Asociaciones y ONG piden la continuidad del Consejo de Inmigración de Valencia tras ocho años de trabajo

El Consejo Municipal de Inmigración e Interculturalidad, creado en 2016 por el anterior gobierno local para dar voz a las asociaciones y ONG de migrantes de la ciudad, se diluirá en un macroconsejo más genérico, dedicado a la inclusión social, a pesar de la solicitud de decenas de entidades de que no se suprima por su contribución a visibilizar a la población migrante. A partir de ahora, con la reorganización impulsada por PP y Vox, tres entidades —Casa Perú, Casa Camerún y la Asociación Hispano-Siria— representarán en el futuro Consejo de Inclusión y Derechos Sociales, pendiente de creación, al conjunto de colectivos de la ciudad.

Valencia Acull, una de las ONG miembro del Consejo a suprimir —se reconvertirá en un grupo de trabajo que se vinculará al futuro macroconsejo, según ha explicado la concejala de Bienestar Social, Marta Torrado— ha presentado en la sesión de este miércoles un manifiesto, suscrito con 39 entidades del mundo de la cooperación y la inmigración, en contra de la eliminación del consejo. “Queremos mostrar nuestro absoluto rechazo a la anunciada eliminación de este consejo de participación con más de 60 entidades que trabajan en defensa de los derechos de las personas migrantes y refugiadas”, arranca el escrito. Los firmantes lamentan la pérdida de visibilidad y rechazan que este consejo sectorial se diluya en otro más grande.

La concejala de Compromís Lucía Beamud ha criticado en la sesión de hoy del Consejo que solo se disuelvan y se integren en otro órgano los sectoriales de Inmigración y Cooperación Internacional mientras otros consejos municipales, como el de mayores, mujeres o discapacidad continuan. “Le recuerdo que en el anterior pleno usted reconoció que la supresión era una decisión personal suya, que usted decidió la reorganización y era su derecho”, le ha recordado Beamud a la concejala Marta Torrado, responsable de las políticas de inmigración.

Maite Ibáñez, concejala socialista, lamenta que el PP liquide el principal órgano de participación en materia de inmigración con el que contaba el Ayuntamiento de Valencia que, a partir de ahora, quedará diluido en un mero grupo de trabajo en el futuro macroconsejo de Inclusión Social. “Es un retroceso democrático y una manera de blanquear los discursos de odio de Vox”, ha manifestado. Ibáñez ha criticado además el intento del PP de ocultar esta “liquidación”, generando confusión sobre su continuidad al repetir que no se disolvía. “Si no se disuelve, infórmenos de cuando será el próximo consejo, denos una fecha”, ha pedido.

Alguna de las organizaciones participantes han intentado que el consejo votase una propuesta de reprobación de la concejala de Vox de Valencia Cecilia Herrero por sus mensajes “racistas y xenófobos”. Javier Moya, de Valencia Acull, ha leído algunos de los tuits de la cuenta de la ahora edil, vertidos antes de incorporarse al Ayuntamiento. “Somos negros. Ya podemos saquear Louis Vuitton y Apple y hacer que se arrodillen y nos beses los pies”, “Tanta reconquista para acabar pagándoles la invasión a los moros” o “El moro nos está invadiendo mientras se rearma. Invasión consentida y patrocinada por el gobierno traidor”. Torrado ha replicado que el punto no estaba en el orden del día, que ya se estaba en el capítulo de ruegos y preguntas y que ese asunto ya se había debatido en el pleno del Ayuntamiento de Valencia y aprobado una moción genérica en la que se rechazó

Las ONG han pedido igualmente, en el punto de ruegos y preguntas, que el Ayuntamiento de la capital no sea cómplice de los discursos de odio y rechace el intento de asociar inmigración y delincuencia en los cursos que un organismo de la Generalitat da a las Policías Locales. La asignatura de “Extranjería” se ha convertido en “Extranjería, inmigración ilegal y delincuencia”., en un intento de relacionar la migración con la delincuencia. Se ha pedido que se corrija el nombre y los contenidos del curso y “si no es así, que el Ayuntamiento de Valencia no participe en los mismos”.

Lucy Polo, vicepresidenta del Consejo de Inmigración, ha asegurado que no están en contra del nuevo consejo, “nos parece un instrumento muy importante”, pero ha subrayado que el órgano de la interculturalidad “se ha construido con mucho sentimiento y compromiso y creo concejala que su desaparición es un camino equivocado”. Y ha insistido en que todavía había tiempo para una modificación porque es la sociedad civil la que tiene derecho a la participación”. Ángela Nzambi ha asegurado que confiaba en que el consejo no desapareciera “y nos pongamos a trabajar” en las realidades y necesidades que hay allá fuera en la calle “porque la población migrante representamos ya a un 22% de la población de la ciudad”.