40 años de Estatut d’Autonomia: Puig apela a la unidad para avanzar ante nuevos retos

Hace 40 años, en la habitación 105 del hotel Azor de Benicàssim, Joan Lerma, José Ramón Pin Arboledas, Luis Berenguer, Felipe Guardiola y Antonio Palomares se encerraron durante días hasta lograr el borrador del Estatut d’Autonomia que se convirtió en ley el 1 de julio del 1982. A la sombra del mismo magnolio que plantaron para conmemorar el momento, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha apelado este viernes a ese “espíritu de Benicàssim” y ha pedido unidad, junto a la sociedad civil, para reclamar “un gran acuerdo” por la financiación, las inversiones “justas” y la visibilidad que merece la Comunidad Valenciana, así como afrontar nuevos retos.

Puig ha señalado que el Estatut proyecta una lección, una consecuencia y un propósito. “La lección es que, ante punto de inflexión, los valencianos demostramos que queríamos convivir juntos”, ha dicho y ha apuntado al presente para señalar que “ahora vivimos otro punto de inflexión económico, social y medioambiental y hemos de aparcar diferencias y asumir responsabilidades primando los intereses de los valencianos”. Así ha hablado no solo de la financiación autonómica sino también de transitar hacia la autonomía energética “con más determinación”.

La consecuencia del Estatut es, según ha indicado, una nueva comunidad valenciana. “Nuestra tierra ha cambiado de piel”, ha dicho, con un incremento de la población y del número de trabajadores, más “nuevos valencianos”, hospitales y universidades.

El propósito, según Puig, ha de ser doble: “Proteger lo conseguido y avanzar a una nueva frontera”, la del 50 aniversario de la norma con nuevos retos —enumeró hasta 40— que ha resumido, básicamente, en la igualdad de oportunidades, el aumento de la prosperidad y el respeto a todas las formas de sentirse valenciano.

El pleno del Consell ha aprobado una declaración institucional que leyó la consejera de Transparencia, Rosa Pérez, bajo el mismo magnolio con el que el Consell reconoce la contribución de aquellas personas “que tuvieron que sacrificar aspiraciones vitales y profesionales, poniendo en riesgo su integridad física y su libertad, para ganar derechos y recuperar las instituciones propias”. La declaración también habla del Estatut como “piedra angular de un proyecto político que ha permitido una profunda transformación social y material en distintos ámbitos”. “Sin duda, ha sido una palanca de progreso, de avances y de prosperidad para la sociedad valenciana”, señala. El texto pretende plasmar el espíritu de Benicàssim, “cuya esencia continúa vigente: siempre tiene que prevalecer la unión por el interés general de los cinco millones de valencianos y valencianas”.

También la nueva vicepresidenta portavoz de la Generalitat, Aitana Mas, se ha referido al cuadragésimo aniversario del Estatut d’Autonomia, tras el pleno de gobierno. “Cuarenta años después, nos sigue guiando hacia un futuro de cohesión, concordia, ilusión, diversidad y también libertad”, ha manifestado respecto a la norma de la que dijo que, al igual que el magnolio, “ha crecido y florecido”.