Dani Alves pierde la última oportunidad para salir de la cárcel antes del juicio por violación
La Audiencia de Barcelona confirma la prisión provisional para el exfutbolista del Barça por la agresión a una joven de 23 años en la discoteca Sutton
Dani Alves ha perdido este lunes la última oportunidad que tenía de salir de la cárcel antes del juicio que afrontará por la presunta violación de una joven de 23 años en la discoteca Sutton de Barcelona. La Audiencia de Barcelona ha confirmado la prisión provisional y concluye que ninguna de las maniobras que ha impulsado el exjugador del Barça (una nueva declaración, el análisis de las cámaras de seguridad, el empadronamiento de sus hijos) sirven para dejarlo en libertad. Al contrario: los indicios recopilados por los Mossos d’Esquadra, en especial las huellas halladas en los lavabos de la zona VIP, “no solo no desvirtúan, sino que confirman” el relato de la víctima.
La resolución, firmada por Carme Guil, es contundente. Los indicios de que Alves cometió una agresión sexual “permanecen inalterables”. Los tres magistrados que integran el tribunal no han comprado la última versión que el futbolista ofreció ante la jueza que investiga el caso: por primera vez, reconoció que mantuvo relaciones sexuales con penetración, pero afirmó que fueron consentidas. El jugador afirmó además que, en su anterior y errática comparecencia (la que lo condujo a prisión) había negado incluso conocer a la chica por miedo a que su mujer se enterara de la infidelidad.
En una anterior resolución, dictada en febrero, la Audiencia de Barcelona ya desestimó la petición de Alves de salir en libertad. Han pasado más de cuatro meses, tiempo que la defensa del futbolista ha empleado para tratar de desacreditar el relato de la víctima y de las dos chicas que la acompañaban la noche de los hechos, en diciembre. Un detective privado ha analizado las imágenes de la zona VIP para tratar de desacreditar el ambiente de miedo descrito por la víctima. Según la interpretación del informe pericial aportado por la defensa, “se observa en la denunciante una conducta abiertamente sexualizada, propia de un galanteo en fase de cortejo”. El relato de la chica, insiste la defensa, “se desmorona”.
No lo ven así los magistrados, que rechazan de plano esa línea de argumentación. De entrada, porque la agresión no fue captada por las cámaras, sino que ocurrió en el interior del lavabo de la zona VIP. Pero el comportamiento de la chica, fuese el que fuese —la resolución precisa que eso deberá valorarse en el juicio— “no puede en modo alguno justificar una posterior agresión sexual”. Aun cuando entrara voluntariamente en el baño, “ello no daría ninguna concesión al señor Alves para imponer el acto sexual”, recuerdan los magistrados, que consideran que hay indicios sólidos de delito.
La declaración de la víctima es “fiable”
La declaración de la víctima, insiste el auto, “tiene rasgos de fiabilidad suficientes”, que además se han visto corroborados por los nuevos indicios, en particular las huellas y restos biológicos hallados en el lavabo. Todo eso tendrá que analizarse en una vista oral que no tardará demasiado en llegar. Como recuerda el auto, solo falta una diligencia para completar la instrucción: una pericial psicológica de la víctima solicitada por la defensa. Mientras tanto, argumentan los magistrados, Alves debe seguir en prisión provisional para que esté presente el día del juicio. Como habían sostenido tanto la Fiscalía como la acusación particular, el riesgo de fuga sigue siendo elevado.
La defensa había jugado parte de sus cartas en ese terreno: tratar de desvirtuar el riesgo de fuga. Aunque admite que es “un deportista profesional y como tal un trabajador errante”, Alves insiste en que tiene “un proyecto de vida a desarrollar en Barcelona, donde siempre quiso que sus hijos recibieran educación universitaria”. El exfutbolista subraya que sus hijos han venido a vivir a España y constan empadronados en la vivienda familiar, situada en Esplugues de Llobregat. Es cierto que consta el DNI español y el empadronamiento de los hijos, pero para los jueces esos documentos “parecen confeccionados ad hoc”, ya que están fechados “prácticamente el mismo día” en que la jueza de instrucción denegó la libertad de Alves, el 5 de mayo.
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