Los ‘ninots’ de cuatro migrantes subidos a una valla generan polémica en las Fallas de Valencia
El artista Escif explica su intención de denuncia de las contradicciones de la sociedad, pero hace autocrítica “ante el malestar en parte del colectivo migrante”, que intentó retirar los muñecos
La imagen es impactante: cuatro migrantes subsaharianos encaramados a una valla, como si se trataran de acceder a Melilla. Son, no obstante, cuatro ninots (muñecos) de la falla municipal de Valencia, que están subidos a la verja perimetral de la plaza del Ayuntamiento que delimita el espacio donde se dispara la mascletà. Si la destreza técnica con que han sido elaborados puede hacer pensar en un principio que son reales, la idea de descontextualizar la imagen para plantear la problemática de la migración ilegal en el epicentro de las fiestas ha generado polémica. Tanta que el creador que ha diseñado la falla, el reputado artista urbano Escif, ha salido a dar explicaciones, hacer autocrítica y a pedir una disculpa “ante el malestar suscitado en parte del colectivo migrante”.
El colectivo de personas afrodescendientes y africanas Uhuru Valencia ha criticado en su cuenta de Instagram esta acción “insensata, insensible y ridícula que no solo busca infravalorar lo que supone un trayecto migratorio tan peligroso como el mostrado, sino que está lleno de estereotipos, prejuicios y fetichismo”. “¡No a la espectacularización fallera del racismo institucional!”, señala, en la línea de otros colectivos antirracistas y de apoyo a los migrantes, que también se han sentido ofendidos por los ninots. Varios migrantes subsaharianos intentaron la noche del sábado retirar los muñecos de la valla de la mascletà porque los consideran una provocación o una ofensa. Agentes de la Policía Nacional lo impidieron y les explicaron que, en realidad, el sentido de la falla es el opuesto y no se produjeron disturbios ni detenciones, según recogen medios locales.
Los ninots han sido realizados por el artista fallero Pere Baenas, pero fueron ideados por Escif, un artista valenciano comprometido, que suele criticar en su obra las desigualdades sociales, la destrucción de la naturaleza o la explotación de las personas, como se evidencia en el enorme mural contra el trabajo infantil que pintó frente a la tienda de Primark en Valencia y que desde hace unos meses se discute sobre si se debe conservar e indultar. Ante el alud de reacciones y críticas por los ninots, Escif ha publicado un comunicado en su cuenta de Instagram, encabezado por una cita del artista belga Francis Alÿs, cuyo trabajo surge del espacio compartido por el arte, la arquitectura y las prácticas sociales: “El que hace algo se equivoca. El que no hace nada está equivocado”.
Dice el comunicado: “Me siento en la obligación de emitir un comunicado de reflexión y autocrítica que permita añadir otra capa de contexto en el proyecto presentado y una disculpa en firme a la comunidad afectada... Las fallas han sido tradicionalmente un espacio de crítica social comprometida con la realidad de cada momento; un espejo en el que se han reflejado las verdades incómodas que nos interpelan como sociedad; un altavoz abierto en el que mostrar nuestras vergüenzas y contradicciones... Si bien así han sido las fallas tradicionalmente, la verdad es que en los últimos años, este aspecto esencial, ha menguado progresivamente, dejando mayor espacio a un alarde preciosista de destreza y producción técnica”.
Luego, el único artista urbano español que Banksy citó e incluyó en su película Exit Through the Gift Shop (2010) explica que su apuesta era hacer “una falla bella y monumental, sin abandonar la sátira y crítica social”. Titulada Dos palomas, una rama, “muestra dos palomas enfrentadas por una rama de olivo y aborda con ironía la contradicción que conlleva hacer una guerra en nombre de la paz”. “Acompañando a la figura principal”, continúa Escif, “se disponen 9 escenas que de una u otra manera, señalan algunas de las contradicciones que nos azotan como sociedad: una tortuga ninja atrapada en un plástico de los que sujetan las latas de refrescos; dos hombres prehistóricos intentando hacer fuego con un teléfono móvil; o unos migrantes saltando la valla de la mascletà”.
Y concluye: “Suscribo firmemente la premisa de que ningún ser humano es ilegal y espero que este incidente pueda ayudar a mantener abierto el debate sobre nuestra participación y responsabilidad en torno a políticas que agreden contra la integridad y los derechos de cualquier persona. El arte es una ficción que nos acerca a la realidad.
Su comunicado ha provocado respuesta en su propia cuenta, como la que la música Amy Gueye: “Puedo ver una disculpa camuflada en una explicación cuya misión principal es que la gente empatice con tus buenas intenciones, desviando el foco de atención de donde realmente debería estar, en lo violento que es para las personas negras encontrarse con algo así. No hacía falta tanto rollo. ¿Cómo puedes no haber consultado esto antes de hacerlo con nadie negro? ¿Has hablado con alguna persona migrante, alguien que haya vivido una situación similar? Que tienen que ver las guerras del mundo… Entiendo las intenciones, pero si de verdad se quieren hacer las cosas bien, no se puede hacer desde la perspectiva de hombre blanco, porque esto es lo que pasa. No queremos seguir viendo esta falla, no queremos leer, de nuevo, un comunicado vacío y sin ningún tipo de sentido en el que ooootra vez un hombre blanco no es capaz de entender lo que ha hecho, y mucho menos queremos verla arder”
También hay numerosos comentarios tanto en esa red, como en otras, de apoyo a Escif: “Es para mí la escena más potente que he visto en la Falla Municipal. Mi felicitación. Ojalá lo entienda todo el mundo” o “És una denúncia valenta. Enhorabona com sempre! [Es una denuncia valiente. Enhorabuena, como siempre]”.
Escif comenta que la falla fue elegida “hace un año por un jurado independiente no vinculado directamente con ningún partido político”. Hace un año, el Ayuntamiento de Valencia estaba gobernado por Compromís y el PSPV-PSOE. Tras las elecciones del 28 de mayo, la alcaldesa es María José Catalá, del PP, con el apoyo de Vox, que también forma parte del Gobierno.
Escif fue el diseñador de la falla La meditadora de 2020 que representaba a una mujer en posición reflexiva. Al añadirle una enorme mascarilla al rostro, se convirtió en uno de los símbolos de la pandemia del coronavirus.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.