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El TSJC prohíbe las protestas de la comunidad islámica frente a la casa del alcalde de Mollet

Acusan al edil de no darles la licencia para abrir una mezquita

mezquita de la Comunidad Al Huda de Mollet del Valles
En la imagen la actual mezquita de la Comunidad Al Huda de Mollet del Valles.MASSIMILIANO MINOCRI (EL PAÍS)
Alfonso L. Congostrina

El Tribunal Superior de Justica de Cataluña (TSJC) ha prohibido a la asociación Islámica Al-Huda de Mollet del Vallès (Barcelona) que sus miembros sigan manifestándose ante la vivienda particular del alcalde, Josep Monràs, como llevaban haciendo los cuatro últimos viernes. Unas manifestaciones que habían sido comunicadas al departamento de Interior y con las que querían hacer público su desavenencia con el Consistorio por no otorgarles la licencia para que un local propiedad de la entidad albergara una mezquita. El Consistorio alega que la normativa no permitía ese uso pero Al—Huda entiende que no es así y han desembolsado casi 600.000 euros en la compra del inmueble. Por el momento las protestas han cesado, pero el problema de esta comunidad con el Consistorio todavía no se ha solucionado.

Fue el alcalde el que solicitó la medida cautelar al TSJC. “Los Mossos d’Esquadra de la comisaria de Mollet tenían un informe alertando de que no es el mejor emplazamiento para las protestas. Desde el Ayuntamiento enviamos a Interior un requerimiento solicitando que se optara por otro lugar, como la puerta del propio Consistorio, y no frente a mi domicilio. Además, yo personalmente llamé al consejero Joan Ignasi Elena pero ha tenido que ser la justicia quien, como medida cautelar, ordene cambiar el lugar de estas manifestaciones”, lamentaba ayer el primer edil a EL PAÍS. Por el momento, Al Huda ha suspendido las protestas de este viernes.

Ahmed Balghouch, presidente de la entidad islámica, admite que se han realizado varias protestas frente a la casa del alcalde reclamando la utilización de un inmueble comprado por la comunidad. “Rezamos en una mezquita de alquiler en la calle Sant Ramon. En mayo de 2012 nos interesamos por un local de la avenida Badalona porque la mezquita se nos quedó pequeña. Tenemos un certificado del expropietario que nos garantiza que podríamos utilizar el local como mezquita. Pagamos todo el dinero que debíamos del local, cerca de 600.000 euros, el pasado julio y poco después el Ayuntamiento de Mollet nos dice que según las ordenanzas no pueden darnos licencia como oratorio de culto”, denuncia Balghouch. El alcalde Monràs admite que dado el emplazamiento del local que ha comprado la comunidad y su cercanía a casas habitadas no se podía dar, “por pura normativa urbanística”, ninguna licencia de actividad de culto.

Tras la negativa, la entidad islámica solicitó entonces que el Consistorio les diera una licencia de centro cultural y educativo para ese local. “Esa petición era una mentira. En las mismas redes sociales comprobamos que ellos admitían que lo que querían era montar una mezquita bajo la licencia de centro cultural por lo que la denegamos”, advierte el edil.

“Nosotros cumplimos con las leyes. De hecho, nuestras protestas cumplen con la normativa y en cuanto nos digan que no podemos protestar frente a la casa del alcalde buscaremos otro lugar. Lo que es una injusticia es que no nos dejen hacer una mezquita. Pero es que, además, tampoco nos dejan hacer un centro cultural”, denuncia Balghouch.

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