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La enconada pugna por la presidencia de Esquerra arroja sombras sobre el Govern de Illa

Las dos candidaturas que aspiran a la presidencia de los republicanos plantean que sean las bases quienes decidan si apoyarán los Presupuestos de Generalitat

El president Salvador Illa acompañado, de izquierda a derecha, por los consejeros Núria Parlon, Albert Dalmau y Alícia Romero el 3 de diciembre en la reunión del Govern en el Palau.
El president Salvador Illa acompañado, de izquierda a derecha, por los consejeros Núria Parlon, Albert Dalmau y Alícia Romero el 3 de diciembre en la reunión del Govern en el Palau.Marta Pérez (EFE)

El president de la Generalitat, Salvador Illa, está poniendo los cimientos de su mandato pendiente del tenso proceso de renovación de la ejecutiva de Esquerra, que ha impedido hasta ahora pactar los presupuestos. Illa se propuso al principio del mandato tener las cuentas listas el 1 de enero pero ya ha admitido que el plazo se ampliará al primer trimestre del año. Los republicanos escogerán a su nueva ejecutiva el próximo sábado y a partir de entonces el Govern confía en acelerar las conversaciones. La situación, sin embargo, se ha ensombrecido al apostar las dos candidaturas de ERC que aspiran a comandar el partido a celebrar una consulta para validar el pacto presupuestario. El Ejecutivo de Illa se sustenta en una frágil mayoría de 42 diputados y necesita de forma ineludible los votos de ERC y los comunes para alcanzar la mayoría absoluta.

Con el firme propósito de no incomodar a sus socios -el Govern les va de un solo voto-, los socialistas han mostrado su respeto por el proceso congresual de ERC y evitado el menor reproche. Las bases de ERC votaron el día 30 mayoritariamente a la lista encabezada por Oriol Junqueras pero deberán volver a las urnas porque el expresidente no alcanzó la mayoría absoluta (logró el 48% de los sufragios). La numerosa delegación del PSC que acudió al 41º Congreso Federal del PSOE estuvo también pendiente de esa votación deseando cerrar ya la interinidad. Pero se demorará 14 días más. “Somos respetuosos con cualquier proceso congresual y estamos a la espera de la nueva dirección. ERC es un partido histórico, que ha tenido responsabilidades de Govern y entendemos que habrá unidad y que habrá presupuestos”, sostuvo al término del Consell Executiu del martes pasado la portavoz de la Generalitat, Silvia Paneque, que añadió que no contemplan otro escenario y que confían en que habrá cuentas “gane quien gane”.

Oriol Junqueras, el día 30, tras conocer que había ganado la primera vuelta de las elecciones internas de ERC.
Oriol Junqueras, el día 30, tras conocer que había ganado la primera vuelta de las elecciones internas de ERC. Albert Garcia

El Ejecutivo no oculta que le hubiera gustado imprimir un ritmo mayor a las conversaciones y recuerda que para cumplir los pactos de investidura se necesitan tener aprobadas las cuentas. El propio Illa ha utilizado ese argumento en las sesiones de control en el Parlament. Y asegura que el Govern cumplirá la parte que le corresponde de los acuerdos contemplados en los pactos, entre ellos el modelo de financiación singular. Paneque añadió que el Govern cumple con el caso del proyecto de ley para erradicar el amianto de Cataluña así como la ley de municipios rurales. “Este Gobierno está absolutamente comprometido con los pactos de investidura y los cumplirá al pie de la letra”, dijo la portavoz. De hecho, precisamente en el apartado normativo es donde los socialistas pueden mostrar más avances. Por ejemplo, han dado luz verde hasta a tres normativas heredadas del mandato de Pere Aragonès al frente de la Generalitat y que figuraban en el acuerdo de investidura.

La cuestión es que la carrera electoral de ERC puede trastocar los planes de Illa si realmente la candidatura vencedora decide que la militancia vote el pacto presupuestario, algo que cada vez se hace más verosímil. La lista Foc Nou, que ha quedado apeada de la segunda vuelta, propuso inicialmente que el pacto de investidura -que ven como uno de Govern, por su extensión y complejidad- pasara de nuevo por el cedazo de la militancia. Cierta competencia por hacerse con los votos de esta formación han llevado también a endurecer el tono de ambas candidaturas respecto a las relaciones con los socialistas y es ahí donde ha calado la idea de votar también si se ha de apoyar o no las cuentas. La número dos del PSC, Lluïsa Moret, afirmaba el lunes pasado, en una entrevista en este diario, que le daba total validez a la consulta que la dirección de ERC organizó en agosto en la que las bases avalaron el pacto de investidura. “No puede haber cambiado tanto”, dijo. El “sí”, celebrado con júbilo en la sede del PSC, se impuso por 550 votos. “Queremos una ERC fuerte y sólida. Estamos convencidos de que ERC y su militancia quieren lo mejor para el país”.

En la primera vuelta de la elección interna de los republicanos se impuso la lista que encabeza Oriol Junqueras, Militància Decidim. Obtuvo el 48% de los votos. Le sigue después Nova Esquerra Nacional, que agrupa a los seguidores de las tesis de renovación de la cúpula de la aún secretaria general, Marta Rovira, y que tiene como cabeza visible a Xavier Godàs. Ellos obtuvieron el 35% de apoyos. La diferencia de fondo es que ambas listas estuvieron detrás de las negociaciones para pactar con Illa, mientras que la génesis de Foc Nou fue precisamente rechazar ese acuerdo con el PSC para permitirle llegar a la presidencia de la Generalitat. Con un margen tan apretado, el 12% de votos huérfanos que obtuvo la candidatura descabalgada se ofrecen como claves de cara a la votación del sábado y tanto Junqueras como Godàs se han lanzado a seducirlos.

Tanto Militància Decidim como Nova Esquerra Nacional ponen como objetivos a largo plazo de ERC conseguir el traspaso de Rodalies y la obtención de la financiación singular para Cataluña. Objetivos que de entrada necesitan mucho más tiempo para conseguirse y que una consulta sobre el futuro de la legislatura en el Parlament podrían poner en riesgo. Desde las dos candidaturas también emiten señales que pueden ser leídas más en clave de advertencia que de amenaza. Godàs, por ejemplo, aseguró el jueves que la consulta no tiene que ser de respuesta binaria y llegaría tras un informe interno sobre el cumplimiento. La exconsejera Ester Capella, alineada con Junqueras, dijo también el mismo día que el Govern debería centrarse en “hacer los deberes” y no escudarse en las elecciones internas de los republicanos para no avanzar en el cumplimiento de los pactos de investidura.

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