El PP valenciano pretende esquivar a Vox para la investidura de Carlos Mazón como presidente de la Generalitat hasta el mismo 23-J

El ganador de las elecciones del 28-M y, previsiblemente, futuro presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, puede esquivar sus intenciones con Vox hasta el mismo 23-J, día de las elecciones generales, o incluso hasta el día después. El reglamento de las Cortes Valencianas establece unos plazos de tiempo que, en la forma más prolongada, posibilita que el pleno para la elección del jefe del Ejecutivo valenciano, una vez constituido el parlamento autonómico, se celebre entre el 21 y el 24 julio, es decir, incluso después de la convocatoria electoral general de elecciones anunciada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para el día 23.

La constitución de las Cortes Valencianas ha de celebrarse el día 26 de junio porque así lo establece el decreto de convocatoria del 28-M. Pero, a partir de ahí, los plazos dependen de la voluntad de los grupos parlamentarios y su intención de alargar o afrontar la toma de posesión del nuevo presidente de la Generalitat. Hasta ahora, el plazo transcurrido entre los comicios y la votación para la elección del nuevo presidente han sido relativamente cortos, pero el hecho es que el reglamento permite alargarlo hasta un mes después de la formación del parlamento autonómico. Todo depende, además, de la voluntad de los partidos y de cómo se considere un plazo de 48 horas que la norma no especifica si han de ser hábiles o naturales.

Carlos Mazón ha afirmado este lunes que desconoce los plazos y que, en ningún caso, las elecciones generales afectarán a la marcha de la Comunidad Valenciana. Según ha dicho, ni siquiera se ha planteado si prefiere ser investido presidente antes de las elecciones generales. El hecho es que los 40 diputados que logró este domingo no son suficientes para la investidura y tendrá que pactar el apoyo de Vox y determinar, además de los puestos, las líneas rojas, si es que las marca, para la ultraderecha en el futuro Gobierno de coalición. Entre otras, ha esquivado la respuesta de si derogará la ley integral contra la violencia de la Comunidad Valenciana, tal como ha planteado Vox durante la campaña en la que ha tenido de cabeza de lista a Carlos, Flores, condenado hace dos décadas por violencia de género.

El candidato del PP ha insistido en que prefiere un gobierno en solitario y en que, una vez los resultados sean definitivos (el próximo 5 de junio) abrirá una ronda de contactos con los cuatro grupos que han obtenido representación parlamentaria en el mismo orden de votos obtenidos: PSOE, Compromís y Vox. El candidato de Compromís, Joan Baldoví ya lo dijo durante la campaña y lo ha repetido este lunes; no tiene previsto apoyar gobiernos del PP en solitario para evitar la entrada de Vox en las instituciones, ya que considera que ambos partidos son “dos caras de la misma moneda” y que el PP “es la extrema derecha”.

El Gobierno en solitario es la fórmula por la que también opta la ganadora de las elecciones al Ayuntamiento de Valencia, la popular María José Catalá, quien ha señalado que, según la norma, al haber sido el partido más votado pueden “alcanzar la alcaldía sin necesidad de unos preacuerdos” y luego buscar acuerdos “puntuales” con las fuerzas con representación para poder aprobar los presupuestos y sacar las ordenanzas. No obstante, ha señalado que hasta el día 17 de junio, cuando se constituyen los nuevos consistorios, “vamos a ir hablando” porque habrá que ver cómo afecta el adelanto de las elecciones generales a los posibles pactos y negociaciones.

El modelo elegido por el PP y Vox para negociar los gobiernos autonómicos es distinto. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, pretende dejar en mano de sus dirigentes territoriales la última palabra sobre los pactos con la ultraderecha: “Les corresponde a ellos. Vamos a ser respetuosos con las competencias de cada uno y con la realidad de lo que se desprende de las urnas”. Sin embargo, el de Vox, Santiago Abascal, ya ha dicho que su posición en estas negociaciones “va a ser nacional y, por tanto, centralizada” y sus representantes en cada institución “recibirán instrucciones” a la hora de hablar con los líderes territoriales del PP.

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