Aragonès defiende un referéndum pactado en el quinto aniversario del 1-O
El líder del Govern obvia la crisis en el Ejecutivo pero insta al independentismo a “volver a trabajar unido”
El independentismo catalán está este sábado de día grande, con la conmemoración del quinto aniversario del referéndum unilateral del 1-O. Aunque el Tribunal Constitucional lo declaró ilegal y su resultado no fue aceptado por ningún país u organismo internacional, se trata de un hito para los partidarios del secesionismo. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha aprovechado una declaración institucional para insistir en su propuesta de un acuerdo de claridad para lograr una nueva votación, esta vez sí con el visto bueno del Ejecutivo central (que la rechaza). “Hicimos el referéndum del 1-O y haremos que Cataluña vuelva a votar”, ha apostillado. Pese al momento grave de las relaciones con su socio en el Ejecutivo, Junts, y los dos al borde del divorcio, el republicano ha obviado la polémica y se ha dedicado a subrayar la importancia de trabajar todos unidos para poder alcanzar el Estado propio.
Llegar a consensos sobre el acuerdo de claridad y, posteriormente, negociarlo con el Ejecutivo central fue la propuesta estrella de Aragonès en el Debate de Orientación Política que se ha celebrado esta semana en el Parlamento catalán. Es una especie de manual para dejar claras las reglas de un eventual referéndum pactado, aunque sin fechas ni calendarios, y está inspirado en lo que sucedió con los referendos en la provincia canadiense de Quebec. Sin embargo, solo los comunes lo apoyaron, el PSC (que llegó a plantearlo alguna vez) lo ignoró y Junts no quiso entrar a fondo, en plena pelea con sus socios por otros temas sobre la hoja de ruta secesionista. La falta de interés y la división en el Govern incluso quedó reflejada en una votación a favor de ese acuerdo.
El presidente, sin embargo, ha usado el escaparate de la declaración para recordar la propuesta y argumentar por qué considera que es el único camino real para lograr la solución del conflicto político y se muestra confiado en que ganará la independencia. “Lo volveremos a hacer porque somos muchos los que queremos que Cataluña sea un país libre”, ha dicho.
El aniversario de este año coincide con el momento más complicado que ha afrontado el independentismo desde el juicio al procés. ERC y Junts, los dos socios del Govern, han tensado la cuerda al máximo en su ya históricamente complicada relación y el riesgo de ruptura del primer Ejecutivo independentista (una serie comenzada por Artur Mas en 2012) es real y de consecuencias aún poco claras para el futuro de la apuesta secesionista. Junts está a la espera de que su militancia vote la continuidad de la coalición, después de que el último intento de acercamiento sea virtualmente imposible. Los de Borràs quieren que Aragonès revierta la destitución de su número dos, Jordi Puigneró. El propio presidente, en una entrevista a La Vanguardia, insta a sus socios a tomar ya una decisión o, de lo contrario, la tomará él.
Aragonès ha evitado cualquier referencia a esta situación, aunque sí ha recordado cómo la unidad de acción de diferentes actores permitieron cosas impensables como burlar a los servicios secretos españoles y poder tener urnas y papeletas, pese a que altos cargos del Ejecutivo de Mariano Rajoy, entonces en La Moncloa, negaban insistentemente que sucedería. “Hemos de volver a encontrarnos. Volver a trabajar en positivo en lo que nos une de forma incuestionable”, ha dicho.
El presidente catalán ha recordado a las personas que han tenido que responder judicialmente por la celebración del referéndum y los “exiliados”, como el secesionismo se refiere a los altos cargos que huyeron al exterior para no comparecer ante la justicia española. “Trabajando conjuntamente. Con confianza. Con complicidad”, ha insistido, “se superó el miedo a la represión policial”. En decenas de colegios habilitados, sin ningún tipo de garantía internacional, la Policía Nacional cargó contra votantes y ciudadanos que querían evitar el decomiso del material electoral.
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