Compromís reclama un año más de moratoria para los pisos turísticos en Valencia

El turismo es ya uno de los cinco principales problemas de los valencianos y valencianas, según el último barómetro municipal elaborado en septiembre de 2024. El informe advierte que se ha multiplicado por ocho la preocupación de la ciudadanía por la turistificación de la ciudad y ya es considerado el principal problema en distritos como Ciutat Vella o los Poblats Marítims. Otro estudio de la Concejalía de Empleo de Valencia concluye que los vecinos piden que el turismo se mantenga, pero de forma controlada. A la vista de estos datos, la portavoz de Compromís per València, Papi Robles, reclama al Gobierno local que prorrogue un año más la moratoria para la apertura de nuevos pisos turísticos, que entró en vigor en mayo del año pasado. El Gobierno local, de PP y Vox, han anunciado unas horas después que amplía el ámbito de la suspensión de licencias al Cabanyal-Canyamelar.

El Diario Oficial de la Comunitat Valenciana publicó el 30 de mayo de 2024 la suspensión durante un año de nuevas licencias para la apertura de viviendas de uso turístico, un acuerdo adoptado por unanimidad por el pleno del Ayuntamiento de Valencia. La moratoria afecta a los terrenos urbanizados cuyo uso dominante sea el residencial y estén situados en el casco urbano —salvo en Ciutat Vella y El Cabanyal porque contaban con regulaciones propias— y de las pedanías de Benimamet, Carpesa, Poble Nou, La Punta, El Palmar, El Saler y El Perellonet. Ahora se unirá a esta suspensión las licencias en el Cabanyal-Canyamelar por el incremento en más de 220% de las solicitudes de licencia a pesar de las limitaciones que establece el plan del barrio.

“Catalá mira hacia otro lado ante la evidencia de que constatan el observatorio y el informe de Empleo y se dedica a vender Valencia como un parque temático sin reglas ni límites y en contra la opinión de los vecinos”, ha criticado Robles, que ha censurado que la alcaldesa no haya hecho públicos estos informes. Y es que, según el infobarómetro, los vecinos piden que el turismo se mantenga, pero de forma controlada. “Los valencianos consideran que en los últimos años han proliferado los alquileres temporales, encareciendo la disponibilidad de vivienda accesible para los ciudadanos, y apuntan a cómo el turismo está afectando a la inflación local en materia de vivienda y en la desaparición de los pequeños comercios a favor de locales convertidos en apartamentos turísticos”, añade la portavoz valencianista.

Compromís espera a la regulación del turismo anunciada el año pasado por el PP. La formación ha propuesto la creación de una comisión no permanente en el Ayuntamiento, que incluya a todos los grupos municipales, para redactar una nueva normativa urbanística que ponga freno a esta situación. Porque, entiende, que la estampa que se ha visto en Fitur es la de “barra libre para el turismo masivo”.

Para el edil Ferran Puchades, Catalá sólo habla del turismo como “la palanca para la recuperación económica de Valencia. Pero nada sabemos de la regulación de los cruceros que la alcaldesa anunció hace casi un año ni tampoco de cómo piensan aplicar la normativa urbanística de apartamentos turísticos tras la moratoria que el pleno aprobó a propuesta de Compromís el pasado mes de mayo. En cambio, sí que sabemos que quieren ampliar el aeropuerto para llevar aún más turistas”. También critica que el 75% de los planes de empleo que han impulsado desde la concejalía de Empleo están centrados en el sector turístico.

La portavoz Papi Robles considera el turismo “un activo económico importante, pero lo que no podemos permitir es que sea la única vía de crecimiento de la ciudad, expulsando a los valencianos de sus barrios. Esta es la diferencia entre el modelo de Compromís y el modelo del Partido Popular: nosotros defendemos una ciudad para vivir; ellos, una ciudad en venta”.

Poner una tasa turística

Robles ha vuelto a defender, además de la prórroga de la moratoria, una tasa turística que contribuya al mantenimiento de la ciudad y ha instado a la alcaldesa a que acelere la limitación de la entrada de cruceros y que se declare Valencia zona tensionada para limitar el precio del alquiler. También Compromís apuesta por la creación de una policía turística e impulsar, como hizo el gobierno de Joan Ribó, una economía verde, la revitalización de la huerta y el producto de proximidad, la llegada de empresas tecnológicas que se instalaron en nuestra ciudad como Deutch Telecom, Toshiba o Hewlett Packard, y el diseño y la innovación como sellos de identidad de la economía valenciana”.