_
_
_
_

Un vecino de Barcelona denuncia haber recibido una paliza de un grupo de jóvenes que intentaba colarse en los búnkeres del Carmel

La asociación del Turó de la Rovira convoca una manifestación este lunes para condenar la agresión y criticar la masificación turística de la zona

Rodrigo Marinas
Baterias Carmelo Cierre
Primer día del cierre del recinto del mirador de las baterías antiaéreas del Carmel de Barcelona, el pasado mayo.MASSIMILIANO MINOCRI

La tensión en uno de los puntos más tensionados por la masificación turística ha llegado a las manos en Barcelona. Un vecino de los búnkeres del Carmel ha denunciado a los Mossos d’Esquadra una agresión donde un grupo de turistas le propinó varias patadas en la puerta de su casa, según ha anunciado la asociación de vecinos este sábado en redes sociales. Joan Escayuela, electricista jubilado de 76 años, reside solo y tiene su casa justo enfrente del acceso a este popular mirador barcelonés por la calle Marià Lavèrnia. El pasado miércoles 21, tras el cierre de las instalaciones, avistó a un grupo de seis o siete jóvenes que intentaba colarse con alcohol, escena frecuente según los vecinos de la zona a pesar del vallado. “Les dije que se fueran y les grababa con mi móvil”, relata Escayuela, pese a que le amenazaron. “Me tiraron al suelo de una patada en el pecho, me dieron varias patadas y me robaron el móvil. Luego salieron corriendo”.

El vecino, que ahora tiene los brazos llenos de moratones, explica que sufrió otra agresión hace varios años en una escena similar: “Me dieron once puntos en la mandíbula”. Esta vez, el parte médico que acompaña a su denuncia policial constata que recibió varias contusiones.

El consejo vecinal del Turó de la Rovira, que agrupa a residentes de calles cercanas a los búnkeres como Doctor Bové o Gran Vista, ha convocado este lunes una manifestación en los jardines Juan Ponce para denunciar este episodio. Por la tarde, medio centenar de vecinos se ha concentrado junto a la carretera del Carmel para mostrar su rechazo a la agresión y su solidaridad con Joan. Los manifestantes llevaban carteles con lemas como “Todos somos Joan” o “Si tocan a un vecino, nos tocan a todos”.

La entidad también critica que los turistas siguen haciendo botellón y degradando el entorno de la colina pese a que está vallada desde mayo con un cierre de 19.30 a 9.30. Aunque ya no transcurren los miles de visitantes con música tecno y vendedores ambulantes al atardecer, la entidad ha publicado desde la aplicación del cierre nocturno varios vídeos donde persisten los festejos, a ambos lados de las vallas de los búnkeres.

“Los turistas no tienen impunidad”, lamenta Escayuela. “‘Si me voy a plaza Catalunya con una lata de cerveza si me multáis’, le comenté a un policía. Y me respondió que hablara con los políticos”, añade el vecino. “No tardarán en cobrar una entrada como en el Park Güell, nos han robado la montaña”.

Fuentes del Ayuntamiento ya indicaron a este periódico que la prioridad de los agentes es desalojar en este espacio “tan característico orográficamente”, aunque consuman alcohol en la vía pública: “Si tienen que empezar a denunciar a todas las personas que están consumiendo alcohol se pueden producir situaciones no deseadas. Cualquier actuación policial se basa en los principios básicos de oportunidad, congruencia y proporcionalidad”. El Consistorio no dispone de las cifras de sanciones impuestas por saltarse las vallas de este mirador.

El proyecto del vallado nació para salvar las antiguas baterías antiaéreas y los restos de las barracas del deterioro provocado por la masificación. Además, la regidora del distrito Horta-Guinardó, Rosa Alarcón, desea recuperar la memoria histórica de este recinto, que fue declarado en 2011 parte de la red de espacios musealizados del Museu d’Història de Barcelona (Muhba).

Puedes seguir a EL PAÍS Catalunya en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_