El Ayuntamiento de Barcelona derriba siete paradas de las floristas de la Rambla

La reforma de la Rambla ha llegado este martes a las paradas de las floristas. El Ayuntamiento de Barcelona ha comenzado a desmantelar siete paradas de floristas que se encontraban en desuso en el centro del paseo. Tras la retirada de estos quioscos quedarán solo ocho -entre ellas la mítica flores Carolina- que durante la reforma de la Rambla serán trasladadas provisionalmente a la plaza Catalunya.

Los trabajos de desmantelamiento de las siete paradas que ha comenzado este martes se alargarán hasta el próximo 8 de noviembre. Los quioscos que se retiran -entre ellos donde se realizaba el fallido proyecto de Radio Rambla- se encuentran entre el número 100 y el 114 del paseo. Cinco de las paradas se encuentran en el lado Besos y dos en el lado Llobregat entre el número 79 y 87 del paseo. Estas paradas estaban cerradas por la renuncia de los titulares o por la amortización acordada entre Ayuntamiento y propietarios los últimos años.

El comisionado del pacto por Ciutat Vella, Ivan Pera, ha asegurado que el paso de desmontar los quioscos es “pequeño pero significativo”. El Instituto Municipal de Mercados de Barcelona (IMMB) ya ha comunicado a los titulares de las paradas en activo que, cuando la reforma necesite ocupar la parte central del paseo serán trasladadas -de forma provisional- a la plaza Catalunya y regresarán al paseo una vez hayan finalizado las obras. Pera mantiene que ese traslado está previsto para el último trimestre de 2025. Una vez trasladados los quioscos se demolerán todas las paradas y después se construirán otros del mismo volumen pero con una estética diferente.

La florista Carolina Pallés, en declaraciones a EL PAÍS, mantiene que el traslado a la plaza Catalunya puede ser positivo. “La reforma es necesaria y sabemos que solo será unos meses de traslado. El lugar creo que es bueno”, asegura Pallés. “Por el momento, no tenemos información de como serán las nuevas paradas. Nos han preguntado qué necesitamos pero ya está. Yo sé que un quiosco tan bonito como el que tengo no los volveré a tener y me da pena tener que marchar”, admite. El quiosco de Pallés es diferente al resto. Se construyó en 1992 como prototipo de un nuevo quiosco que al final no se acabó adoptando pero que ha mantenido estos 32 años.

El presidente de la Asociación Amics de la Rambla, Pau Bosch, defiende el “valor inmaterial” de las floristas en el paseo: “Una vez hecha la reforma no se debe reducir la superficie destinada a las floristas y debe mejorarse las instalaciones que tienen”.

El comisionado del pacto por Ciutat Vella ha destacado que conforme avance la obra se demolerán las 11 paradas de los antiguos pajareros que quedaron, definitivamente, cerradas en la zona superior de la Rambla de Canaletes el pasado 16 de septiembre.

La reforma de la Rambla finalizará en 2027. El Ayuntamiento prevé destinar una inversión de 55,6 millones de euros en la transformación del paseo entero.