Barcelona plantea un presupuesto de más de 3.230 millones
El equipo de gobierno confía en que se aprueben los presupuestos de Pedro Sánchez
La coalición de gobierno, entre BComú y el PSC, en el Ayuntamiento de Barcelona presentó ayer una propuesta de presupuestos para el 2021 de 3.231 millones de euros —197,5 millones más que en 2020— a pesar de prever una caída de ingresos propios de cerca de 90 millones.
El primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, advirtió durante la presentación que se tratan de unos presupuestos “expansivos” para hacer frente a la “emergencia social y a la reactivación económica”. El presupuesto prevé un aumento del gasto hasta alcanzar los 2.415,5 millones de euros (29,5 millones más que en los de 2020). También aumenta la inversión hasta los 795,4 millones de euros (202 millones más). El concejal de presupuestos, Jordi Martí, aseguró que el aumento de la inversión es posible gracias a dos factores: por un lado, las transferencias que llegarán del Estado —solo si se aprueban los presupuestos de Pedro Sánchez—, y por otro, gracias a la suspensión de las reglas fiscales que permiten utilizar los remanentes y la posibilidad de los Ayuntamientos de endeudarse.
Martí advirtió que la caída del Producto Interior Bruto en la ciudad es del 11,2%. “Es una crisis muy profunda y desde el punto de vista social provocará todavía mayores fracturas con sectores que sufrirán mucho”, lamentó. Martí envió un mensaje a la oposición sobre las fatales consecuencias que tendría, a su juicio, que no se aprobaran por un lado los Presupuestos del Estado y por otro, los municipales: “Si no se aprueba el presupuesto supondría prorrogar los de 2020. Hay gastos como son algunas obras que no se pueden volver a hacer y deberían descontándose quedando en 2.700 millones y perdiéndose más de 500 millones de euros justo cuando más los necesitamos”.
Collboni destacó que estos son los presupuestos que “la ciudad necesita en un 2021 que será el año de la recuperación”. El primer teniente de alcalde pidió a la oposición aprobar el presupuesto junto a nuevas ordenanzas que congelan impuestos y mantienen las rebajas de tasas, como las de terrazas, aprobadas para hacer frente a la crisis.
En el capítulo de gastos destaca una reserva extraordinaria de 130 millones de euros prevista para dar respuesta a las necesidades de la Barcelona postcovid y las partidas de inversión en construcción de vivienda social para incrementar el parque de vivienda pública (190,9 millones) y la destinada a transformación del espacio público para combatir la emergencia climática (158,7 millones).
“Todo el presupuesto que hemos diseñado se basa en tres pilares: hacer frente a la emergencia social, a la recuperación económica y a adecuar la ciudad a la nueva situación”, concluyó Martí.
ERC, el principal grupo de la oposición, manifestó ayer su escepticismo ante la partida de inversiones y reclamó incrementar el gasto corriente en planes de ocupación, reconversión y formación para atender a los déficits generados por la pandemia.
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