Unos perros matan a un serval fugado de una casa de Sitges

Un serval que se había escapado de una casa de Sitges el pasado viernes apareció este domingo muerto en una finca cercana a la urbanización Els Cards, en Sant Pere de Ribes (Barcelona). Murió tras ser alcanzado por los perros que vigilaban una propiedad particular. El felino, pese a tener un aspecto parecido a un leopardo pequeño, era inofensivo, según la Policía Local de Sitges. Había sido domesticado por una familia que lo tenía como mascota. Fue un aviso de esta familia, de origen holandés pero residente en una urbanización de Sitges, quien puso en alerta a la policía, que pidió ayuda en las redes para localizar al felino.

Los propietarios del animal pedían ayuda para tratar de encontrarlo, una vez que se dieron cuenta de que había desaparecido de su casa. Avisaban de que el animal —pese a poder ser confundido con una fiera salvaje— estaba domesticado y que iba a tener imposible sobrevivir en libertad porque no sabría cazar ninguna presa. Este tipo de felino es originario del África subsahariana, suele medir un metro de largo y pesar un máximo de veinte kilos. Se alimenta de pájaros, liebres o de pequeños roedores.

La Policía Local de Sitges inició un dispositivo de rastreo para tratar de localizarlo, a la vez que pedía ayuda en las redes sociales, por si alguien podía aportar información sobre su paradero. “Es manso y no es peligroso”, apuntaba la policía local, pero justificaba la necesidad de darle caza porque se trata de una “especie no autóctona” que hay que tener bajo control.

La noche del domingo el serval apareció muerto en una finca próxima a Els Cards. Quedó mortalmente herido tras ser alcanzado por los perros que vigilaban la propiedad. El serval fue encontrado a una decena de kilómetros de la casa de donde se escapó. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha abierto una investigación.

Varias páginas web especializadas en los animales domésticos se hacen eco del auge, de un tiempo a esta parte, de tener a uno de estos gatos salvajes como mascota. Entre las advertencias que se hacen a quien quiera tener a una de estas fieras en casa se recoge que el serval no es un gato que guste de acurrucarse en la falda de su dueño, sino que marca con orín su territorio, caza de noche y necesita grandes espacios para correr, saltar y escalar. Se desaconseja en casas donde haya niños pequeños y en algunos países se ponen restricciones a tenerlos encerrados en casa como mascotas.