El Constitucional ordena investigar si la Policía torturó a un menor detenido en Barcelona en 2019
El juez deberá practicar diligencias para saber si Guillem P. C., arrestado durante las protestas por la sentencia del ‘procés’, fue víctima de malos tratos
El Tribunal Constitucional (TC) ha ordenado investigar si agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) torturaron a un menor de edad, Guillem P. C., después de detenerle en octubre de 2019 en Barcelona. La sentencia ve “precipitado” que el juez archivara la querella presentada contra ocho policías, a quienes acusa de haberle infligido malos tratos. Guillem fue detenido después de una sentada frente la jefatura de Policía durante las protestas contra la sentencia del procés. Tenía 16 años. La policía le acusó de desórdenes públicos, pero el pasado mes de junio fue absuelto.
Por inesperada, la decisión del Constitucional ha sido recibida con especial alegría por el joven independentista y su familia. Supone, de entrada, que el titular del juzgado de instrucción número 11 de Barcelona deberá abrir diligencias para investigar los hechos. Ya lo ha solicitado formalmente la abogada de Guillem, Norma Pedemonte, que ha presentado un escrito en el que solicita, entre otras cosas, la declaración como investigados de diversos agentes antidisturbios que participaron en la detención.
El caso de Guillem tuvo especial eco porque el vídeo de su detención se hizo viral. Miles de jóvenes participaban en una sentada pacífica frente a la Jefatura, escenario ese mismo día (y en jornadas anteriores) de incidentes violentos en las manifestaciones convocadas para protestar por la sentencia del Tribunal Supremo contra los líderes independentistas. En un momento dado, los antidisturbios inician una carga y los jóvenes salen corriendo Via Laietana arriba. Todos menos Guillem, que permanece absorto y se levanta demasiado tarde, cuando ya varios agentes se le echan encima y le arrestan. Por la vestimenta que llevaba aquel día, se hizo popular con el apodo de “el chico de la sudadera naranja”.
La abogada del joven, que hoy tiene 18 años, presentó una querella por torturas, lesiones y contra la integridad moral. Según su relato, fue golpeado repetidamente en la cara en dependencias policiales y obligado a ponerse de rodillas mirando hacia la pared mientras recibía mensajes vejatorios. El juzgado, sin embargo, archivó el caso sin tomar declaración al denunciante ni a los agentes al concluir que las lesiones “leves” del joven eran compatibles con una reducción policial en un contexto de “extrema violencia”. La decisión fue avalada por la Audiencia de Barcelona, pero ahora el Constitucional la ha tumbado.
La sentencia del Constitucional considera que hay suficientes elementos “indiciarios”, por lo menos, para iniciar una investigación. Por ejemplo, la existencia de informes que acreditan lesiones y el hecho de que uno de los policías atendiera una llamada al teléfono móvil de Guillem mientras éste estaba detenido. No se puede descartar, añade la resolución, que el menor fuera maltratado, porque se alude también a malos tratos que en ocasiones no dejan huellas físicas, como “amenazas, insultos o la obligación de permanecer integralmente desnudo delante de cuatro agentes”.
Sin entrar a juzgar el caso concreto, el Constitucional recuerda que la tortura por las autoridades estatales “envilecen y deslegitiman a un Estado democrático” y obligan a, por lo menos, llevar a cabo una “investigación suficiente” de los hechos.
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