La Guardia Urbana, a la caza de fiestas en Nochevieja

“Estamos monitorizando las redes sociales. De momento, no tenemos constancia de que haya convocatorias de fiestas de Nochevieja en Barcelona, pero nos preocupa que esto se pueda producir. El 31 de diciembre por la noche hemos montado un dispositivo de 251 guardias urbanos, es muy similar a los operativos de otros años, una parte de estos agentes estarán preparados para reaccionar si se detecta alguna fiesta. Actuaremos con total contundencia ya que estas concentraciones ponen en riesgo a las personas”, así de firme se ha mostrado este miércoles el intendente mayor de la Guardia Urbana de Barcelona, Pedro Velázquez. El intendente, acompañado por el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, ha presentado el dispositivo de Fin de Año, donde 251 agentes municipales “y un número muy similar de Mossos d’Esquadra” velarán por el cumplimiento del toque de queda, prorrogado hasta la 1.00 de la mañana del 1 de enero, y porque no se celebren ni fiestas, ni botellones, ni concentraciones que supongan un riesgo sanitario en el contexto de pandemia de la covid-19.

Velázquez ha reconocido que, pese a que el cuerpo municipal movilizará el mismo número de agentes que otras Nocheviejas, este año ―debido a la situación de pandemia― la misión de los agentes es muy diferente. Los policías velarán por que no haya concentraciones de personas. “Los puntos calientes son los parques abiertos y entre ellos las playas, pero estamos tranquilos. Descartamos concentraciones importantes de personas y más teniendo en cuenta la climatología. Aun así, estaremos pendientes y evitaremos estas concentraciones”, ha mantenido el intendente mayor.

La Guardia Urbana tendrá especial control de la movilidad pese a que se prevé una reducción de los desplazamientos. El jefe del cuerpo se ha mostrado especialmente preocupado por el consumo de alcohol y drogas y las infracciones relacionadas con el exceso de velocidad y ha advertido que se realizarán diferentes controles.

Barcelona despedirá 2020 con unas campanadas que se podrán seguir desde todos los distritos. Estas simbólicas campanadas serán 12 palmeras de fuegos artificiales lanzadas desde cada uno de los diez distritos de la ciudad. Las zonas donde se efectúen los fuegos artificiales ―un espectáculo de 15 minutos― también estarán vigiladas para que no se concentren personas ya que el espectáculo está diseñado para presenciarlo desde las ventanas de los domicilios o “desde la televisión”, tal y como ha remarcado Batlle. El teniente alcalde ha pedido a la ciudadanía de Barcelona que muestre, una vez más, un “comportamiento solidario” y se quede en sus domicilios respetando las normas impuestas por las autoridades sanitarias.

La Guardia Urbana calcula que la franja de mayor movilidad será entre las once y la una de la madrugada. El Metro estará abierto hasta la una, justo cuando comenzará el confinamiento nocturno marcado por las autoridades sanitarias.