El Balneario La Alameda cierra de manera cautelar sus instalaciones

El Balneario La Alameda permanecerá cerrado desde este miércoles como ordenó el pasado viernes la Concejalía de Sanidad de Valencia por riesgo de legionela. “Por resolución del Ayuntamiento nos vemos obligados a cerrar el balneario desde el 9 de noviembre”, han informado los responsables del recinto, que califican la orden de “arbitraria e ilegal”.

Un informe del Consistorio detectó en su última inspección, a finales de octubre, presencia de legionela en el recinto, además de incumplimientos en la corrección de deficiencias estructurales, según fuentes de Sanidad. El Consistorio hace seguimiento del centro desde hace tiempo ante las deficiencias de tipo estructural que presenta este edificio modernista, construido en 1908, y enclavado en la calle Amadeo de Saboya de Valencia.

El Ayuntamiento notificó al balneario de la orden de cierre cautelar de forma electrónica el pasado viernes y posteriormente han intentado entregar la notificación en mano a los responsables del centro pero ha sido imposible, sobre todo, porque el balneario hace su descanso semanal los lunes y martes. Mañana miércoles está prevista su reapertura al público.

Ya en diciembre de 2015 y enero de 2016 se comunicaron desde la Dirección General de Salud Pública dos casos de neumonía por legionela en dos clientes del citado balneario, y los recuentos de muestras de agua arrojaron presencia (100 ufc/L) en una ducha de agua caliente del vestuario mixto de la planta baja.

En 2018 y 2019, en los mismos vestuarios, salieron recuentos positivos de legionela (150 ufc/L y 110 ufc/L) y en 2020 salió un nuevo positivo en el agua fría de una ducha de unos vestuarios sin especificar (460 ufc/L), continúa la resolución.

En cuanto al agua termal, en junio de 2019 se observó una contaminación por legionela en el vaso de agua templada sin aerosolización (100 ufc/L). A ello se suman, añade el escrito, las contaminaciones “recurrentes” por Pseudomonas aeruginosa en los años 2017, 2019 y 2020 en los tres vasos “indistintamente”.

El 10 de julio de 2019 se realizó una inspección y se emplazó a la dirección de las instalaciones a “subsanar las deficiencias”. Sin embargo, en febrero de 2022 se constató durante otra inspección que en el año 2021 “no se habían realizado controles analíticos de las aguas”, que “no han registrado labores de prevención de legionela” y que “se han dejado de emplear desinfectantes químicos, que se habían venido utilizando hasta el cierre por la pandemia de covid-19.

Un mes después, en marzo de 2022, se realizaron mediciones de diversos parámetros fisicoquímicos y se tomaron muestras a efectos de realizar análisis en laboratorio. Los resultados de los mismos “arrojaron presencia de microorganismos”. Entonces, se volvió a realizar una inspección y se redactó el acta con una serie de medidas a tomar por parte de la dirección del centro.

El servicio municipal de Sanidad acudió de nuevo al recinto después del verano para comprobar si se habían acometido las mejoras planificadas antes de vacaciones pero no se habían corregido las deficiencias, según fuentes municipales. Y a ello se ha unido posteriormente la detección de legionela por lo que la Concejalía de Sanidad, que dirige Emiliano García, ha procedido a dictar una orden de cierre hasta que se subsanen los problemas.

Desde su cuenta en Twitter, la concesionaria del balneario asegura que seguirán “trabajando en el mantenimiento del Balneario hasta que la reapertura se autorice. Entendemos que es una decisión arbitraria e ilegal. Ya se han presentado alegaciones y también se acudirá a los tribunales para solicitar que este cierre administrativo sea levantado cuanto antes”.