La policía investiga si el castillo hinchable que volcó en Valencia y provocó la muerte de una niña tenía los anclajes necesarios
Una de las menores heridas permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos
La policía científica investiga si el castillo hinchable que este martes volcó por el viento y provocó la muerte de una niña de ocho años tenía los anclajes de sujeción pertinentes. La normativa señala que este tipo de atracciones deben estar sujetas al suelo o, en su defecto, a elementos fijos, tal y como se encontraban, según la primera inspección realizada por los agentes. Una racha de viento causó, en la tarde noche del martes, que una parte del castillo se levantara y volcara sobre las atracciones colindantes. Los niños que se encontraban en ese momento en la atracción salieron despedidos. Unos, hacia el suelo, otros, hacia las colchonetas que se encontraban junto al castillo y los últimos quedaron bajo la lona de esta atracción. Entre los que cayeron al suelo se encontraba la pequeña de ocho años que murió al día siguiente, este miércoles. Otra de las hospitalizadas, una niña de cuatro años, permanece ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico de Valencia.
La normativa también señala que los castillos hinchables no pueden estar en funcionamiento si se registran vientos de más de 38 kilómetros por hora. El martes no había ningún aviso por vientos por parte de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en la zona de Mislata y aunque sí llegó una alerta del 112, fue una hora después de que se produjera el accidente. Además, la atracción, como el resto de la feria, había presentado toda la documentación administrativa en regla después de que un ingeniero certificara su cumplimiento. Dado que se trata de atracciones que no se desmontan diariamente, la inspección inicial es la que prevalece, tal como marca la ley.
El presidente de la Asociación de Industriales Feriantes de Valencia, José Esteban, ya declaró este miércoles que “en un minuto o en dos se levanta con fuerza el viento, no da tiempo a nada”. El propietario del hinchable siniestrado es un feriante que se ha dedicado toda la vida a este negocio, cuenta con varias atracciones y trabaja en varias ferias de la provincia de Valencia y de otras comunidades. En la de Mislata ha participado ocho años.
Esteban calificó de “desgracia muy grande para la familia, para el dueño de la atracción y en general para los feriantes” la tragedia ocurrida en Mislata, pero destacó que los empresarios feriantes llevan “todo correctamente” y que, pese a ello, hay incidentes “que no se pueden evitar” como el ocurrido en 2012 en la feria de Gandia cuando un tornado destrozó las atracciones y derribó parte de la noria, lo que provocó 35 heridos.
Con la muerte de la niña de ocho años de Mislata son tres los menores fallecidos en España en este tipo de atracciones en los últimos cinco años.
Las dos víctimas mortales anteriores tuvieron lugar en 2017: en febrero de ese año falleció un niño de cuatro años tras caerle encima otro menor mientras jugaban en un hinchable en la localidad sevillana de La Rinconada. Tres meses después, en mayo, explotó una atracción de ese tipo instalada en un restaurante de Caldes de Malavella (Girona). Los menores que se encontraban en ella salieron disparados y una niña de seis años murió, mientras que otros seis pequeños resultaron heridos. En aquel caso, los dueños del restaurante en el que se había instalado la atracción fueron condenados porque carecían de documentación oficial, manual de instrucciones o normas de seguridad, temas por los que no se interesó el acusado, “mostrando una dejación total”, según señaló la Fiscalía.
El accidente más grave registrado en el mundo tuvo lugar en Australia hace unas semanas, el pasado 16 de diciembre, cuando un fuerte golpe de viento levantó un castillo en una escuela de Tasmania, provocando la muerte de seis menores.
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