Campamentos de verano a base de becas tras la covid
La campaña de ocio de verano para jóvenes y niños supera las cifras anteriores a la pandemia, con más de 68.000 inscritos
El martes acababa la escuela y un día después ya marchaban los primeros autocares hacia las colonias de Fundesplai. Se iniciaba así la campaña de actividades de ocio de este verano para jóvenes y niños en Cataluña. Una campaña que ha superado los 68.000 participantes de 2019, el año anterior a la pandemia, pero en la que también han aumentado el 40% en las peticiones de becas. Desde Fundesplai hacen un llamamiento a la solidaridad para poder becar a todas las familias que lo necesiten porque en estos momentos los fondos de los que dispone la asociación no son suficientes para cubrirlas a todas.
“El objetivo es que ninguna familia que quiera llevar a sus hijos de campamento se quede sin poder hacerlo por motivos económicos, estamos trabajando para que el tiempo de ocio no se convierta en un espacio de exclusión”, afirma Josep M. Valls Hausmann, jefe de comunicación de la entidad. “La sociedad tiene que entender que esto no es un lujo, que el ocio es importantísimo para la formación de los niños y jóvenes, y que la igualdad de oportunidades en la infancia es básica”, defiende.
“No puede ser que tres amigos estén juntos en la escuela y al día siguiente dos puedan ir de campamento y el otro se tenga que quedar mirando la tele todo el verano”, dice el portavoz. Que el ejemplo que utiliza sean tres amigos, de los cuales uno no puede costearse los campamentos de verano, no es algo casual: en Cataluña, según los datos del instituto de estadística Idescat, uno de cada tres niños se encuentra en riesgo de pobreza. “Hacemos una llamada a la sociedad para que colabore y se implique. No somos ni un banco, ni una multinacional, lo que hacemos es captar fondos para después poder dar becas”, afirma, invitando a particulares, administraciones y empresas a colaborar en la campaña solidaria Un verano para todo el mundo a través de la web.
En términos generales, el balance es positivo. Se encuentran un 2% por encima de la cifra de participación total del 2019, con las inscripciones todavía abiertas hasta mediados de julio. Más de 1.300 colonias, casales, campamentos, campos de trabajo y colonias en familia, con 68.000 inscritos, una participación que ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia. Según los responsables de la entidad las cifras demuestran una gran necesidad de las familias de que los niños puedan disfrutar de las actividades de ocio en la naturaleza.
“Seguramente es cierto que existe el llamado trastorno por déficit de naturaleza, por déficit de relaciones y por exceso de pantallas”, aventura Cristina Rodríguez, la directora general de Fundesplai, a través de una nota de prensa. Respecto a las buenas cifras de inscripciones que van llegando de esta campaña de verano, Rodríguez afirma: “Nos gustaría pensar que también se debe a la confianza que las familias depositan en las entidades de ocio por su bagaje y por lo que demostramos ser capaces de hacer el verano pasado, cuando nos convertimos en la punta de lanza de la resocialización de los niños, después del confinamiento más duro”.
También se prevé un fuerte incremento en la petición de becas para ir de casales y colonias. Desde hace 10 años a Fundesplai organiza la campaña solidaria Un verano para todo el mundo a través de la cual se hace captación de fondos y se otorgan becas a las familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad para que sus hijos puedan ir a las actividades de verano. Rodríguez indica que Fundesplai ya ha recibido un 40% más de peticiones de becas respecto a las 4.667 becas que se otorgaron el 2020. “Lo que pasa es que nos están pidiendo muchas más que en años anteriores. Empezamos el 2011 y ese año dimos pocas más de 900 becas, la cifra ha ido subiendo de forma importante”, afirma Josep M. Valls Hausmann.
El jefe de comunicación reconoce que a día de hoy no tienen los fondos suficientes para responder al aumento de las peticiones de beca. En Fundesplai siempre se ha becado “en función de las necesidades de cada familia, después de hacer un estudio pormenorizado de cada caso”, añade, y frente a esta falta de fondos lo que puede pasar, en caso de no conseguirlos, es que no puedan cubrir todas las peticiones, o que el porcentaje del precio becado sea menor. “La sociedad tiene que entender que esto no es un lujo, que el ocio es importantísimo para la formación de los niños y jóvenes”, zanja Valls.
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