Las Fiestas de Gràcia se estrenan con la suspensión de actividades de cultura popular

La Vila de Gràcia arrancó ayer la celebración de las Fiestas de Gràcia, que se celebrarán del 14 al 21 de agosto y prevén la visita de tres millones de personas, con un sabor agridulce. Esta será una nueva edición de las fiestas que cuenta con más de 900 actividades y 23 calles adornadas por las comisiones de fiestas aunque sin la presencia de gran parte de las actividades culturales, lo que ha generado una polémica iniciada, principalmente, por las ‘colles’ que no van a poder efectuar sus actuaciones.

Un estallido de protestas llenó ayer miércoles la Plaza de la Vila de Gràcia, el escenario en el cual se celebraría el pregón inaugural a las 19h presentado por Torradet y Gresca —los gegants de la vila que celebran sus 25 años—, aunque se vio afectado con un retraso de 30 minutos. Desde el balcón de la sede del distrito tan solo se percibían gritos, silbidos y cánticos acompañados de pancartas por parte de las ‘colles’ dirigidas a los grupos políticos por no autorizar los permisos para las actividades con ‘colles’ de fuego. Entre los carteles, mensajes como “La Vila es para quien la defiende” o “sin cultura popular no hay fiesta mayor” fueron los que los vecinos de la Vila de Gràcia, un barrio que siente la gentrificación y la presión turística como amenazas, quisieron trasladar a la regidora del distrito, Laia Bonet, que asistió a la lectura del pregón.

Los pregoneros reivindicaron el carácter local de las fiestas y destacaron la masificación como uno de los principales peligros del barrio: “Hay mucha, mucha gente, incluso algunos vecinos, que no pueden ni salir a pasear”. Cuando la dirigente socialista, Bonet, se plantó frente al micrófono para desear a los vecinos una buena fiesta mayor, estos le abuchearon al grito de “fuera”.

La problemática explotó hace dos días, cuando el consejo del distrito de Gràcia del consistorio decidió no autorizar los ‘correfocs’ como resultado de las discrepancias de los últimos meses en la Coordinadora de Colles de Cultura de Gràcia. Las desavenencias explotaron este enero, cuando la Colla Vella quiso marcharse de la Coordinadora y, desde entonces, los dos colectivos no han llegado a ningún acuerdo para que los actos se pudieran realizar con normalidad. El origen del conflicto se remonta a la sanción que la coordinadora impuso a dicha ‘colla’ por haber quemado pirotecnia en una actuación el año pasado pese a que se había acordado lo contrario. En un comunicado, la ‘colla’ afirmó que había respetado el protocolo tradicional.

Sin embargo, el resultado es que las Fiestas de Gràcia de este año empiezan con la denuncia de las ‘colles’ por tener una fiesta mayor sin entidades de cultura popular, lo cual hace que esta deje de ser una fiesta mayor. Ni madrugadas de fuego, ni gralles, ni mañana de fiesta mayor, ni cercavila, ni Sant Roc, ni ‘correfoc’... Esta edición tan sólo contará con las dos diadas castelleras y la invitada de gegants.

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