Pablo Hasél se atrinchera en la Universidad de Lleida para evitar ser encarcelado

El rapero leridano Pablo Hasél se ha encerrado este lunes junto con varios simpatizantes de su causa en el rectorado de la Universidad de su ciudad. Hasél, que en realidad se llama Pau Rivadulla, tenía que haber ingresado en prisión voluntariamente antes del pasado viernes a las 20.00 tras ser condenado, por la Audiencia Nacional, a nueve meses de cárcel por enaltecer al terrorismo e injuriar a la Corona en las letras de sus canciones. El cantante no ingresó en prisión voluntariamente. Aseguró que hacerlo “sería una humillación indigna” y desafió a la justicia. Después de que el rapero no entrara en prisión la Audiencia Nacional tiene que dictar una orden de busca y captura y serán los Mossos los que deberán arrestarlo. Hasél lo sabe y este lunes se ha encerrado en el edificio de la Universitat de Lleida para amplificar su causa. “Estoy encerrado junto a bastantes solidarios en la Universitat de Lleida (UdL), tendrán que reventarla para detenerme y encarcelarme. Es en el rectorado de la Rambla Aragó por si alguien de por aquí quiere echar una mano”, ha tuiteado Hasél advirtiendo que no huirá pero tampoco pondrá fácil su detención.

Hasél, está condenado a nueve meses de prisión por numerosos tuits y la letra de una canción sobre el rey emérito titulada Juan Carlos el Bobón. Sobre sus espaldas tiene otra condena de dos años, en suspenso, por hechos similares. También fue condenado a seis meses de prisión por agredir a un periodista precisamente en el rectorado de la UdL donde hoy espera la llegada de los Mossos. Tiene otra condena por pegar a un testigo desfavorable de un juicio. Estas dos últimas sentencias están recurridas. Además, la justicia le investiga por su participación en el intento de asalto a la Subdelegación del Gobierno de Lleida el 25 de marzo de 2018, en los actos de protesta por la detención del expresident prófugo Carles Puigdemont en Alemania.

Horas después de que el rapero accediera al Rectorado de la UdL el consejo de dirección de la universidad ha exigido al artista que garantice “los derechos de estudiantes y personal y la integridad de la propia institución”. La UdL, en un comunicado, ha advertido que el derecho de protesta “no puede ocasionar de ninguna manera riesgos personales ni patrimoniales de la universidad y de su gente”. La universidad destaca que la libre circulación y acceso de estudiantes y trabajadores a sus lugares de estudio y trabajo “es un punto innegociable que habrá que compatibilizar con el derecho de protesta”.