Un incendio arrasa más de 400 hectáreas, la mayoría en el parque natural de Cap de Creus
El fuego, parcialmente estabilizado, ha obligado a desalojar a 350 vecinos que se prevé que regresen a sus casas a medianoche
Un incendio declarado este viernes en Llançà (Girona), un pequeño municipio de 4.800 habitantes de la turística comarca del Alt Empordà y que colinda con el parque natural de Cap de Creus, ha obligado a evacuar a unas 350 personas de seis urbanizaciones, un camping y un monasterio. Después de una noche “muy complicada”, según los Bomberos, el incendio ya no avanza, después de quemar 410 hectáreas, según el último dato de Agentes Rurales. Los efectivos ya dan por estabilizado la mayor parte del perímetro, que ha quemado sobre todo terreno del parque natural del Cap de Creus, y ha llegado a zonas forestales del municipio del Port de la Selva, Llançà y la Selva del Mar. Una colilla de cigarrillo lanzada desde la carretera es la principal hipótesis del origen del fuego. Está previsto que a medianoche, la mayor parte de los vecinos desalojados puedan volver a sus casas. Además, un pequeño incendio agrícola declarado en Vilafant, a unos 25 kilómetros del incendio de Llançà, ha obligado a desviar recursos aéreos para apagar el fuego, que han estabilizado después de quemar dos hectáreas.
La tramuntana, un viento turbulento muy típico en la zona noroeste de Cataluña y en el archipiélago balear, complicó desde el principio el trabajo de extinción de los bomberos. Ahora el temor son pequeñas retomas del fuego, pero los Bomberos se muestran optimistas y aguardan a la evolución de las llamas durante la noche. Los especialistas calcularon inicialmente que el fuego tenía una capacidad de devorar 2.000 hectáreas. A causa delas llamas, unos 300 abonados se han quedado sin electricidad en Llançà y Port de la Selva.
El monasterio románico de Sant Pere de Rodes, en la cima de la sierra de Rodes y declarado bien de interés cultural, también tuvo que ser desalojado ayer viernes. Sobre todo, ante la posibilidad de que turistas que desconocen la zona pudiesen acabar perdidos allí, sin ser conscientes de la situación. El Ayuntamiento de la localidad puso a disposición de los desalojados el pabellón municipal para que pudieran pasar la noche, aunque la mayoría de personas están alojadas en hoteles. Cinco trabajadores han resultado heridos leves mientras trabajaban en el fuego: cuatro bomberos, algunos con esguinces y cortes, y un agente rural que sufrió un golpe de calor.
El consejero del Interior, Joan Ignasi Elena, se ha desplazado la mañana de este sábado hasta el centro de mando desde donde se coordinan las tareas de extinción. Elena ha explicado que han pedido ayuda a los bomberos franceses para controlar el fuego, además de al Gobierno central. En las tareas de extinción trabajan 80 dotaciones terrestres de bomberos, 7 helicópteros bombarderos, 4 de mando y 6 aviones de vigilancia y ataque. Además, se han incorporado 2 aviones de vigilancia y ataque y 2 helicópteros cedidos por el Ministerio de Transición Ecológica. Elena ha hecho un llamamiento a la responsabilidad colectiva para evitar otros incendios, en una temporada de verano muy complicada en Cataluña. También se desplazó ayer a la zona el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
#IFLlançà hauria començat per la zona de la urbanització Cau del Llop i avançaria en direcció la Vall de Santa Creu. El foc, topogràfic i empès per la tramuntana, ha saltat el fons de barranc i puja en plena alineació
— Bombers (@bomberscat) July 16, 2021
Activades 26 dotacions i 6 #maer #bomberscat pic.twitter.com/y6EqKnyjbc
El incendio comenzó en la zona de la urbanización Cau del Llop, situada encima de un acantilado en primera línea de mar y apartado del núcleo urbano, informaron los bomberos. Las llamas, empujadas por rachas de viento del norte de más de 25 kilómetros por hora, se extendieron con rapidez desde las 13.30 hacia el interior del territorio en dirección al valle de Santa Creu, en la sierra de Rodes, un sendero circular de 13 kilómetros situado en el parque natural del Cap de Creus y que se eleva hasta los 620 metros de altura. En un vídeo publicado en la red social Twitter de los Agentes Rurales, se observaba cómo a primera hora de la tarde las llamas afectaban a la “práctica totalidad del terreno forestal”, con varios núcleos de fuego activos y esparcidos por diferentes senderos.
Después de un verano casi sin incendios en 2020, sobre todo debido al confinamiento (la mayoría de los fuegos se originan por la actividad humana, ya sea negligente o intencionada) y las lluvias, el de Llançà es el peor fuego en Cataluña desde 2019, cuando ardieron 6.500 hectáreas en la Torre del Espanyol, en la provincia de Tarragona. Pero ninguno de ellos ha sido tan virulento como el que ardió en 2012 en el Alt Empordà, en dos fuegos paralelos en Portbou y la Jonquera, que quemó 12.000 hectáreas y provocó cuatro fallecidos, aunque solo uno a causa directa de las llamas.
Un verano de alto riesgo
La falta de lluvias en invierno y primavera ha dejado un escenario muy propicio al fuego para este verano en Cataluña. Los servicios de prevención de incendios llevan semanas alertando del riesgo que corre la comunidad. Solo en lo que va de año, y cuando apenas se empieza a afrontar los meses más difíciles de la campaña forestal, en Cataluña han quemado, sin contar las de este viernes, 620 hectáreas: 488 más que en todo 2020. El incendio de Llançà, el más grave hasta el momento en la comunidad, se produce apenas dos días después de la extinción de otro en el municipio de Martorell, en la provincia de Barcelona, que acabó con más de 150 hectáreas y fue provocado por una negligencia humana y también obligó a desalojar urbanizaciones.
Los bomberos se preparan para un verano muy complicado y atípico, en el que las zonas que preocupan más son las del cuadrante noreste de Cataluña, áreas muy pobladas y con muchas urbanizaciones en la montaña, como es la de Llançà. La situación es mucho peor que la del año pasado, que fue muy lluvioso y la masa forestal estaba más húmeda, según los expertos. Las comarcas con más riesgo son el Alt Empordà y Baix Empordà, también el Gironès, La Selva y parte del Pla de L’Estany, informa Mar Rocabert.
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