta de libertad” de los periodistas de la cadena y Faraldo denunció “represión” y “secuestro de la información”. Rueda lo consideró una “falta de respeto” a la plantilla de la televisión pública.
Este debate de TVG es el único que ha aceptado de momento el candidato del PP a la Presidencia de la Xunta. Rueda plantó el encuentro organizado por la Cadena SER y EL PAÍS el primer día de campaña y aún no ha confirmado su presencia en el duelo que emitirá TVE el martes de la semana que viene. El formato es diferente al diseñado por la televisión autonómica. En principio, será a tres bandas con Pontón y Besteiro, que sí han confirmado que estarán.
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