Colau deja para el siguiente mandato las multas a los propietarios de perros que los lleven sin correa

Cuando Ada Colau ganó la alcaldía de Barcelona en 2015 heredó, entre otras, una normativa aprobada por el equipo de Xavier Trias que regulaba cuándo se podían llevar atados o sueltos los perros en la calle. El equipo de BComú tenía entre sus simpatizantes varios colectivos animalistas y de amantes de las mascotas. De hecho, solo en la ciudad de Barcelona se contabilizan más de 180.000 perros. La herencia de la Ordenanza de Protección, Tenencia y Venta de Animales (OPTV) tenía solapada una moratoria que permitía que la normativa no entrara en vigor hasta resolver algunos asuntos —que complicaba el propio articulado de esta ley municipal—, como la obligatoriedad de que todo propietario de animal tuviera que obtener un “carnet de tenencia cívica y responsable”.

En el primer mandato de los comunes la moratoria siguió vigente y, por tanto, salvo excepciones muy particulares se permitió que los dueños de mascotas pudieran ir por la calle con los perros sueltos. En este segundo mandato ha seguido la misma moratoria pero, casi nueve años después de que se aprobara la ordenanza, ha habido movimientos. La normativa establecía que los 116 pipicans de la ciudad (ahora se denominan zona de perros y zonas de ocio para perros) eran insuficientes y se necesitaban más espacios donde los animales pudieran ir sin correa. La ordenanza marcaba así la creación de las zonas de uso compartido (ZUC), debía haber —como mínimo— una por barrio y en ellas, en determinadas franjas horarias, se podría llevar el perro sin correa compartiendo el espacio con el resto de la ciudadanía. Una vez implementadas las ZUC se suspendería la moratoria y, por lo tanto, quedaría eliminada la barra libre que ahora permite llevar el perro suelto.

Después de dilatar durante dos mandatos la puesta en marcha de la norma, el pasado noviembre el pleno del Ayuntamiento eliminó la obligatoriedad de que los propietarios de perros tengan que obtener el carnet de tenencia cívica y responsable. Este jueves el equipo de gobierno publicará el decreto que establece 103 zonas ZUC que, sumadas a los 116 antiguos pipicans, hacen un total de 219 espacios fuera de los cuales llevar el perro suelto implicará una sanción que oscila entre los 100 y los 2.400 euros. La puesta en marcha de la normativa podría ser muy impopular entre los colectivos de propietarios de perros y más pensando que en mayo hay elecciones municipales. Aun así, la coalición de gobierno (BComú y PSC) lo tiene todo preparado y la tercera teniente de alcalde, Laia Bonet (PSC), ya ha explicado este miércoles que se dedicarán este 2023 a concienciar a los propietarios y no se comenzará a multar hasta enero de 2024.

Bonet ha perfilado un calendario. Estas zonas son parques o plazas -no necesariamente provistas de fuentes o zonas verdes- en las que se colocará una chapa informando de que se trata de una zona de uso compartido y del horario en que se permite el paseo sin correa. Tras la publicación de la norma, este jueves comenzará una fase de información pública que finalizará a mediados de enero. Entonces se contratará a unos informadores que irán a los pipicans y alertarán a los propietarios de perros de que las zonas ZUC comenzarán en breve a ser una realidad. En marzo, se aprobará definitivamente el decreto de la ordenanza y tardará diez meses en hacerse efectiva.

Hasta ahora, los 116 pipicans existentes suponen una superficie de 46.294 metros cuadrados. Con la llegada de los 103 ZUC se suman 897.509 metros cuadrados. “Con esta medida garantizamos que el 95% de la ciudadanía que vive con perro pueda tener un espacio a menos de diez minutos de casa y el 99,2% tiene un espacio a menos del 15 minutos”, se enorgullece Bonet.

La directora de servicios de derechos de los animales del Ayuntamiento, Carmen Mate, ha defendido que para delimitar las ZUC han verificado los comportamientos actuales de los propietarios y se han entrevistado con vecinos y comerciantes de todos los distritos. “Es importante que los perros vayan atados. El año pasado tuvimos 500 animales perdidos, hace dos años eran cerca de 700″, advertía Mate. Con la introducción de las nuevas zonas se calcula que cada perro dispondrá de una ratio de 5,24 metros cuadrados de espacio donde ir sin correa. Aun así, las ZUC donde se permite ir sin correa más de ocho horas solo serán 40 frente a las 63 abiertas menos de ocho horas. Habrán ZUC en todos los barrios pero un ejemplo de las mismas son la plaza Tetuaá, el paseo Picasso, la plaza Gal·la Placidia o la Rambla Prim. Los perros potencialmente peligrosos deberán ir atados independientemente de la zona que se trate.

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